En un largo discurso, trabajado durante días, para que nada fuese dejado al azar, la ministra de Defensa ha reiterado una vez más el compromiso de las Fuerzas Armadas con la Constitución. Margarita Robles ha querido dejar muy claro durante su larga alocución pronunciada en la Pascua Militar que nadie tiene derecho, y menos "quienes en su día vistieron el uniforme de las FFAA, a perjudicar el inmenso prestigio que tienen nuestros Ejércitos". 

Robles hacía así referencia, tal y como estaba previsto, a los polémicos chats conocidos recientemente en los cuales mandos retirados que lo integraban llegaron a sugerir la posibilidad de un "golpe de Estado", e incluso llegaron a hablar de "fusilar" a 26 millones de españoles.  Los mismos antiguos oficiales que días antes habían remitido una carta conjunta al rey Felipe VI para que se posicionara ante la, a su juicio, preocupante situación política del país.

Las Fuerzas Armadas, dijo la ministra, actúan guiadas "por la más estricta neutralidad política y defendiendo si fuera necesario con su vida, la Constitución y los valores, principios y derechos en ella reconocidos".

Ese grupúsculo de mandos retirados son, para la titular de Defensa, "una insignificante minoría, que sólo se representa a sí misma, que busca una publicidad y un protagonismo, que ni merece ni tiene y que cuestiona irresponsablemente las bases de la convivencia en España.

Solo merecen, remató, "el rechazo más absoluto, por su intolerancia, sus delirios y su total alejamiento de los valores castrenses".

Operación Balmis

El acto simbólico de la Pascua Militar suele ser un momento propicio para realizar balance sobre el año anterior. En él se señalan también los retos para el ejercicio siguiente. Por eso Robles, junto a Felipe VI, ha resaltado el trabajo realizado por las Fuerzas Armadas a lo largo de los últimos 10 meses, en la Operación Balmis y ahora en la Operación Baluarte, participando en todo tipo de misiones y encabezando una lucha contra el coronavirus que todavía no ha terminado. 

La ministra quiso recordar el "extraordinario trabajo" de los Ejércitos desde el pasado mes de marzo. "Nos sentimos orgullosos de la ejemplaridad de esos hombres y mujeres haciendo todos los trabajos más duros: montando hospitales y evacuando enfermos por tierra, mar y aire; desinfectando residencias y mercados centrales".

"Atendiendo a personas mayores, acompañando a los que estaban solos. Rastreando contagios, trasladando, acompañando y velando a fallecidos por la pandemia a quienes no habían podido acompañar y velar sus familiares", incidió.

"Nunca los dejaron solos"

Las operaciónes levantadas para hacer frente al virus todavía continúan hoy. En la calle, en pueblos de todo el país, en residencias de ancianos, en morgues improvisadas. El Ejército estuvo allí donde fue necesario.

"Nunca los dejaron solos", dijo la ministra, "porque los sentían y eran uno más de su familia. Y todo ello de una manera callada, sin buscar protagonismo, haciendo gala de los valores que presiden el comportamiento de nuestros Ejércitos y Armada".

No quiso finalizar sin recordar que, mediante la Operación Balmis y la actual Misión Baluarte, "las Fuerzas Armadas han realizado el mayor esfuerzo militar en tiempo de paz de nuestra historia. Lo han hecho, con el objetivo de salvar vidas y ayudar a los ciudadanos. Sin preguntar quiénes eran, ni dónde estaban".

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