Ángel Garrido (Madrid, 1964) fue presidente de la Comunidad de Madrid durante el año y medio que transcurrió desde que Cristina Cifuentes dimitió e Isabel Díaz Ayuso amarró la Presidencia pero, un tiempo antes, tuvo a la actual presidenta como número dos en la consejería de Presidencia.

Tras superar el shock que supuso para él ocupar el agujero que dejó su amiga Cifuentes en la Puerta del Sol, pujó para que Génova lo eligiera como cartel electoral en 2019. Pablo Casado soltó amarras con el pasado y le aseguró un sillón en Bruselas que Garrido despreció por una oferta de Albert Rivera cuando el entonces presidente de Ciudadanos soñaba con superar en votos al Partido Popular.

El bofetón todavía duele en Génova, donde le reprochan "haber jugado sucio". Garrido reconoce que quizá las cosas se pudieron haber hecho de otra manera, pero reparte  la culpa: "Seguramente, el Partido Popular lo pudo haber hecho mejor". 

En esta entrevista con EL ESPAÑOL, el consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid se siente cómodo defendiendo el postulado de Inés Arrimadas y apuesta ciegamente por la política de consenso como la única fórmula para mejorar la vida de los ciudadanos: "El consenso es un valor y no una derrota ideológica".

¿Cómo va a pasar la Navidad?

Intentaré estar en familia, en la medida de lo posible, pero siendo responsable y cumpliendo con las restricciones que hay que mantener. 

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, apuesta por abrir perimetralmente la Comunidad antes de Navidad. ¿Lo comparte?

Nosotros siempre hemos apostado por la prudencia, pero estamos a la espera de lo que dictamine la consejería de Sanidad. Los políticos podemos dar las opiniones que nos parecen de sentido común pero, en materia de sanidad, la última palabra la deben tomar la Consejería y el Ministerio de Sanidad, cuando proceda.

¿Es seguro viajar en metro?

Todos los estudios dicen que es muy seguro. La seguridad 100% no existe en ningún ámbito de la vida, ni siquiera en esta conversación que estamos manteniendo usted y yo. Pero los estudios internacionales avalan que el transporte público es seguro, que la posibilidad de contagio está muy por debajo del 0,5% y, en el caso particular de España, solo cinco de los 8.500 casos que registró el Ministerio de rebrotes de coronavirus fueron en transporte público. Concretamente en Madrid no hubo ningún caso.

¿Cómo va la gente ahora a trabajar si no coge el metro?

Tenemos el 55% de la afluencia que teníamos hace un año, es decir, el transporte público no se ha recuperado. La movilidad en general se ha recuperado en un 80%, pero el transporte público está en torno al 55%.

El uso del vehículo privado ha subido hasta en ocho puntos, y también se ha incrementado el ir a trabajar andando o en bicicleta. Por lo tanto, yo diría que se coge menos el transporte público, se va algo más que antes andando, en bicicleta o en patinete y se usa bastante más que hace un año el vehículo privado.

A los miembros del gabinete de la presidenta les pediría que sean generosos con los demás

¿Comparte la estrategia de confrontación constante del Ejecutivo regional con el Gobierno central?

A mí no me gusta: no comparto una estrategia de confrontación en ningún caso. Creo que la tónica que debe imperar entre administraciones debe ser la contraria. A veces no somos conscientes de que, una vez que entramos a gobernar, dejamos de ser militantes de nuestros políticos. Por lo tanto, desde el Gobierno debe imperar lo contrario: el tratar de conciliar, el acuerdo, y dar un valor a ese pacto. 

¿Cómo ha cambiado Isabel Díaz Ayuso como presidenta a cuando fue su viceconsejera de Presidencia?

Ahora es la presidenta de la Comunidad de Madrid y es un cambio radical porque tiene más responsabilidades y, en la medida que tienes una responsabilidad mayor, cambias, eso nos pasa a todos.

Ahora tenemos menos relación personal, pero creo que en eso seguramente no habrá cambiado mucho: Isabel siempre ha sido una persona con la que se estaba a gusto hablando y esos valores de simpatía y de buen humor seguramente los mantenga.

Como expresidente de la Comunidad de Madrid, ¿le ha pedido consejo en estos meses de pandemia?

No, ningún consejo personal o particular. Hemos hablado siempre de lo que a mí me compete, que es el transporte, las infraestructuras y la movilidad, como a cada consejero pregunta de lo suyo. La relación que tenemos ahora es la de que somos miembros de un consejo de Gobierno que ella preside y en el que yo tengo unas competencias.

¿Le molestó que el día de la Constitución no le guardaran un sitio en el lugar reservado para los expresidentes?

Precisamente por ser expresidente tengo que estar por encima de esas pequeñas cosas, pero hay que cuidar las formas.

