La primera reacción de Pablo Casado al anuncio de Pedro Sánchez en Barcelona de que este martes el Consejo de Ministros aprobará los indultos a los líderes independentistas condenados por sedición, no se hacía esperar.

Apenas minutos después de que terminase el acto del presidente del Gobierno en el Liceu de la Ciudad Condal, el líder de la oposición lo calificaba de "ópera bufa" en un discurso ante los grupos del PP en el Congreso y el Senado, reunidos este lunes en la Cámara Baja. 

El líder del PP aseguraba que Sánchez es el "político menos fiable y más destructivo de nuestra historia democrática" algo que habría quedado aún más de manifiesto, sentenciaba, tras la marcha de Pablo Iglesias del Ejecutivo. "La salida de Iglesias ha dejado al desnudo que es Pedro Sánchez el responsable de esta agenda extravagante y suicida para nuestro país".

Casado defiende el reencuentro "en la Constitución y en la ley" y habla de "indulto trampa"

Una agenda que a su juicio, con la medida de gracia a Oriol Junqueras y el resto de encarcelados, está encaminada a "dar continuidad a su proyecto de cambio de régimen" y no, puntualizaba, "a aprovechar una oportunidad histórica para resolver un problema nacional, como hoy esbozaba", afirmaba Casado poco después de haber escuchado las palabras del jefe del Ejecutivo en Cataluña.

"Apaciguamiento del PSOE"

Todo ello, argumentaba el presidente del PP, aprovechando "ese problema, creado por el supremacismo de sus socios y el apaciguamiento del PSOE" y dentro de una hoja de ruta con "varias iniciativas letales para el futuro de España".

Entre ellas los indultos, una figura que, denunciaba, Sánchez ha "pervertido" para "concederlo por primera vez a quien no lo solicita, no se arrepiente y, además, amenaza con reincidir" afirmaba, arrancando una fuerte ovación de los diputados y senadores del PP. 

Pero también, según enumeraba, "Sánchez pretende asentar la impunidad modificando el delito de sedición a la carta de los fugados que aún no han sido juzgados por la Justicia española", entre ellos el ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.

Algo que se sumaría a su intento de "limitar la efectividad del Tribunal Constitucional, para hacer cumplir sus sentencias ante la inhibición de la Fiscalía, la Abogacía del Estado y por tanto el propio Gobierno"; y también a que "permite que el Consejo de Europa ponga en duda la calidad democrática de nuestra Justicia para abonar el recurso de los secesionistas y para denigrar más nuestra imagen internacional; o a su pretensión de un referéndum "según él, legal, con la excusa de recuperar el Estatut inconstitucional".

Casado acusaba también a Sánchez de "blindar" un segundo proceso secesionista "manteniendo las estructuras ilegales de la Generalitat, el adoctrinamiento educativo y la propaganda de los medios de comunicación públicos". Todo, decía, en un "desacato a la legalidad" o "desfalco de soberanía".

El líder de la oposición se refería para ratificar sus tesis, entre otras cosas, a la entrevista de este fin de semana en EL ESPAÑOL con el ministro de Política Territorial y líder del PSC, Miquel Iceta, quien en palabras de Casado "ya habla de reforma constitucional para una España federal".     

Igualmente, Casado denunciaba que las amenazas de los CDR en su contra que recientemente salían a la luz le fueron ocultadas por el Gobierno durante la última campaña electoral de las generales de noviembre de 2019. "Se ve que estaban demasiado ocupados desenterrando a dictadores del siglo XX como para defendernos de terroristas del siglo XXI" señalaba en referencia a la exhumación de Franco, que se produjo por la misma época.

El líder del PP mostraba su máxima indignación por no haber sido informado de esa amenaza y por el hecho, señalaba, de que no haya habido "condena" a la misma por parte del Gobierno. Casado anunciaba que se reserva acciones legales "para determinar la incompetencia, o las responsabilidades que correspondan".

El discurso de Casado no se olvidaba de los sectores empresariales que han saludado estos días positivamente la concesión de los indultos.

En toda una carga de profundidad contra ellos, afirmaba que "ningún lobby en busca de fondos europeos, ningún cabildeo cortesano logrará apartarnos de nuestro camino, porque estamos seguros de que es el mejor para los españoles".

Añadía que "los que se fueron de Cataluña para mantener su cuenta de resultados frente al independentismo no pueden pretender ahora que nos vayamos de Cataluña para mantener la cuenta de resultados de Sánchez con el independentismo" sentenciaba. 

  

 

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