El Ministerio de la Presidencia ha publicado este jueves en el BOE el Procedimiento de actuación contra la desinformación aprobado por el Consejo de Seguridad Nacional. El plan -que se basa en las directrices de la UE- tiene como principal objetivo combatir las fake news y campañas de desinformación que busquen desestabilizar las instituciones o procesos electorales.

El proyecto no lo dice expresamente, pero su principal función será controlar los diferentes canales de comunicación -incluyendo medios digitales y redes sociales- y buscar mecanismos de respuesta ante la propagación de fake news.

Mediante la articulación de diferentes procedimientos, con la participación transversal instituciones públicas y con varios niveles de acción, este plan identificará qué es -o no es- una fake news, evaluará si es una amenaza pública y posteriormente decidirá si hay que actuar para intentar suprimirla o si hay que emprender campañas de contrainformación para combatirlas.

En este sentido, sorprende que en todos los resortes que incluye este plan esté presente el Gobierno, incluso por encima de los organismos de seguridad o inteligencia. De hecho, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) está al mismo nivel de responsabilidad que otros organismos como la Secretaría de Estado de Inteligencia Artificial (SEDIA) o los gabinetes de comunicación de los diferentes ministerios.

Del mismo modo, el Ministerio de Defensa tendrá la misma influencia que el Ministerio de Asuntos Económicos, Presidencia de Gobierno, Interior o Asuntos Exteriores. En este sentido, la Secretaría de Estado de Comunicación (que depende directamente Presidencia y Moncloa) será quizás el órgano más importante en la lucha contra la desinformación, al mismo nivel del Consejo de Seguridad Nacional. 

Comisión Permanente

Entre sus principales novedades, el plan incluye la creación de una Comisión Permamente contra la desinformación que estará conformada por miembros del Departamento de Seguridad Nacional, el Centro Nacional de Inteligencia, el Gabinete de coordinación y estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad, la Dirección General de Comunicación, Diplomacia Pública y Redes y la SEDIA.

El objetivo es "asegurar la coordinación interministerial a nivel operacional en el ámbito de la desinformación".

El plan también incluye la colaboración del sector privado y los medios de comunicación. "Los medios de comunicación, las plataformas digitales, el mundo académico, el sector tecnológico, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad en general juegan un papel esencial en la lucha contra la desinformación, con acciones como la identificación y no contribución a su difusión, la promoción de actividades de concienciación y la formación o el desarrollo herramientas para su evitar su propagación en el entorno digital, entre otras".

"En este sentido, las autoridades competentes podrán solicitar la colaboración de aquellas organizaciones o personas cuya contribución se considere oportuna y relevante en el marco de la lucha contra el fenómeno de la desinformación", dice el documento.

Entre los objetivos de este procedimiento anunciado este jueves se encuentra establecer los niveles para la prevención, detección, alerta temprana, análisis, respuesta y evaluación; describir los cometidos específicos implicados para los niveles establecidos en la lucha contra la desinformación; y definir los mecanismos establecidos para el intercambio de información en los niveles estratégico, operacional y técnico.

También se busca determinar los mecanismos de evaluación de la implementación y funcionamiento del procedimiento; definir una metodología para la identificación, análisis y gestión de eventos desinformativos; y proponer el marco y la composición de un equipo de trabajo ad hoc para la elaboración y revisión de una Estrategia Nacional de Lucha contra la Desinformación.

Niveles de actuación

El procedimiento establece cuatro niveles diferentes de actuación que sirven tanto para detección de campañas de desinformación y su análisis ante unos posibles impactos en la Seguridad Nacional, como para el apoyo en la gestión de situaciones de crisis donde pudiera haber una afectación derivada de dichas campañas.

En el Nivel 1 se realizará la monitorización y vigilancia: detección, alerta temprana, notificación y análisis; se participará en el Sistema de Alerta Rápida de la Unión Europea (RAS) y activación de los protocolos; se investigará del posible origen, el propósito y seguimiento de su actividad y se tomará la decisión sobre su elevación o finalización.

En el Nivel 2 se hará la convocatoria, seguimiento y evaluación de la alerta por parte de la Comisión Permanente contra la desinformación; se hará el análisis de la situación y se apoyará la definición de propuestas de actuación, activación, en su caso, de una célula de coordinación contra la desinformación activada ad hoc por el director del Departamento de Seguridad Nacional.

Se tomara en este nivel la decisión sobre su elevación o la realización de una campaña de comunicación pública dirigida por la Secretaría de Estado de Comunicación en función de la naturaleza de la campaña de desinformación.



En el Nivel 3 se decidirá el nivel de información al nivel político-estratégico por parte de la Secretaria de Estado de Comunicación y se hará el seguimiento y evaluación de la alerta por parte del Comité de Situación o Comunicación pública acordada según orientaciones del Comité de Situación.

En el Nivel 4 se realizará la coordinación de la respuesta a nivel político por parte del Consejo de Seguridad Nacional en caso de atribución pública de una campaña de desinformación a un tercer Estado.

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