El Juzgado de lo Penal número 17 de Madrid celebra este jueves el juicio a las dos mujeres, madre e hija, que presuntamente desobedecieron de forma reiterada y se enfrentaron a agentes de la Guardia Civil en las inmediaciones de la vivienda del vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias y la ministra Irene Montero.

El juicio se tenía que haber celebrado el pasado 23 de noviembre, pero se suspendió por el cambio de abogado de las acusadas.

La Fiscalía pide para Ana Isabel Q.D. un año de prisión por atentado contra agente de la autoridad y otro leve de maltrato de obra, y para su madre, Ascensión D.A., seis meses por un delito de desobediencia.

Los hechos ocurrieron en la tarde del 30 de octubre de 2020, cuando un grupo de personas trataba de acercarse al domicilio de Iglesias y Montero en el municipio de Galapagar (Madrid) y la Guardia Civil estableció el dispositivo de seguridad para impedirlo.

Según el relato fiscal, ambas mujeres "mantuvieron una actitud de absoluto desprecio a la labor de los agentes, impidiéndoles el cumplimiento de la función encomendada, desobedeciendo de forma reiterada las indicaciones claras que los mismos les daban, en relación a que retrocedieran en la vía pública y despejaran el perímetro de seguridad".

"Lejos de deponer su actitud", madre e hija persistieron en su comportamiento "haciendo caso omiso a los reiterados requerimientos que los agentes les realizaban", a los que se aproximaron y gritaron a escasos centímetros de sus rostros "prescindiendo del uso de las preceptivas mascarillas", e incluso les propinaron golpes con las manos en el pecho, detalla la Fiscalía.

Los guardias les informaron de lo delitos que podían cometer si persistían en su actitud y "comenzaron a avanzar con los brazos extendidos, empleando la mínima fuerza indispensable para desplazarlas y conseguir finalmente que despejaran la zona".

Sin embargo, en un momento dado, Ana Isabel trató de acceder de nuevo a la zona de seguridad "con la intención de aproximarse a la vivienda" pero fue interceptada por un agente "quien le cortó el paso, cayendo ésta al suelo, momento en que la misma, al tiempo que le decía 'hijo de puta', intentó agredir con el bolso al agente en el rostro, explica el Ministerio fiscal.

El guardia esquivó el golpe y entonces la acusada le lanzó patadas que le dieron en las botas y en las piernas, sin causar lesiones.

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