El 31 de enero de 2020 el Centro Nacional de Microbiología confirmaba el primer caso de coronavirus Covid-19 en España. Se trataba de un varón de nacionalidad alemana que estaba de vacaciones en La Gomera. Su positivo no podía prever el año de restricciones, epidemia mundial y caos sanitario que se cumple este mismo domingo.

Es más, ni el propio Gobierno de España vio la magnitud de los hechos cuando en una rueda de prensa horas antes de diagnosticar el primer positivo en España aseguraba que "el virus de Wuhan" no era "excesivamente transmisible" y, podía estar "empezando a remitir la epidemia".

Declaraciones que (se deben de contextualizar) se hacían sin conocer nada del virus que se identificaba por primera vez el 7 de enero y era secuenciado 5 días más tarde. El coronavirus ‘aterrizaba’ a Europa el 24 de enero, concretamente a Francia.

Era el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, -que se convertiría en una de las caras de la pandemia-, el que aseguraba que España "como mucho" no iba a tener más allá de algún caso diagnosticado.

Esta misma línea se marcaba en una reunión extraordinaria el 1 de febrero (la primera de las muchas que se han ido sucediendo durante estos 365 días) entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, donde se hablaba de "riesgo moderado".

El informe técnico publicado por el Ministerio de Sanidad afirmaba que el país "a través del Sistema Nacional de Salud" estaba "preparado" para realizar la detección precoz de los casos y la instauración temprana de medidas de prevención y control. "Lo que reduciría en gran medida el riesgo de transmisión", puntualizaba.

El primer positivo en España se confirmaba en una jornada de gran revuelo mediático, puesto que al mismo tiempo aterrizaban en el aeropuerto de la capital los españoles evacuados desde Wuhan para ser ingresados en cuarentena en el Hospital Gómez Ulla.

Su cuarentena, de 14 días y muy estricta, era la primera, pero no sería la única de estas características. Durante esos primeros días, España seguía confiando en los pocos casos diagnosticados y sometía a estrictos controles los positivos que se anunciaban con cuentagotas.

Un hotel entero en Tenerife a finales de febrero con 723 huéspedes de 25 nacionalidades era confinado por un positivo de un grupo de seis italianos hospedados en el complejo tinerfeño.

Declaración de la OMS

Pese a que a nivel internacional la Organización Mundial de la Salud había declarado el 30 de enero la Emergencia de Salud Pública por el brote de coronavirus, el Gobierno ejercía de portavoz de un virus que, a 28 de febrero, seguía sin contar los positivos por centenares y, aseguraban, no necesitaba de "medidas especiales".

Con todo ello, la declaración de la OMS era histórica porque sólo había emitido declaraciones internacionales de este tipo en otras cinco ocasiones: los brotes epidémicos de gripe aviar en 2009; de polio en 2014; virus zika en 2016 y el ébola en 2014 y 2019.

La evolución de la Covid-19 en España desde ese primer positivo del que ahora se cumple un año ha sido una montaña rusa. Como reflejan las propias curvas de contagios que cada jornada notifica el Ministerio de Sanidad en las que se reflejan lo que, con el paso de los meses, todo el mundo empezó a considerar olas epidémicas.

La primera ola, que en este mes de febrero cumplirá un año, apenas parecía reseñable y todavía se consideraba que el coronavirus en España tenía un riesgo "moderado".

"En la situación actual, el riesgo global para la salud pública en España se mantiene en moderado", reza el redactado del informe epidemiológico del 5 de marzo de 2020. En ese momento, España contabilizaba 237 contagios y 3 fallecidos.

Con ese mismo riesgo "moderado" de contención, España decretaba el estado de alarma el 13 de marzo de 2020. En ese momento, el Ministerio de Sanidad tenía contabilizado un total de 4.209 contagios de coronavirus, entre ellos 120 fallecidos.

Estado de alarma

Tras ese 13 de marzo llegaba la declaración del estado de alarma, el primero pero no el último. España abandonó esta situación con un plan de desescalada para "salvar el verano" que derivó en una nueva ola epidémica y un segundo estado de alarma. Este, menos restrictivo, pero más largo: durará hasta mayo.

Ahora, los españoles saben lo que es la incidencia acumulada y miran con recelo cuántos casos por cada 100.000 habitantes se han diagnosticado en su municipio en las últimas 24 horas. Tienen un máster en mascarillas, en limitaciones de la movilidad y en geles hidroalcohólicos.

Todos conocen a alguien que ha pasado esa Covid-19 que aterrizaba en Canarias como algo puntual y viven como, en los registros diarios, los datos en España superan los 2.743.119 casos.

La cifra total de fallecidos es de 58.319 personas. Algo impensable cuando, ese 31 de enero de 2020, a las 23.30 de la noche, España diagnosticaba su primer positivo del 'virus chino', un término que (ahora que las cosas han cambiado tanto) apenas se usa; pues se habla de variantes como la británica o la africana.

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