Tánger

"Estoy contento tras salir del juicio porque se demuestra que no he mentido, y lo más importante es que no se repitan los abusos ni conmigo ni con otras personas", declara a EL ESPAÑOL el joven marroquí M.B. (20 años) que denunció a Félix Ramos (38 años) por prometerle llevarlo a España a cambio de mantener relaciones sexuales cuando era menor de edad.

El Tribunal de Primera Instancia de Tánger dictó este jueves el veredicto de ocho años de cárcel para el ciudadano español por abuso de menores. Había sido detenido el 17 de junio y pasó cinco meses encarcelado a la espera del juicio, que comenzó el 3 de octubre.

En la última audiencia, que transcurrió a puerta cerrada en presencia de los abogados de las dos partes, el juez consideró que el denunciante es una víctima y que tendrá que seguir un tratamiento médico por las secuelas que le causaron los hechos cuando era menor de edad. Por ello, su abogada solicitó una indemnización de 500.000 dírhams (algo más de 46.000 euros). Además, el juez decretó el pago de un dírham simbólico para la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) que se unió a la defensa de la víctima junto a la ONG No toques a mis hijos, en el proceso desde el comienzo.

La víctima conoció a Ramos cuando tenía 14 años y le propuso trabajar con él como cámara de un programa de Youtube en el que colgaba publirreportajes de Marruecos. En el juicio quedaron señalados los hoteles en los que habían pernoctado en diferentes ciudades del país, como Fez, Marrakech, Chauen y Tánger. Asimismo quedaron reflejados los encuentros de Ramos con el menor en la residencia tangerina de la también española Manuela Vilches, que le entregaba la llave del piso superior del inmueble para mantener relaciones sexuales, en un país donde están penadas las relaciones entre personas del mismo sexo.

La presencia de Falete

La defensa pudo demostrar que la víctima frecuentaba la casa de Vilches en compañía de Ramos, y que consumía alcohol a pesar de ser menor, además de que pernoctó en la residencia con el acusado y otros de sus invitados, como es el caso del cantante español Ricardo Ojeda, conocido artísticamente como Falete, a quien la víctima denunció igualmente.

Durante el juicio, quedaron demostrados los viajes de Falete a Marruecos acompañando a Ramos, que le habría entregado al denunciante para mantener relaciones varios días a cambio de 2.000 dírhams (185 euros), como declaró en la denuncia M.B. De hecho, el cantante mantuvo posteriormente correspondencia por WhatsApp con el denunciante donde le solicitaba que grabase vídeos enseñando partes de su cuerpo y con posturas pornográficas a cambio de 60 euros. En el juicio se estimó escribir un petición a España para continuar las investigaciones que implican a Falete en los abusos de menores.

La otra persona señalada es María Rodríguez Almendros, fundadora y presidenta de la asociación Ningún Niño sin Techo, de Tánger, desmantelada por las autoridades locales en el mes de julio tras la detención de Ramos, ya que uno de los menores abusados residía en este centro de menores marroquíes.

La defensa considera que Rodríguez Almendros "era responsable de los menores" y que "sabía lo que ocurría hace más de cinco años". Además, mostró al juez que "tenía a los niños como un espectáculo". De hecho, ante la claridad de las pruebas, el magistrado desestimó la comparecencia de algunos de los menores, ahora realojados en otros centros de menores de Tánger, que acudieron al juicio con intención de testificar.

"Me gustaría volver a España"

Manuela Vilches y María Rodríguez Almendros, que en todo momento han defendido a Félix Ramos, abandonaron Tánger cuando le detuvieron y regresaron a España. Desde entonces, han enviando audios y han escrito en las redes sociales acusaciones sobre la investigación policial, difamando a los periodistas y llegando a anunciar una falsa liberación del condenado, además de escribir al embajador de España en Rabat.

Félix Ramos ya fue condenado a tres meses por estafa a un empresario belga de origen marroquí y a un francés residente en Marruecos, a quienes timó 3.000 y 8.000 euros por la venta de productos de la Guardia Civil y el ingreso en la asociación de Huérfanos de esta entidad.

Ramos justificó los desnudos de chicos menores en su poder aludiendo que eran para una agencia de modelos en España, coartada que el juez descartó al tratarse de fotos muy comprometidas. "Señoría, a mí me gustaría volver a mi país", fueron las últimas palabras de Félix Ramos en el tribunal este jueves, antes de que el juez dictase la sentencia que le condena en firme a ocho años de prisión.

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