La voz de Alberto Núñez Feijóo ha sonado entrecortada durante los 20 minutos que ha durado su intervención en su cuarta toma de posesión como presidente del Gobierno gallego. "Tomar posesión por cuarta vez es más emocionante que la primera", se ha justificado después. 

El presidente autonómico ha sido el protagonista de un emotivo acto en el Pazo de O Hórreo, una celebración institucional cargada de simbolismo en la que ha estado rodeado de sus más allegados, sus referentes políticos y numerosos cargos institucionales.

A consecuencia de la situación epidemiológica, Feijóo decidió prescindir de la ceremonia que solía celebrarse en la plaza del Obradoiro una vez concluida la toma de posesión en el Parlamento, pero no ha impedido que unas 50 personas lo acompañaran en su promesa del cargo bajo unas señaladas medidas de seguridad.

Feijóo se emociona al jurar el cargo en su cuarto mandado.

Junto a Núñez Feijóo, en primera fila, estaba su familia, las primeras personas a las que el presidente gallego se dirigió nada más concluir, ya que, como dijo, nunca olvidará "la aldea de la que vengo, la familia que me crió y la familia aumentada" que hoy tiene con el nacimiento de su único hijo, Alberto.

Al finalizar el acto protocolario, Núñez Feijóo también se dirigió a saludar de forma muy afectuosa al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, al líder de su partido, Pablo Casado, y a los presidentes autonómicos del PP que se desplazaron a la Comunidad gallega para respaldar al barón popular, que ostenta la mayoría absoluta más holgada de todo el país.

Moderación y estabilidad

En su intervención, Alberto Núñez Feijóo expuso las recetas que serán la fórmula de su Gobierno para conseguir que Galicia salga de la crisis del coronavirus en la que está sumida el país: "Moderación y estabilidad".

Esta estrategia marca una senda para su partido, donde se le ve como uno de los mayores abanderados del ala moderada. "La moderación no es debilidad, sino fortaleza", dijo el presidente gallego, al tiempo de subrayar también que "la estabilidad no es inmovilismo, sino un dinamismo asentado en bases firmes".

El popular prometió “cooperación” al Gobierno central, la cual "siempre es necesaria, pero se ha vuelto imprescindible en la actual situación”. Razón por la que la Xunta que él preside, ha dicho, “seguirá siendo una administración leal y colaboradora”.

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