La Comisión de Salud Pública decidirá este viernes si se administra finalmente la segunda dosis de la vacuna contra la Covid-19 de AstraZeneca a personas menores de 60 años que ya recibieron la primera. Un posicionamiento no exento de polémica que, en la "opinión personal" de la ministra Carolina Darias, debería de retrasarse hasta que concluya el estudio que está desarrollando el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).

En la rueda de prensa este miércoles tras la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), la ministra ha mostrado su preferencia por este ensayo (de unas 500 personas) frente a la experiencia de países como Reino Unido donde casi 9 millones de personas tienen la segunda dosis de AstraZeneca puesta.

Según el último informe publicado por el servicio de salud de Reino Unido, de los casi 9 millones de personas que se han inoculado la segunda dosis de AstraZeneca, unos 4 millones son menores de 60 años y los efectos adversos relacionados con trombos son "extremadamente raros", casi inexistentes cuando se trata de vincularlos con la puesta de la segunda dosis. 

Así, Sanidad obvia hablar de este informe o del posicionamiento de sanitarios españoles o autoridades internacionales como la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) para decantarse, a la espera de que hablen los expertos, por mezclar vacunas. Algo que no recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), ni los fabricantes de las propias vacunas. 

Qué ha pasado

Poniendo las cosas en contexto. Tras la vinculación entre la vacuna de AstraZeneca y la aparición de trombos como un efecto adverso "muy raro", Sanidad decidió pausar la vacunación a personas menores de 60 años. La detención suponía dejar a casi un millón de personas (mayoritariamente sanitarios, bomberos, profesores o cuerpos y fuerzas de seguridad) con una única dosis. 

Por ello, se precisaba de una solución. Salud Pública planteó tres escenarios sobre los que se decidirá este viernes: poner la segunda dosis con AstraZeneca, combinar con una vacuna de ARN (como se está estudiando en el ensayo español) o dejar sólo con una dosis. 

Darias lo tiene claro: quiere esperar al estudio de unos 500 voluntarios que se está realizando en España para aportar "evidencia científica" al debate de qué hacer con los vacunados.

El principal problema de esperar al ensayo, según los expertos, es que estará listo a mediados de mayo y una gran parte de los vacunados cumplen 12 semanas desde la primera vacuna en unos diez días. Son precisamente 12 las semanas que, según el fabricante, se puede esperar entre la primera y la segunda dosis para conseguir la inmunidad frente a la infección de Covid-19.

Otros países

Pese a que la ministra de Sanidad no ha querido usar el testimonio de Reino Unido, líder en la campaña vacunal contra la Covid-19, sí ha puesto de ejemplo otros países. Aquellos en los que se está promoviendo una segunda dosis de vacunas de ARNm (Pfizer o Moderna), como estudio el ISCIII.

"Países como Francia o Alemania están poniendo ya una segunda dosis de vacunas ARNm, mientras Irlanda ha ampliado el intervalo a 16 semanas para la mejor toma de decisiones. La EMA ha permitido que sea cada país quien tome esta decisión. En nuestro caso la decisión será el viernes", ha apuntado Darias.

Pese a que Darias ha dejado claro su posicionamiento "como puede hacer cualquier otra comunidad autónoma", también ha asegurado que respetará la decisión de la Comisión de Salud Pública y la acatará.

"Es una decisión compleja, la posición de los países indica que hay un debate abierto en Europa. La EMA ha dado una opinión (la de recomendar segunda pauta con AstraZeneca), pero no ha cerrado la discusión", ha explicado.

"Es una decisión difícil y compleja, incluso las personas expertas tienen sus pareceres. Creo que hay que esperar", ha esgrimido Darias quién ha lanzado, además, un mensaje de tranquilidad a quiénes le cumple la semana 12 en pocos días.

 "La primera dosis tiene una eficacia de un 76 por ciento frente al virus. Es posible esperar un tiempo como han hecho otros países como Irlanda. Tenemos que garantizar que la decisión que tomemos sea la correcta", ha puntualizado.

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