Mariano Alonso Juan Sanhermelando

Pablo Casado acude este jueves a Bruselas con el objetivo de frenar el efecto dominó a favor del separatismo tras los indultos y la salida de la cárcel este miércoles de los nueve dirigentes independentistas condenados por sedición que portaban, en una imagen que ha dado ya la vuelta al mundo, la consabida pancarta en inglés con el lema "libertad para Cataluña". 

El líder de la oposición en España asistirá a primera hora a la tradicional cumbre del PP Europeo previa a cada Consejo Europeo, donde Pedro Sánchez se reunirá con sus homólogos de la Unión Europea (UE).

En la reunión de la familia de los conservadores, que se celebra de manera aún híbrida por la pandemia, pero con importantes dirigentes comunitarios asistiendo presencialmente, Casado tendrá la oportunidad de exponer a puerta cerrada, sin micros ni cámaras, su visión de lo que está ocurriendo en nuestro país.

Allí le escucharán, entre otros, la canciller Angela Merkel, en una de sus últimas visitas a la capital comunitaria, o el mandatario austriaco Sebastian Kurz

Fuentes de los populares aseguran que pondrá sobre la mesa la cuestión de la medida de gracia concedida por el Ejecutivo español a, entre otros, el líder de ERC, Oriol Junqueras. Lo hará para explicar las razones de su rotundo rechazo a la misma, que le llevaba este miércoles a pedir, por primera vez desde la investidura de Sánchez a principios de 2020, su dimisión y la convocatoria anticipada de elecciones.

Los indultados, a la salida de la cárcel este miércoles. EFE

"Una voz escuchada"

Subrayan además que es la primera vez desde que llegó al liderazgo del PP en 2018 que se reúne con sus correligionarios con el viento de las encuestas soplando de cola, después de sus difíciles inicios, con los malos resultados electorales cosechados en 2019.

"Esto es el santa sanctorum de la familia conservadora europea, con muchos primeros ministros, y son 'tiburones' que saben bien oler la sangre. Casado no es ahora mismo un líder de la oposición cualquiera dados los sondeos, y eso hace que su voz sea más escuchada que antes" comentan sobre el encuentro.  

Desde el PP, sin embargo, advierten de la dificultad de que eso se traduza en algún posicionamiento público de un asunto, el conflicto con el independentismo catalán, que en la capital comunitaria suele tratarse con frialdad. "Es un asunto interno de España que debe tratarse de acuerdo con su orden constitucional, y eso incluye también la cuestión de los indultos", decía esta semana el portavoz de Justicia del Ejecutivo comunitario, Christian Wiegand.

Más aún cuando hay otros conflictos que alarman a las instituciones comunitarias, como la ley discriminatoria de los homosexuales que promueve el Gobierno de Hungría, liderado por un ya ex miembro de los populares europeos, Víctor Orbán. Una norma contra la que la presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyen, miembro también de la misma familia política que Casado, ya ha anunciado que utilizará "todos sus poderes".  

Otro asunto candente relacionado con la medida de gracia es el pronunciamiento de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa a favor de los indultos esta misma semana.

El organismo, del que forman parte también países europeos no comunitarios como como Rusia, Turquía, Azerbaiyán, Armenia o Andorra, validaba el informe elaborado por el polémico relator letón Boris Cilevics, quien durante su visita a Cataluña en 2020 se negó a reunirse con Ciudadanos, entonces el primer partido del Parlament, pero sí se entrevistó en la cárcel de Lledoners con los reclusos ahora indultados.

Pedro Sánchez, subiendo a su coche oficial. EFE

El texto refrendado sitúa a España como un país poco respetuoso con los derechos y garantías judiciales y pide tanto la rebaja de penas por sedición como la anulación de las euroórdenes contra Carles Puigdemont y sus exconsellers. 

Conversaciones de pasillo 

Por lo demás, no está previsto que se aborden los indultos ni en general la crisis en Cataluña en la cumbre de líderes europeos que empieza este jueves. Ni Sánchez ha pedido dar explicaciones a sus homólogos ni ningún otro jefe de Gobierno las ha reclamado, según explican fuentes diplomáticas.

Eso sí, tampoco se descarta que la cuestión se plantee en conversaciones de pasillo dado el interés que ha suscitado en la prensa internacional, que mayoritariamente ha apoyado los indultos, como hizo el Financial Times, la biblia bruselense. Por eso en el entorno de Casado creen muy necesario que al menos sus correligionarios lleguen habiendo tomado "buena nota" de las explicaciones del líder de la oposición española, en clara discrepancia con esas cabeceras.

Algo que ayudará, aseguran, a que el presidente del Gobierno de España no tenga, eventualmente, "adhesiones inquebrantables" en la cuestón catalana. Un asunto sobre el que, pese a la comentada renuencia a pronunciarse de manera muy expresa en público, Bruselas siempre ha mantenido incólume a lo largo de los años la misma posición de fondo, y pese a los cambios de Gobierno en España.

El Ejecutivo comunitario siempre ha defendido que una Cataluña independiente quedaría automáticamente fuera de la UE y tendría que ponerse a la cola para volver a entrar. Cualquier Estado miembro, incluida España, podría bloquear la adhesión.  

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