Después del terremoto político originado este miércoles en la política española, con epicentro en la moción de censura de PSOE y Ciudadanos en Murcia que derribará el Gobierno autonómico del PP, Pedro Sánchez podría tener que hacer en apenas semanas, o días, lo que en principio fiaba más largo, para 2023.

El secretario general del PSOE busca ahora contrarreloj -descartado ya desde hace tiempo Ángel Gabilondo- a una candidata que pueda vencer a Isabel Díaz Ayuso el próximo 4 de mayo, siempre y cuando se celebren entonces las elecciones anticipadas en la Comunidad de Madrid, en duda por el conflicto judicial abierto tras la adminisión a trámite por parte de la Mesa de la Asamblea de Madrid de las mociones de censura de PSOE y Más Madrid.

De momento los socialistas dicen estar en "modo moción" porque creen que finalmente ese será ese el escenario y no el de una cita con las urnas. Y Gabilondo es el candidato de esa moción. Pero fuentes de la dirección socialista aseguran que llegado el caso, "si hay elecciones, habrá que hablar con él". Un reconocimiento implícito de que la apuesta para intentar ganar la Comunidad de Madrid será otra. 

En las quinielas para la candidatura socialista aparece en primer lugar el nombre de la ministra de Defensa, Margarita Robles, un perfil idóneo para repetir la 'operación Illa' en Cataluña y para disputar el voto de centro en la comunidad de Madrid.

Sánchez y Robles. EFE

La también ministra Reyes Maroto, titular de la cartera de Turismo, o la presidenta del Senado, Pilar Llop, son otras de las opciones que están sobre la mesa.

En realidad, la idea de alguien independiente para la candidatura del PSM es repetir la misma jugada que Sánchez hizo con Gabilondo (sin carnet del PSOE aunque había sido ministro con José Luis Rodríguez Zapatero) en 2015, cuando se deshizo fulminantemente del entonces líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez

En principio la idea del presidente del Gobierno era emprender un cambio gradual en el socialismo madrileño. Primero la salida de Gabilondo, llamado a ser el próximo Defensor del Pueblo cuando el deshielo institucional con el PP iniciado con el acuerdo para Radio Televisión Española (RTVE) se extienda a otras instituciones.

Pero esos planes han quedado totalmente desbaratados. Tanto, que el PSOE iba improvisando a lo largo del miércoles su respuesta a los acontecimientos que se desataban tras el estallido de la crisis política en Murcia. 

Cónclave en Ferraz 

Tras el anuncio de Ayuso de disolución de la Asamblea de Vallecas, Sánchez llegaba a última hora de la mañana a la sede central del PSOE en la calle Ferraz de Madrid. Allí todo estaba preparado para una rueda de prensa del número tres del partido, José Luis Ábalos, que en principio se iba a producir a las 13:45 horas.

Sánchez, este miércoles en un acto en Moncloa con las ministras Maroto y Laya y (al fondo) Pilar Llop, presidenta del Senado. EFE

Casi a la misma hora se producía la comparecencia de la presidenta madrileña en la Puerta de Sol anunciando el adelanto electoral y la rueda de prensa de Ábalos (los periodistas ya estaban conectados al sistema telemático y podían ver la clásica imagen del atril vacío en la sala de prensa del partido, a la espera de que llegase el secretario de Organización) se iba retrasando varios minutos. En un momento dado se aplazaba para después de la hora de comer y finalmente quedaba, ya por la tarde, suspendida definitivamente. 

Sánchez decidía que no era el día para comparecencias públicas, sino para una suerte de cónclave de la cúpula socialista, reunida en la sede central del partido para estudiar la situación, después de nada menos que tres mociones de censura presentadas por el PSOE, incluida también la de Castilla y León, y para ultimar una candidatura del Partido Socialista de Madrid (PSM) para los comicios autonómicos de mayo.

La casualidad quería que Margarita Robles tuviese por la tarde una comparecencia en la Comisión de Defensa del Congreso. A la salida, evitaba cortesmente contestar a los periodistas sobre el escenario creado. 

La ministra mejor valorada

En Ferraz consideran que su perfil es el adecuado para un PSOE que ya ganó las elecciones autonómicas de mayo de 2019, por primera vez en décadas, aunque no pudo formar mayoría de gobierno.

El pasado enero aparecía como la ministra mejor valorada del Ejecutivo en el barómetro de SocioMétrica, donde durante lo más duro de la pandemia llegó a superar el 7 en la puntuación de los españoles, un notable casi inédito en la historia democrática de España. Su área de responsabilidad y su dilatada trayectoria jurídica y política servirían para desactivar determinadas estrategias de los rivales, empezando por Ayuso.

La presidenta madrileña ya ha lanzado un lema oficioso de precampaña electoral, resumido en "Socialismo o libertad", que trata de situar a sus rivales en las posiciones más extremadamente izquierdistas.

Un temor que alejaría la figura de una ministra enfrentada frecuentemente a Pablo Iglesias en el seno del Ejecutivo y que ha defendido, incluso hasta saltársele las lágrimas en público, a las Fuerzas Armadas de los ataques recibidos durante la pandemia.

En su trayectoria pública, además, figuran hitos como haber impulsado en los años noventa, cuando pasó de la magistratura a la Secretaría de Estado de Interior en el último gobierno de Felipe González, la investigación sobre la guerra sucia de los GAL que terminó posibilitando las condenas de, entre otros, el recientemente fallecido general Enrique Rodríguez Galindo. En la cúpula socialista creen, por tanto, que ni la derecha podrá, fácilmente al menos, caricaturalizarla o estigmatizarla como extremista, ni le faltarán credenciales de limpieza democrática.

Esta leonesa de 64 años fue la primera mujer que presidió una sala de lo contencioso administrativo y una audiencia provincial, la de Barcelona, y la tercera en convertirse en magistrada del Tribunal Supremo. Ahora, y tras volver a la política en 2016 como número dos por Madrid de la candidatura a las generales liderada por Sánchez, podría poner el colofón a su carrera con un reto como el de recuperar para el PSOE la Comunidad de Madrid, tras más de un cuarto de siglo en la oposición. Aunque como veterana que es, no ignora la dificultad de que la empresa termine con éxito. Suya será la decisión final.   

Noticias relacionadas