La noticia de que el Tribunal de Apelación de París había abierto las puertas de la libertad al histórico etarra José Antonio Urrutikoetxea, alias 'Josu Ternera' ha provocado un clamor entre las víctimas del terrorismo de ETA. La posible decisión de la sala francesa de someterle a arresto domiciliario con salidas controladas ha generado una ola de "profundo dolor y decepción" entre víctimas de distintos colectivos. 

Desde la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) explican esa alarma que ha surgido entre un gran número de sus asociados, víctimas de la banda terrorista, ante la decisión de permitirle abandonar su domicilio monitorizado con una pulsera telemática para evitar su fuga.

"Han sido numerosas las llamadas que hemos recibido en la AVT de víctimas del sanguinario etarra lamentando esta decisión, incluso necesitando asistencia por parte de nuestro Departamento Psicosocial en varios casos", alertan desde la asociación.

Josu Ternera se encuentra en prisión en Francia desde mayo del pasado año. Allí espera todavía a que la justicia francesa decida si extraditarlo finalmente a España para responder por sus crímenes.

El plazo para analizar la situación del ex dirigente de la banda finaliza el próximo día 29 de julio. Hasta entonces, los miembros del tribunal tendrán que deliberar, pero por el momento la sala de instrucción del Tribunal de Apelación de París rechazó este miércoles su entrega a España  por crímenes de lesa humanidad.

A sus 69 años de edad, Ternera solo se pronunció durante la vista de esta semana para señalar su oposición a ser entregado a la justicia españolaEl veterano etarra fue detenido el 16 de mayo de 2019, tras casi diecisiete años seguidos de clandestinidad, en la localidad de Sallanches, en los Alpes franceses, y desde entonces está encarcelado en la prisión de la Santé de París.

"El temor de que vuelva a fugarse"

"Siempre queda el temor de que pueda volver a fugarse sin responder por las causas judiciales que tiene pendientes", explican desde la AVT.  Sobre las cuatro causas pendientes que tiene Josu Ternera en España, el tribunal parisino que se ocupa de su caso dio luz verde el pasado 8 de enero a la demanda de extradición de la Audiencia Nacional para que sea juzgado en España por su participación en el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza.

Los abogados del histórico dirigente de ETA anunciaron que recurrirían al Supremo. La resolución al respecto sigue pendiente.

El año pasado, tras la detención del etarra, desde la AVT se puso en marcha una campaña en la que varias víctimas del atentado perpetrado el 11 de diciembre de 1987 leían una carta rechazando la puesta en libertad de Ternera.

La misiva rezaba así: "En contra de lo que algunos pretenden hacer ver, Josu Ternera no es un hombre que ha trabajado por la paz. Todo lo contrario, es un hombre que durante décadas ha sido dirigente de una organización terrorista bajo cuyo mandato se han ordenado cientos de asesinatos. Si de verdad estuviera por la paz, no habría estado huido durante 17 años y se habría presentado ante la justicia para responder por sus crímenes". 

"Josu Ternera debe permanecer en prisión y no volver a salir nunca más. Igual que sus víctimas nunca saldrán de los cementerios”, seguía la carta. Hoy esas palabras, a juicio de las víctimas, cobran más actualidad y sentido que nunca.

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