Han pasado siete días desde que Araceli recibiera la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus inoculada en España y, según las escasas cifras oficiales conocidas, el proceso de inmunización va a ralentí, con un ritmo muy inferior al esperado -y deseado-. 

Los problemas logísticos y la coincidencia con las fechas festivas son, a tenor de la justificación de Madrid y Cataluña, los causantes de que una semana después de que la primera remesa de vacunas de la farmacéutica Pfizer/BioNTech llegara a estas comunidades, solo han sido administradas un 6 y 13%, respectivamente. 

Hasta este domingo, han recibido la vacuna 7.774 catalanes, todos ellos residentes y trabajadores de geriátricos. La comunidad autónoma ha recibido unas 60.000 dosis, por lo que las administradas suponen apenas el 13 % del total. 

Las vacunas contra la Covid de Pfizer-BioNTech llegan a Salamanca. Efe

Estos números chocan con las previsiones que manejaba la Generalitat, que contaba con tener vacunadas en dos semanas a las 104.000 personas que viven y trabajan en las 1.408 residencias de la comunidad.

Fuentes del departamento regional de Salud justifican este retraso aludiendo a problemas logísticos y dificultades en los trámitesEntre estas dificultades apuntan, por ejemplo, a que el cierre fronterizo con Reino Unido han provocado que muchas neveras para transportar vacunas quedaran atrapadas en el túnel de Calais. Estas son, precisamente, las neveras que la farmacéutica Pfizer pide que se utilicen para mantener en buen estado las dosis de la vacuna y que sirven para repartirlas a todos los centros de vacunación.

De la misma forma, la concurrencia con las fiestas navideñas han provocado que los equipos de vacunación no haya estado plenamente operativos. Con todo, según las cifras disponibles en la web del departamento catalán de Salud, el pasado viernes 1 de enero únicamente dos personas recibieron la vacuna.

Una enfermera vacuna a una mujer en una residencia. EFE

Madrid: 6%

El proceso de inmunización en Madrid no ha ido mejor. Después de Nicanor, el primer madrileño que recibió el pasado domingo la primera dosis del fármaco en una residencia de Vallecas, únicamente 3.090 personas han recibido la vacuna en la comunidad. Esto supone únicamente un 6% de las 48.750 dosis que la región recibirá semanalmente hasta finales de marzo.

“No era la mejor semana”, justificó el viceconsejero de Salud Pública, Antonio Zapatero, este sábado en rueda de prensa, aludiendo a varios contratiempos como la falta de suministro del lunes -debido al retraso en el reparto de Pfizer- o la complejidad de vacunar en residencias en fechas como estas, ya que los mayores salen para pasar las fiestas con sus familias.

El retraso no presenta ningún problema para el Ejecutivo madrileño, sino todo lo contrario. “Nos ha venido bien para ver los tiempos y la logística", alegó Zapatero, asegurando al mismo tiempo que el ritmo de vacunación aumentaría esta próxima semana para administrar unas 15.000 dosis. 

Para afrontar este reto, sin embargo, la comunidad madrileña contará solo con cinco días, de lunes a viernes, ya que la consejería no ha reorganizado a la plantilla de sanitarios para trabajar los fines de semana. Sin embargo, en Cataluña, se vacunará a partir de este lunes todos los días de la semana, también festivos.

Une enfermera manipula una vacuna contra la COVID-19. EFE

El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, sin embargo, ofreció el pasado martes otras explicación. Según explicó, la región guarda la mitad de las vacunas contra el coronavirus que recibe para "garantizar así el stock para la segunda dosis necesaria".

Con todo, el Gobierno madrileño sigue quejándose de que es insuficiente el número de dosis que han asignado a la comunidad. “El Sermas (Servicio Madrileño de Salud) tiene capacidad para vacunar a más gente pero fundamentalmente estamos limitados por el número de vacunas que recibamos a la semana”, sostuvo Zapatero.

Tercera ola

Las justificaciones no han sido suficientes para callar las críticas. El infectólogo Robert Güerri se ha mostrado crítico con la gestión del Gobierno central y del catalán y ha pronosticado que los errores en la planificación tendrán consecuencias.

"Si no tenemos claro que hemos de vacunar, y que tenemos que hacerlo de forma masiva y lo más rápido y contundente posible, tendremos una tercera ola, que será muy dura, en dos o tres semanas. Y si no actuamos rápido, también una cuarta y una quinta", ha declarado.

En Cataluña, Àlex Arenas, profesor de física computacional de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona, asegura que la actual estrategia "es muy lenta" y que si se administran 60.000 vacunas semanales se tardarían 3 años en poner las dos dosis de la vacuna de Pfizer a cinco millones de personas en Cataluña.

Un enfermo de Covid-19 es atendido en la UCI del hospital Son Espases de Palma de Mallorca. EFE/Cati Cladera

El experto en estadística Gerard Giménez i Adsuar considera por su parte que "no se puede tolerar" que Cataluña avance a un ritmo tan lento de vacunación: "Tenemos que vacunar como si nos fuera la vida, porque nos va", asegura en Twitter.

También la presidenta de la patronal de residencias Associació Catalana de Recursos Assistencials (Acra), Cinta Pascual, ha alertado de que el plan de vacunación lleva 15 días de retraso y que, según los datos actuales, no se completará la fase de la primera dosis hasta el 15 de enero. "Al principio, tras la primera vacuna del 27 de diciembre, que fue el pistoletazo de salida, todo fue muy rápido, pero luego se paró de golpe, entre otras cosas por los problemas de logística de Pfizer", admite.

Sin datos oficiales

España, a diferencia de otros países, no ha informado de cómo está siendo el proceso de vacunación. El ministro del ramo, Salvador Illa, transmitió el pasado 16 de diciembre al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) que serían las autoridades sanitarias autonómicas quienes "deberán facilitar la información referente a la vacunación frente a la Covid-19".

"Tanto las Consejerías de Sanidad como los centros de vacunación de los servicios de Sanidad Exterior deberán enviar la información en el día hábil inmediatamente posterior a la vacunación, antes de las 15:00 h", reza la resolución. 

Aunque el Ministerio considera que "el procesamiento estadístico de estos datos y su representación geográfica se considera un elemento de gran utilidad en el seguimiento de la pandemia y en la toma de decisiones para su afrontamiento por las administraciones sanitarias", hasta el momento, no ha ofrecido ninguna información oficial al respecto. 

Sí lo están haciendo otros países como Austria, Estonia, Alemania, Grecia o Italia. El portal Our World in Data, de la Universidad de Oxford, recopila las dosis de la vacuna que se van administrando en cada país.