El secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali, abandonó España esta noche en un avión oficial argelino desde el aeropuerto de Pamplona, poco después de que hubiea salido del Hospital San Pedro de Logroño donde ha permanecido ingresado un mes y medio para ser tratado de Covid-19.

Fuentes consultadas han confirmado este abandono del territorio español, que se produjo en un avión enviado por Argelia, aunque estas mismas fuentes han aclarado que la aeronave no está vinculada a las Fuerzas Armadas del país magrebí. El avión salió a las 01.30 horas de este miércoles España en un avión oficial argelino desde el aeropuerto de Pamplona y llegará alrededor de las 03.00 a Argel.

Ghali había abandonado el centro médico riojano sobre las 21.30 horas de forma discreta, después de pedir el alta de forma voluntaria y apenas unas horas después de declarar de forma telemática ante la Audiencia Nacional. Sobre él no pesa medida cautelar alguna, por lo que puede salir de España sin trabas.

El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, aseguró que la "atención humanitaria" al secretario general del Polisario "ha concluido". "No tiene más sentido que permanezca en España. La atención humanitaria ha concluido", ha asegurado en una entrevista en TVE.

España había acogido a Ghali por "razones humanitarias", según el propio Gobierno, que respondía de esta forma al empeoramiento de la salud del líder saharaui tras contagiarse de coronavirus. Según Exteriores, el líder del Polisario entró con su propio pasaporte argelino y se cambió de identidad en el propio hospital.

La acogida de Ghali ha servido a Marruecos como detonante de una crisis que derivó hace dos semanas en la entrada de miles de personas a Ceuta y en un pulso político entre Rabat y Madrid que implicó la llamada a consultas de la embajadora marroquí en España.

España informa a Rabat

El Gobierno de Marruecos ha sido informado de que el líder del Frente Polisario se disponía a abandonar España, según informaron a Europa Press fuentes diplomáticas.

Según las fuentes, las autoridades marroquíes han sido informadas "a través de cauces diplomáticos" de la salida de Ghali, quien "portaba la documentación a su nombre con la que entró en España".

Crisis sin cerrar

Aunque aparentemente el Gobierno busca dar carpetazo a la crisis con Marruecos con la salida de Ghali, lo cierto es que Rabat ya ha dejado claro que su presencia en España no es la verdadera razón, sino que el telón de fondo es la negativa del Ejecutivo de Pedro Sánchez a cambiar su postura respecto al Sáhara.

Rabat reaccionó con enfado desde el primer momento que se conoció que Ghali estaba ingresado en España, empezando por convocar al embajador español en Marruecos, Ricardo Díez-Hochleitner, el 22 de abril para pedirle explicaciones.

Sin embargo, los argumentos ofrecidos por el Gobierno no fueron suficientes para Marruecos, que fue elevando el tono en sus mensajes de forma paulatina, advirtiendo de que la relación bilateral estaba en juego.

Así, el 8 de mayo, el Ministerio de Exteriores marroquí publicó un duro comunicado en el que avisaba de "consecuencias" por la decisión "premeditada" de España de no informarle por adelantado de su decisión y descartando los motivos humanitarios detrás de la misma.

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