Unos 300.000 alumnos se examinarán este mes de junio de la EBAU (Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad). La prueba mezclará a estudiantes de diferentes localidades con docentes de todo tipo (universitarios y del ámbito escolar) en mitad de la pandemia de la Covid-19.

Esa situación no es peligrosa a ojos de las autoridades (Ministerio de Sanidad y Universidades), pues han vuelto a rechazar considerar como grupo prioritario a los profesores universitarios en la campaña de vacunación (los únicos en ese rango que no están inmunizados).

La escena que a los afectados parece "dantesca" es la siguiente: profesores de Secundaria vacunados, estudiantes de en torno a 18 años (uno de los grupos con más contagios en esta tercera ola) y profesores universitarios sin vacunar. Todos ellos unidos en aulas mixtas y con los correspondientes "tapones" que se forman cuando se llama para acceder al aula.

"La situación es inexplicable. Nos dicen que no somos prioritarios por una apreciación muy subjetiva", denuncia Ramón Caballero, vicesecretario del sector de Educación del CSIF en declaraciones a EL ESPAÑOL. Su sindicato, como la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), viene reclamando desde el mes de enero una dosis de AstraZeneca por docente, como ocurre con los colegios. Pero Sanidad y Universidades no están por la labor.

"Hay miedo"

La repuesta es que no se les considera grupos esenciales pese a que los alumnos con los que trabajan son estudiantes "que pertenecen al grupo de edad con mayor porcentaje de transmisión del virus". Caballero se apoya en un estudio estadounidense que defiende la idoneidad de vacunar a todos los docentes, incluidos los universitarios, para reclamar su papel activo.

Mientras los profesores insisten en que la transmisión es más alta entre los jóvenes de edad universitaria, los ministerios rechazan la vacunación. "Hay miedo", insisten desde CSIF, recordando que la educación universitaria está siendo "mayoritariamente presencial" en muchas comunidades autónomas. Es el caso de Castilla-La Mancha donde el porcentaje roza el 80%, según el sindicato.

Para los docentes universitarios y el personal investigador, la decisión de Universidades es una "insensatez", puesto que apuestan por la presencialidad de los profesores, pero no les permiten vacunarse.

En Sanidad no hablan de priorizarles en la campaña de vacunación precisamente porque, dicen, dan clases online. "En el ámbito de la formación universitaria y profesional, la priorización puede no ser tan relevante, debido a que la protección puede obtenerse mediante la formación online, digital o bimodal síncrona (salvo talleres o prácticas), no siendo tan exigible, desde una perspectiva ético-legal, la presencialidad y, por tanto, la vacunación de docentes en dichos niveles educativos", explican.

Selectividad segura

"Proponemos reforzar la seguridad de la actividad docente y normalizar la vida universitaria. Hay pánico entre los profesores porque hay muchas situaciones en las que hay una reacción directa y cercana con los alumnos, como las prácticas en Medicina o Enfermería", insiste Caballero.

Se da la paradoja, además, de que los alumnos de últimos años de Enfermería, Medicina o Veterinaria están vacunados porque realizan prácticas en centros sanitarios, mientras sus profesores, con los que vuelven a estar tras volver del hospital, no lo están. 

Según la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas hay 200.000 trabajadores repartidos entre los 80 campus españoles. Con ellos, podría usarse la vacuna de AstraZeneca, que ha sido la que, hasta ahora, se ha destinado a los grupos esenciales.

"Vacunar a las cerca de doscientas mil personas que forman parte de nuestras plantillas aumentaría aún más la seguridad en los campus y no implicaría un incremento significativo de las dosis previstas en esta nueva etapa ni una complicación logística reseñable", han confirmado los rectores.

El hecho de que algunas regiones hayan puesto sobre la mesa de Sanidad una vacunación voluntaria para grupos esenciales y con esta vacuna, hace que el colectivo vuelva a remarcar su predisposición a inmunizarse. También influye el contexto, estamos a menos de tres meses de que se celebre la EBAU.

Los docentes temen que esta convocatoria de exámenes se convierta en una fuente de contagios si no se toman las medidas adecuadas. "Si no se incluye al profesorado de Universidad en la estrategia de vacunación no puede haber una Selectividad segura", avisan con rotundidad desde la CRUE en una carta remitida a Sanidad.

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