La presidenta de la Comunidad de Madrid ha pedido este lunes por la mañana que se cierre el aeropuerto de Barajas para vuelos procedentes de Reino Unido, el país en el que se ha localizado una cepa más virulenta del coronavirus. Isabel Díaz Ayuso se desmarca así de la estrategia marcada por la dirección nacional del PP, que simplemente piden "datos" al Gobierno de Sánchez para "coordinar una respuesta firme y rápida" al problema. 

La Comunidad de Madrid va a pedir este lunes que se suspendan de manera inmediata los vuelos entre la capital y Reino Unido debido a la virulencia del contagio. "Es nuestra obligación proteger a los ciudadanos y, hasta que se esclarezca todo, vamos a solicitar suspender esos vuelos", anunció la presidenta madrileña.

El mensaje que transmitió prácticamente al mismo tiempo el presidente del PP era otro. Desde Tarragona, Pablo Casado se ha sorprendido porque el Gobierno "no haya concretado cuáles son las medidas que va a poner en marcha para evitar a mutación del coronavirus de Gran Bretaña". Pero no exigió, como Ayuso, que se cancelen los vuelos entre España y Reino Unido.

A juicio del líder de la oposición, el Gobierno de Sánchez "llega siempre tarde" y "echa la culpa a los demás". Casado, de hecho, se pregunta en alto que si la movilidad interna en autonomías depende de los presidentes autonómicos y la internacional de la Unión Europea, "¿para qué está el Gobierno?".

El PP pide al Ejecutivo central que "no puede ocultar su responsabilidad" y le anima a que envíe "un mensaje de certidumbre" en vísperas de las fiestas navideñas. "A lo mejor Sánchez vuelve a aparecer para recibir las vacunas y hacerse la foto. Pero también debe dar la cara cuando crecen los contagios", remató. 

"Fuera de control"

La vicesecretaria de Política Social del PP, Ana Pastor, ha sido la primera líder conservadora en pedir al Gobierno que facilite a la oposición información, "todo lo que sabe" sobre la cepa de Covid-19 detectada en Reino Unido de "propagación exponencial" y que el ejecutivo de Boris Johnson ha reconocido "fuera de control". España, por el momento, aumenta los controles pero no cierra fronteras a los ciudadanos procedentes de las islas.

"Para tomar decisiones necesito información que no tengo", se ha quejado la diputada, que llama la atención sobre las medidas ágiles que han tomado, entre otros, Francia y Alemania para evitar el ingreso de británicos. "Nuestra política de control aeroportuario -ha opinado- deja mucho que desear". Entiende Pastor que ya se cometió un gran error no impidiendo en su día -febrero y marzo- los vuelos de China e Italia.

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