A los responsables de Protocolo y a los miembros del gabinete de la presidenta les pediría que sean generosos con los demás, porque no merece la pena no serlo y creo que los pequeños gestos de mezquindad son impropios. No me ha molestado, de verdad, pero les pediría que tuvieran una actitud más generosa conmigo y con todo el mundo.

El consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, este jueves durante la entrevista. Javier Carbajal

¿Ha hablado con Pablo Casado desde que abandonó el Partido Popular para sumarse a las filas de Ciudadanos?

No me ha llamado a mí ni yo a él para charlar largo y tendido sobre nada porque tampoco tiene sentido: él es el presidente del Partido Popular y yo milito en Ciudadanos. Excepto el primer encuentro, que no fue demasiado afortunado, en el resto hemos mantenido charlas breves pero cordiales.

Estamos todavía atravesando una pandemia, nadie entendería ahora un adelanto electoral en Madrid

Con la experiencia que da el paso del tiempo, ¿cree que se equivocó en la manera de abandonar el PP? Génova le afea que se enteró de su salida por la prensa.

Como todo en la vida, a toro pasado, cuando uno analiza algo, aciertas siempre. Seguramente todo se pudo hacer mejor, también por parte del PP que lo pudo haber hecho mejor.

Desde que se decretó el estado de alarma ha habido mucho choque entre los dos partidos que conforman el Gobierno. ¿Cree que el Gobierno de coalición va a terminar 2020 más débil de como lo empezó?

Yo creo lo contrario. En un Gobierno de coalición, que es una cosa inédita, sabíamos que resaltarían más las pequeñas diferencias que todos los acuerdos. Y es precisamente lo que ocurre. Llevamos centenares de acuerdos al consejo de Gobierno y solo sale el pequeño desacuerdo.

En este tiempo ha habido diferencias y las seguirá habiendo, porque somos partidos diferentes, pero no pasa nada, porque el Gobierno funciona y el 99,9% de las cosas en las que trabajamos salen adelante. Seguirá habiendo diferencias y no es malo que las haya.

¿Es partidario de agotar la legislatura o adelantar elecciones?

Estamos todavía atravesando una pandemia, nadie entendería ahora un adelanto electoral. Tenemos que afrontar la crisis económica que vendrá tras la sanitaria, y para lo único que no están los madrileños es para unas elecciones anticipadas. Están para que les demos estabilidad. Todo lo demás es un ejercicio de irresponsabilidad.

Todas las encuestas pronostican una subida de Isabel Díaz Ayuso y un derrumbe de Ciudadanos. ¿A qué cree que se debe esa tendencia?

En relación a las últimas elecciones generales, hay una tendencia a que Ciudadanos recupera buena parte del voto y a que el PP mantiene aquella parte que consiguió con el desplome de Ciudadanos en las últimas generales.

No hay ningún incremento del voto del PP sobre la media nacional, es lo que recuperó en las últimas generales. Y Ciudadanos tiene una mejora clara respecto al resultado de las últimas generales. Sufrimos una experiencia muy traumática en las generales y, a partir de ahí, hemos remontando con Inés Arrimadas, que está haciendo un trabajo excepcional de ubicar al partido donde debe, en el centro político.

¿Entiende entonces que estuviera negociando los Presupuestos Generales del Estado con Pedro Sánchez hasta el final?

Absolutamente. Creo que es lo que debía hacer: teníamos que darle la oportunidad de no ir con esos partidos que ni siquiera creen en España. Pedro Sánchez ha tenido la oportunidad de elegir y, si no lo ha hecho, es problema de él.

Nosotros no podemos permitir que valga cualquier cosa para unos Presupuestos: no todo vale ni con Sánchez en el Gobierno nacional ni con Vox en Madrid. Hay unos límites en los que nosotros tenemos que poner una barrera. 

¿Debería Ayuso ofrecer esa negociación, en primer lugar, a Ángel Gabilondo?

Corresponde al consejero de Hacienda liderar esta negociación, pero tiene que intentarlo con todo lo que se pueda. Si el PSOE tiene voluntad de apoyarlo, fenomenal. Y, si no, con Vox, pero nosotros vamos a poner límites.

Nos tenemos que encargar de que el Gobierno madrileño esté más en el centro que en la derecha

¿Cuáles son las líneas rojas a Vox?

Son líneas ideológicas, yo diría que casi patológicas: el colectivo LGTBI, la defensa de los derechos de la mujer... los han convertido en latiguilllos absolutamente absurdos que no se corresponde con la realidad social que vivimos.

¿Cree que Ayuso está más cerca a Vox o a Cs?

Ideológicamente, el PP de Madrid desde hace mucho tiempo está más cerca de Vox que de Ciudadanos. Y no hablo de Isabel Díaz Ayuso en concreto. Por eso también la presencia de Ciudadanos es muy importante en este Gobierno, porque nos tenemos que encargar de que este Gobierno esté más en el centro que en la derecha.

