Una multidud de dirigentes del PSOE no daba crédito este viernes y pensó, inicialmente, que se trataba de una broma del Día de los Inocentes adelantada unas horas. El Ayuntamiento de León, gobernado por el PSOE, había aprobado una moción para reclamar a las Cortes regionales y al Congreso que se reconozca a la "región leonesa" como una nueva comunidad autónoma. José Antonio Díez Díaz, el alcalde, salió después a saludar a numerosos vecinos que celebraban con banderas el éxito de la iniciativa. 

La nueva autonomía estaría integrada por las provincias de León, Zamora y Salamanca y buscaría paliar el abandono que muchos ciudadanos sienten respecto a Valladolid, actual capital de la comunidad, en la que se integran otras seis provincias (Valladolid, Palencia, Burgos, Soria, Segovia y Ávila). 

Un comunicado del PSOE en Castilla y León dejó claro que el PSOE "rechaza" la moción, iniciativa en realidad de Unión del Pueblo Leonés (UPL) en el consistorio. "La posición del PSOE es nítida en este sentido: respeto al Estatuto de Autonomía y blindaje de las autonomías en la Constitución Española tal y como aparecía en los programas electorales con los que el PSOE ha ganado todos y cada uno de los procesos electorales de este año en la provincia leonesa", según el texto. 

Una región poco cohesionada

Los socialistas son conscientes de que Castilla y León no es, ni mucho menos, una comunidad con una identidad cohesionada. León, que puede presumir de ser cuna de un reino con historia y tradición, cuenta con un claro malestar, cuyo grado varía por épocas, sobre la gestión de la comunidad y la responsabilidad que sus dirigentes tienen, teóricamente favoreciendo a otras provincias frente a las tres que formarían la "región leonesa".

La disputa viene de lejos. En los albores del Estado de las autonomías, diputados de Alianza Popular (el actual PP) presentaron un recurso de inconstitucionalidad contra el Estatuto autonómico pidiendo desgajar a León. No tuvo éxito y el Tribunal Constitucional falló en contra en 1984. En cualquier caso, la fragilidad del trazado de las autonomías quedó patente, no sólo en esa comunidad. 

"El PSOE respeta y es conocedor del sentimiento que existe en una parte de la sociedad leonesa desde el inicio de la Democracia. Sentimiento que se ha visto exacerbado por los sucesivos gobiernos de la Junta que, durante 30 años, han incrementado los desequilibrios entre territorios y el sentimiento de agravio entre los mismos", según el comunicado del PSOE. 

"Torpeza" y "astracanada"

Sin embargo, distintos miembros de la Ejecutiva federal consideran una "astracanada", una "locura", una "torpeza" y una "marcianada" el apoyo del PSOE a la moción, especialmente mientras Pedro Sánchez negocia su investidura con un partido independentista. 

"Es una cagada completamente extemporánea y sin otro recorrido que la frustración", explican fuentes del PSOE, advirtiendo del nulo éxito de la iniciativa. "El alcalde es uno de los tipos más torpes del PSOE", explica otro miembro de la dirección socialista. 

"Tanto el PSOE federal, como el autonómico y el provincial no apoyan, es decir, rechazan la iniciativa aprobada", en palabras de un portavoz oficial. "Hay locos en todas partes", lamenta otro dirigente. 

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