"¡Diciembre tiene 31 días! ¡2019 acaba el 31 de diciembre!". La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, explicaba este viernes a quien quisiera escucharla la voluntad del PSOE y de Pedro Sánchez de ser investido cuanto antes. Si es necesario, en plenas fiestas navideñas. 

Es difícil distinguir en las declaraciones públicas del núcleo duro de Sánchez cuanto hay de información sobre las negociaciones y cuánto de un deseo ansioso de que ERC se abstenga y actúe como llave maestra de la investidura. Tanto Sánchez como Calvo y buena parte del Gobierno y del PSOE exhibieron este viernes en la recepción de la Constitución en el Congreso un curioso optimismo sobre los contactos con ERC.

Adriana Lastra, número dos del partido y portavoz parlamentaria, explicó que habla con Gabriel Rufián "todos los días, pero no de ahora sino de hace mucho tiempo". No en vano, el portavoz de ERC en la Cámara Baja la ha elogiado muchas veces, asegurando que con quien él puede entenderse es con "el PSOE de Lastra" y no con el de Emiliano García-Page o Javier Lambán, presidentes de Castilla-La Mancha y Aragón. 

Lastra advierte "disposición real" de ERC a cerrar un acuerdo y añade que será sobre la "investidura", pero también sobre la "gobernabilidad". Y este último aspecto es muy relevante, ya que un Gobierno sin Presupuestos hará de Sánchez un pato cojo y la aprobación de tan solo unos Presupuestos darán al presidente del Gobierno gasolina en la Moncloa para varios años.

Algo en ese sentido sugirió la semana pasada María Jesús Montero, ministra de Hacienda, al decir que la "música" de los Presupuestos debe estar en las negociaciones. Montero, que parecía desaparecida de esta fase de contactos, está en realidad ultimando el programa de la coalición de Gobierno con otro dirigente en segundo plano en las últimas semanas: Pablo Echenique, diputado de Unidas Podemos. No está cerrado, pero el PSOE también asegura que está cerca. 

"Tres veces por semana"

Según Lastra, las reuniones con ERC están siendo provechosas y los equipos se verán "tres veces por semana" si es necesario para cerrar el acuerdo. Todo el PSOE, el que está implicado o cerca de las negociaciones, informa (o desea) que hará posible el acuerdo para que 2020 comience con un Gobierno en plenas funciones. 

Si hasta ahora la fecha límite parecía ser Nochebuena, con un debate y votaciones el 16, 17 y 19 de diciembre, ahora el PSOE contempla también aprovechar la siguiente semana, que comienza el 23 de diciembre, e incluso hasta la Nochevieja, que este año cae en martes, en caso de tener los votos. 

Así lo confirmaron el propio Sánchez al hablar de una posibilidad de investidura el "veintitantos" de diciembre y Calvo, aunque otros, como José Luis Ábalos o algún asesor del presidente ven completamente inverosímil una investidura con el turrón a medio digerir y la sitúan o inmediatamente antes de la Nochebuena o después de Reyes. 

Esperando a ERC

Todo dependerá de ERC ya que, una vez asegure su abstención, Sánchez podría olvidarse de cuadrar el calendario pensando en unas terceras elecciones (el tiempo empieza a correr en función del día en el que naufrague la investidura) y someterse al examen en el Congreso en cualquier momento. "No habrá terceras elecciones", volvió a repetir ayer en conversación informal con los periodistas. Cada día que pasa, y más negociando con ERC, convienen menos. 

Pero sobre ERC y el meollo de las negociaciones, todo es opacidad y nadie concreta qué tipo de foro o cauce novedoso y distinto a los que todos contemplan es viable para que los independentistas lo puedan exhibir ante sus bases y electorado como una victoria. La próxima reunión será el martes en Barcelona. 

Los dirigentes socialistas se limitan a repetir que será constitucional y que, en realidad, ERC no puede soñar un Gobierno más afín a sus intereses que uno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos con disposición al diálogo. Da la sensación de que, o bien el acuerdo está ultimado y asistimos a forcejeo teatral antes de la fumata blanca, o el PSOE peca de una enorme ingenuidad proyectando su análisis propio como si fuera el de una ERC que no deja de hablar de soberanía y autodeterminación. 

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