Tánger

Poco después de que la furgoneta de la Policía marroquí cargase a los menores de la ONG Ningún Niño Sin Techo, su fundadora y directora, María Rodríguez Almendros, dejaba Marruecos camino de España. Según ha sabido EL ESPAÑOL en fuentes judiciales, la Policía tenía intención de retirarle el pasaporte mientras siguiera en marcha la investigación.

En Marbella, donde tiene residencia desde 1982, aseguró el miércoles que había viajado “por motivos de salud”. Dejó a su suerte a los pequeños, que fueron destinados a otros centros, y abandonó a los jóvenes que crecieron en la residencia Al Amal, sede de la asociación que acogió durante 14 años a niños de familias marroquíes desestructuradas en el barrio tangerino Val Fleuri.

Uno de los jóvenes sufre doblemente el desmantelamiento de la ONG porque, además de crecer en la casa, el martes por la tarde vio como la Policía se llevaba a sus dos hermanos pequeños para realojarlos en otros centros de la ciudad.

Desalojo de jóvenes en la ONG Ningún niño sin techo

La ONG se vio involucrada en la detención de Félix Ramos el 18 de junio por presuntos delitos de “abuso de menores” y “trata de personas”. Ramos conoció al denunciante cuando fue a grabar a la residencia de la ONG. Entonces el joven tenía 14 años. Tras la detención de Ramos llamaron a declarar a la responsable de Ningún Niño Sin Techo, que había llegado el día anterior de Marbella, donde preparaba una gala que se tenía que haber celebrado el 29 de junio en Tánger. Las autoridades marroquíes prohibieron finalmente esa gala, dejando a su suerte a 70 españoles invitados con los cargos de hotel y la entrada comprada por un importe de 50 euros.

Famosos y menores

María Rodríguez testificó en la comisaría, en presencia del denunciante, un menor interno que residía en la organización en el momento de los hechos. “Conté mi verdad”, aseguró en aquel momento la presidenta. Sin embargo, según pudo conocer EL ESPAÑOL, en su testimonio mantuvo que las personas famosas que recibía en la casa de la mano del ahora detenido Félix Ramos no se habían llevado a ningún menor. Ese extremo lo desmienten las imágenes del supuesto pederasta rodeado de niños de esta organización, compartidas en las redes sociales a lo largo de estos años. 

Las fotografías coinciden con lo denunciado por la víctima, M.B. de 20 años, que conoció a Ramos cuando tenía 14 años, y “vino a la casa para hacer un reportaje”. Le propuso al chico “enseñarme a ser cámara; y me prometió que cuando tuviera una base, me daría trabajo en la televisión de Marbella y me iba a comprar una casa”. 

El joven también relata con detalle una fiesta de fin de año en casa de Manuela Vilches, una galerista marbellí que hasta la detención de Ramos vivía también en Tánger. El denunciante acudió acompañado de otro menor acogido por Ningún Niño Sin Techo y la tutora de la ONG. 

Varios empresarios marroquíes coinciden en señalar a EL ESPAÑOL que Félix Ramos iba de fiesta acompañado del menor. Incluso, “le buscó trabajos mientras le arreglaba la documentación para pasarlo a España”, detalla el gerente de un restaurante en Tánger.

Otros menores víctimas

Hay varios casos registrados de relaciones o abusos a menores en la casa. Según las fuentes consultadas, María Rodríguez ha contado a sus amistades que tuvo que expulsar a una voluntaria española que impartía clases de informática porque “les daba a fumar hachís a los chicos y se encaprichó de uno de ellos”.

Según consta en la denuncia, al menos otro chico acogido por la ONG, mayor de edad, mantenía relaciones sexuales con Ramos hasta su detención. Y con anterioridad a Ramos, una educadora mantuvo relaciones sexuales con el menor que ahora ha denunciado. Además, la ONG marroquí No toques a mi niño, que lleva el caso, informó de que un ciudadano marroquí cumple prisión por abusar de otro menor del centro.

El hermano del denunciante corrió mejor suerte. Se trata del “protegido” de la presidenta. Ingresó en la asociación con 11 años y actualmente estudia en la universidad en España, con la residencia, los estudios y los gastos pagados, a pesar de que ya es mayor de edad y no reside en la casa cuando viaja a Tánger.

Además de la cuota de los socios, de las aportaciones de amigos y la solidaridad de algunos empresarios, la ONG de María Rodríguez recibía ayudas económicas de otro centro que le había derivado niños. 

Mala gestión y problemas 

Tras la detención de Félix Ramos en el mes de junio, María Rodríguez estaba entre los investigados y manifestó su malestar por las repercusiones que el caso podría tener en la ONG, a pesar de que poco tiempo antes había contado a sus amistades que tenía intención de cerrar el centro durante los meses de verano. 

Uno de los famosos españoles que visitaba frecuentemente la casa y llegó a presentar alguna gala benéfica confesó a EL ESPAÑOL en un conversación telefónica que los niños no hablaban bien del centro y que a él no le gustaba la gestión. Según la misma fuente, los chicos se quejaban de que “ella viajaba con su perro y los dejaba a ellos solos sin dinero”. 

En este último trimestre,  María Rodríguez recibió una notificación judicial del propietario de la casa de acogida por deber seis meses de alquiler. Y desde Marbella, algunas de las personas que colaboraban con la organización, le habían solicitado las cuentas y como no habían conseguido que se las entregaran, tenían intención de cambiar la manera de subvencionar a la ONG, dirigiendo el dinero directamente a los colegios.

Tras conocerse que las autoridades estaban detrás del centro, una invitada a la gala que no se llegó a celebrar, manifestaba indignada: “Rechazamos y repudiamos todo este tipo de actos que han ocurrido”.