El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz ha recurrido su imputación en la pieza 'Kitchen' del caso 'Tándem' -que investiga el presunto uso fraudulento de fondos reservados para sustraer información sensible al extesorero del PP Luis Bárcenas- en un escrito en el que niega autenticidad a cuatro mensajes de texto que le implicarían en este asunto y que habría intercambiado con su número dos, Francisco Martínez.

Los mensajes fueron guardados por el entonces secretario de Estado de Seguridad, que incluso levantó acta notarial de los mismos.

En el recurso remitido al Juzgado Central de Instrucción número 6, la defensa impugna el valor probatorio de las comunicaciones, afirmando que al haber sido aportadas a la causa mediante archivos de impresión, "se desplaza la carga de la prueba a quien pretende aprovechar su idoneidad probatoria", por lo que considera imprescindible la práctica de una prueba pericial que acredite la realidad de estas conversaciones.

En uno de los mensajes aportados por el también imputado Francisco Martínez el exministro de Mariano Rajoy le señala al entonces chófer de Bárcenas, Sergio Ríos, como un elemento "importante" para averiguar cuestiones relativas al extesorero de los populares, según obra en el sumario.

En todo caso, la defensa de Fernández Díaz, que ejerce el abogado Jesús Mandri, señala que el exministro tiene una "absoluta disposición" a prestar declaración ante el juez del caso, Manuel García-Castellón, si bien en calidad de testigo, "pero no de investigado, pues de esta última derivan otras connotaciones y una estigmatización que en este caso no resulta justificada ni necesaria". Está citado para el próximo 30 de octubre.

"Inexistencia de indicios"

A lo largo de su escrito de 14 páginas, el letrado defiende la "inexistencia absoluta de indicios incriminatorios" respecto su cliente, a quien la Fiscalía Anticorrupción imputa indiciariamente los delitos de prevaricación, descubrimiento, revelación de secretos y malversación de caudales públicos.

Frente a ello, el abogado de Fernández Díaz alega que el juicio de imputación a su cliente "no se sustenta en auténticos indicios racionales de criminalidad sino en meras conjeturas", y más con una instrucción se supone que ya avanzada, que a juicio de esta parte exige un juicio de ponderación que "debe ser extremado" para evitar una investigación judicial prospectiva.

Así, sobre los mensajes con Francisco Martínez, Mandri insiste en que el exministro ni los envió ni los recibió, que solo constan impresos en dos actas notariales "que parece que se dan por buenos y se presume su autenticidad", siendo el resto de referencias a su cliente en el sumario "genéricas, vagas, imprecisas" y no sustentadas en elementos de los que pueda inferirse su participación en los hechos.

A ello se suma que los mensajes fueran borrados voluntariamente por el exsecretario de Estado tras sus comparecencia.

"Sin apodo"

Sobre los apodos utilizados en sus conversaciones por el excomisario en prisión José Manuel Villarejo, imputado por organizar el operativo de espionaje a Bárcenas, -como el de 'Asturiano', atribuido a Rajoy- la defensa de Fernandez Díaz recuerda que la propia Fiscalía apunta en un informe a diversas personas identificadas en la investigación con estos sobrenombres, ninguno de los cuales es su cliente.

"Esta circunstancia es muy significativa, es decir, no aparece su nombre en el listado de personas identificadas durante la investigación de la operación Kitchen", por lo que no entiende como el juez instructor le considera "centro nuclear" de la operación investigada.

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