I. P. Nova Marcos Domínguez

Seis meses. Ese es el tiempo que una persona contagiada de la Covid-19 menor de 65 años tiene que esperar hasta ser vacunado contra el coronavirus, Así lo refleja la Estrategia Nacional de Vacunación publicada por el Ministerio de Sanidad que debería de estar siguiéndose a pies juntillas. Pero no es así.

Varias comunidades autónomas reconocen que están adelantando esta dosis, bien por descoordinación entre administraciones o por acelerar al máximo la inmunidad de grupo. Por ello, está sobre la mesa del Ministerio de Sanidad la posibilidad de vacunar en tres meses (en lugar de en seis) a estas personas.

Esta situación afectaría principalmente a todos esos miles de jóvenes infectados durante la quinta ola que, ahora, deberían de esperar hasta finales de año para ponerse su primera y única dosis. 

Según fuentes del grupo de expertos que asesoran al Ministerio de Sanidad en la elaboración de la estrategia nacional, el Gobierno se ha planteado este hecho ante la necesidad de acelerar la vacunación, y también porque la decisión no se estaba ejecutando en todas las regiones por igual. Este hecho creaba una "discrepancia" de criterios.

Por el momento, es una decisión científica que el comité de expertos espera tomar antes del mes de septiembre, pero no se han puesto fecha. "Necesitamos tener una evidencia científica firme sobre este aspecto", aseguran fuentes consultadas por EL ESPAÑOL. 

Disparidad autonómica

Decida lo que decida Sanidad, son varias las autonomías que están vacunando ya a estas personas pese a que no han pasado los seis meses desde que se infectaron de la Covid-19. Las razones son varias. En algunas autonomías, como Cataluña, Comunidad Valenciana o Castilla-La Mancha, es una directriz de las autoridades sanitarias la que hace que se adelanten estas dosis.

También existe un problema de coordinación y es que, como explican desde otras regiones, sus sistemas de salud citan mediante registros paralelos a aquellas personas que tienen que vacunarse. Esto quiere decir que el sistema informático que cita por franjas de edad no cruza sus datos con los historiales sanitarios en los que sí se registran los infectados de Covid-19.

Es por ello por lo que, en algunos casos, es el propio profesional sanitario el que toma constancia de si la persona ha pasado la Covid cuando ella misma lo manifiesta de viva voz en su cita. Es en ese momento cuando el facultativo toma la decisión de esperar los seis meses reglamentarios o no.

Los profesionales aseguran que esto supone un problema, puesto que se confía en la buena fe del ciudadano para que notifique su positivo. Aun así, cuando las bases de datos de los vacunódromos se compaginan con el sistema sanitario "se cruzan informes" y se descubre la verdad.

Científicamente hablando no pasa nada porque estas personas se vacunen. De hecho, es algo que hicieron la gran mayoría de los profesionales sanitarios de este país. La decisión de poner una única dosis a las personas menores de 65 años que ya habían pasado la Covid-19 se tomó en el mes de febrero, cuando se empezó a vacunar a de forma masiva.

En ese momento, ya se había inmunizado a muchos grupos prioritarios como profesionales sanitarios o ancianos de residencias para la tercera edad. Dos de los grupos más afectados por la pandemia de la Covid-19 y a los que pusieron la primera y la segunda dosis de la vacuna sin importar cuándo la habían pasado.

De hecho, es una decisión que se ha tomado en muchos países de nuestro entorno. Siguiendo las recomendaciones de la ficha técnica, a las personas infectadas de la Covid se les inoculan dos dosis sin importar cuándo lo pasaron.

Variante Delta

De hecho, la aparición de la variante Delta ha hecho replantearse a los expertos si los contagiados deben esperar seis meses para recibir una única dosis de la vacuna. Y es que, los dos supuestos que apoyaban la decisión (haber pasado la enfermedad confiere inmunidad y había que vacunar a los mayores de 65 años) ya no son aplicables.

En estos momentos hay 28 millones de españoles vacunados con pauta completa y más de 700.000 personas se han contagiado en el último mes. Es decir, la cobertura vacunal en población de riesgo es muy alta y hay un gran número de gente que tendrá que esperar hasta finales de este año y principios de 2022 para recibir su dosis.

La aparición de las nuevas variantes (como la Delta) también obliga a repensar la estrategia de vacunación en personas que han pasado la infección. Un artículo publicado en Nature señala que sólo el 47% de las personas contagiadas con otras variantes tenían anticuerpos susceptibles de bloquear la cepa Delta.

"No hay estudios que digan cuál es el plazo ideal para vacunar a una persona que ha pasado la Covid", afirma Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública en declaraciones a EL ESPAÑOL. "Los seis meses se pusieron como criterio sin un estudio que lo avalara".

A pesar de que la evidencia científica sobre el tema es muy escasa, March se inclina por que las personas que han pasado la enfermedad tengan una pauta completa sin demorarla. "Probablemente, la gente contagiada tenga que darse una segunda dosis, y la inmunidad le va a durar más que a las que solo se les ponga una".

Su opinión la segunda también Isabel Jimeno, médica de Familia y coordinadora del grupo de vacunas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). La experta recuerda que se establecieron los seis meses de espera "pensando en que es el tiempo óptimo durante el que tenemos anticuerpos".

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