La última vez que Pablo Casado y Santiago Abascal cruzaron la palabra fue el 22 de octubre, el día que se votó la moción de censura que el presidente de Vox presentó para derrotar sin éxito al Gobierno de Pedro Sánchez.

Los duros ataques que le propinó el presidente del Partido Popular desde la tribuna les distanció hasta este domingo, cuando decidió contactar con su rival para solidarizarse con el ataque que este sábado sufrió el negocio familiar del líder de Vox. 

A pesar del veto que el PP ha levantado a Vox, Casado ha mostrado su completo rechazo al ataque que ha sufrido la tienda de ropa que regentan su madre y su hermana en Amurrio (Álava): "Condeno rotundamente el ataque y espero que los agresores sean identificados y paguen por ello" dijo primero a Abascal y, posteriormente, en público. 

Además toda su "solidaridad", Casado ha ofrecido su "compromiso" para "acabar con esta violencia" manteniendo la Ley Orgánica 4/2015 de seguridad ciudadana, la normativa conocida como ley Mordaza para la que el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias buscan una sustitución. El portavoz nacional y alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, también se ha solidarizado con su rival político: "La violencia no tiene cabida en nuestras calles", dijo en sus redes sociales.

"Tres ratas"

El propio Abascal denunció públicamente este sábado por la noche el ataque: "Esta noche tres ratas encapuchadas han atacado el negocio de mi madre y de mi hermana apedreando cristales y dejando una pintada amenazante". El líder de Vox añadió que "mientras algunos se victimizan de manera falsaria, sus brigadistas atacan a los que previamente dominizan incluso a sus familias". 

Los agresores intentaron también sin éxito romper el escaparate del local, pero no consiguieron su objetivo, ya que el establecimiento cuenta con un blindaje en sus cristales desde 1999, cuando la banda terrorista ETA provocó un incendio dentro de la tienda con un cóctel molotov. 

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