"He venido para estar con los verdaderos protagonistas que son el destacamento de soldados y soldadas españoles". Son palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se ha equivocado al recurrir al uso del lenguaje inclusivo en su viaje a los países bálticos.

En declaraciones ante los medios de comunicación, el jefe del Ejecutivo cometió el error de hablar de "soldados y soldadas". Lo hizo ayer en Lituania, ante el presidente del país, Gitanas Nauséda. Sucedió justo antes de que la comparecencia tuviese que cancelarse ante la alerta provocada por dos aviones rusos no identificados que sobrevolaban la zona. 

Esta forma de referirse a una mujer soldado es incorrecta, y no está contemplada por la Real Academia Española en el uso del castellano. Cuando se habla de soldado, el término ya incluye a hombres y mujeres, y no es necesario realizar el desdoblamiento al femenino. Si se quiere precisar, lo correcto es utilizar el artículo "la" o "las": la soldado / las soldados.

Las reacciones en redes se han multiplicado, provocando cientos de comentarios de los usuarios. Entre quienes se han hecho eco del desliz de Sánchez está la expresidenta de UPyD, Rosa Díez.

La RAE ya se ha pronunciado en numerosas ocasiones sobre este uso "inclusivo" del lenguaje. La conclusión es clara: el masculino es genérico, e incluye tanto a hombres como mujeres, por lo que no es necesario desdoblar al femenino las palabras. 

En su día, la vicepresidenta Carmen Calvo se dirigió personalmente a la RAE, para solicitar más sensibilidad ante un "lenguaje inclusivo" que, según dijo, "es imparable"

No ha sido la única miembro del Gobierno que se ha enfrentado contra la máxima autoridad de la lengua española. Muy sonado fue el ataque de Irene Montero cuando defendió que "el lenguaje en masculino perpetúa el machismo". También afirmó que "la RAE no es el mejor ejemplo de lucha por la igualdad, todavía tienen mucho que hacer y aprender"

En las últimas semanas, la ministra de Igualdad se ha visto envuelta en otra polémica distinta, en concreto por el uso de la "e" como manera de referirse a aquellas personas que no se sienten identificadas ni como hombres ni como mujeres.