A pesar de las medidas tomadas por las comunidades autónomas para frenar el ritmo de contagios de la Covid-19, la transmisión actualmente está siendo el doble de rápida que en la segunda ola. Así lo indican los datos de incidencia acumulada (IA), que reflejan la virulencia de esta tercera ola.

Si se compara la cifra de casos por cada 100.000 habitantes (IA) en el momento en el que se consiguió doblegar la curva de la segunda ola (el jueves 10 de diciembre) con los datos publicados este jueves por el Ministerio de Sanidad, se observa que la incidencia acumulada ha crecido hasta los casi 10 casos diarios por cada 100.000.

Con ello, se puede asegurar que en esta tercera ola, de apenas 35 días, la incidencia se ha disparado a un ritmo tal que ha pasado de tener 188,72 casos por cada 100.000 habitantes a 522,74. Una diferencia de 334,02 en 32 días (9,54 al día), que dobla la de la segunda ola.

Evolución

Bien es cierto que, pese a que el inicio de la tercera ola sea algo más fácil de vislumbrar, en la segunda no es tan sencillo. El haber salido de un confinamiento tan estricto como el que se utilizó para controlar la primera ola hizo que los datos de incidencia acumulada fueran incrementándose poco a poco durante todo el verano.

Además, la falta de rastreadores por la saturación hospitalaria imposibilitó medir con exactitud el número de nuevos contagios.

La UCI de un hospital madrileño. EFE

Para observar una cifra similar a la que se vivió este diciembre hace falta retroceder hasta el 27 de agosto. En esos momentos, España registraba una IA de 183 casos por cada 100.000 habitantes, tras haberse ido incrementando poco a poco desde el inicio de la desescalada.

El dato fue creciendo hasta que llegó a alcanzar una IA de 524,60 casos tras 75 días. En ese momento, el 10 de noviembre, Sanidad hablaba ya de doblegar la curva de la segunda ola con unas medidas autonómicas que parecían la clave para alcanzar los 25 casos por cada 100.000 habitantes.

Y es que, no hay que olvidar que ese ha sido el objetivo del Gobierno de Pedro Sánchez con las medidas acordadas entre las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad: vencer al virus con una IA de 25 casos cada 100.000 habitantes. Pero no se ha conseguido. Al menos no en la segunda ola.

Con medidas como el toque de queda, la limitación del horario de la hostelería o la reducción de grupos se consiguió bajar de los más de 500 casos registrados el 10 de noviembre a 188 en un solo mes. Una buena noticia que supuso un descenso de 11,19 casos por cada 100.000 habitantes al día. Eso sí, todo se torció rápido.

Vienen "semanas duras"

Además, hay que tener en cuenta que el Ministerio de Sanidad no da aún por alcanzado el pico de esta tercera ola. Todavía se esperan muchos más positivos derivados de las fiestas navideñas, por lo que la incidencia acumulada del coronavirus va a seguir creciendo.

Han sido el propio ministro, Salvador Illa, y el director del Centro de Alertas y Emergencias, Fernando Simón, los que han confirmado que todavía quedan “semanas duras”. Son las consecuencias de la relajación de las medidas de contención durante las navidades.

Aglomeraciones en Barcelona.

Eso quiere decir que la incidencia acumulada alcanzada ahora y que se está tomando como el pico de contagios puede ser solo un escalón más hacia una cifra más alta.

Sea como fuere, la gran mayoría de las comunidades autónomas ya están empezando a recobrar las medidas que hicieron que la incidencia bajara en 335 casos por cada 100.000 habitantes en apenas 30 días.

Limitar la movilidad lo máximo a la ciudadanía es la principal apuesta en la que coinciden todas las regiones que, indistintamente, también están limitando el horario comercial, el aforo de los bares y restaurantes o la movilidad nocturna mediante el toque de queda.

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