¿Ve mucha diferencia entre el liderazgo de Ayuso y el de José Luis Martínez-Almeida?

Lo veo yo y lo ve todo el mundo, que son dos personas con dos formas de hacer política muy distintas.

¿Con quién se queda usted?

No lo voy a decir porque lo dije una vez y parece que significa que no me gusta lo otro. Lo digo en genérico: me gusta el estilo de hacer política cercana, los políticos que consideran que el consenso es un valor y no una derrota ideológica.

Para mí alcanzar un acuerdo con alguien es una victoria, no es una cesión ni una derrota. Siempre apuesto por ese tipo de hacer política, y José Luis Martínez-Almeida me gusta mucho, pero no quiero que se lea esto en clave contraria de que no me gusta la forma de hacer política de Isabel Díaz Ayuso.

Ángel Garrido, en los pasillos de la Asamblea de Madrid. Javier Carbajal

¿Existe 'dumping' fiscal en Madrid?

No, es una frase absurda de la izquierda. El dumping existe cuando alguien hace cosas que los demás no pueden hacer y trabajan de una forma desleal. Si solamente Madrid pudiera hacer eso y las demás no pudieran tener la misma fiscalidad, entonces sí sería dumping fiscal. Pero si las demás no lo hacen los que se equivocan son los que no lo hacen.

Aquí hay un modelo fiscal y económico que funciona. En lugar de intentar dinamitarlo, deberían imitar nuestro modelo.

¿Entienden que PP y Ciudadanos renuncien a ir juntos a las elecciones en Cataluña?

Me ha parecido extraño que no fuéramos juntos, en coalición. La posibilidad de concurrir juntos solo tiene sentido en aquellos lugares donde está en riesgo el Estado de derecho y donde debe defenderse la Constitución. Hablo de País Vasco, Navarra y Cataluña, y ya está. Pero ahí es donde habría que haber hecho un ejercicio de responsabilidad y generosidad, pero el PP no lo ha hecho por razones tácticas. Y es un error por parte del Partido Popular.

Esa coalición resta en el resto de España. Hay muchas personas que jamás votarían una coalición de PP y Cs pero sí lo harían por separado, a PP o a Ciudadanos. Por lo tanto, no hagamos cosas que no tienen ningún sentido.

El Rey Emérito es un ciudadano español más y puede volver por Navidad si lo considera oportuno

No ve entonces en una misma lista electoral a Martínez-Almeida y Begoña Villacís.

Esto no es tampoco una cuestión de Villacís y Almeida, es del Partido Popular y de Ciudadanos. Y creo que la decisión de los partidos está clarísima. Son dos proyectos que, en muchos casos, pueden sumar. En Madrid, por ejemplo, funciona bien, pero son dos proyectos políticos que deben tener su desarrollo cada uno por su lado.

¿Deberían PP y Ciudadanos sumar a Vox en el hipotético caso de que las tres formaciones sumaran para echar al independentismo de la Generalitat?

Sin ningún género de dudas, en este caso, sí. Cuando está en riesgo el Estado de derecho, ahí, con toda claridad. No caben dudas.

El Rey Emérito acaba de abonar 600.000 euros a Hacienda para regularizar su situación fiscal. ¿Qué le parece?

El Rey Emérito, como contribuyente, se acogerá a lo que cualquier ciudadano pueda acogerse a la situación que tenga. No tengo nada más que decir.

¿La Monarquía está en riesgo?

No lo creo, porque tenemos la inmensa fortuna de tener a Felipe VI como rey de España. Y creo que es una inmensa fortuna porque es una persona inmensamente preparada para llevar la Jefatura del Estado con criterio, con sentido común.

Las monarquías pueden desaparecer si las heredan personas que no están a la altura de las circunstancias. Pero, en este caso, Felipe VI está mucho más que a la altura de las circunstancias y creo que hay españoles como yo, que no soy monárquico, que creen que la Monarquía es lo mejor que le puede pasar ahora a España.

Ayuso dijo que ella estaba de acuerdo con el contenido del manifiesto de los militares jubilados que decía que la democracia está en riesgo con el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. ¿Lo comparte?

Es un manifiesto lamentable e infumable que no se puede entender bajo ningún concepto.

Pero ¿cree que la democracia corre peligro con Sánchez e Iglesias en Moncloa?

Da igual, es que la opinión de los militares no es interesante. Ellos son quienes tienen que salvaguardar el Estado y nuestra seguridad, es un cuerpo armado y, por tanto, esas consideraciones están absolutamente fuera de lugar. Sin mencionar que se han vertido insultos y se han dicho cosas muy fuertes sobre que algo habría que hacer con un determinado grupo de españoles. Es lamentable.

¿Usted vería bien que el Rey Emérito volviera a Zarzuela por Navidad?

Es un ciudadano español más y puede hacer lo que considere oportuno.

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