El manual suele aconsejar prudencia al candidato que reine en las encuestas y más aún si concurre desde el Gobierno. Las dos circunstancias se dan en esta ocasión y, quizás por ello, Pedro Sánchez ha decidido que sólo participará en un debate, que será el 4 de noviembre (el lunes antes del domingo electoral) y en un formato "neutral".

En la práctica, eso significa abrir las puertas a que lo organice la Academia de la Televisión, presidida por María Casado, que ya ha sido la organización anfitriona en otras ocasiones, y rechazar salomónicamente favorecer a RTVE, Atresmedia o Mediaset. Dependiendo de las negociaciones, los tres grupos de comunicación podrían repartirse la moderación aportando un presentador cada uno. 

Pero además de lo que dicen los manuales, Sánchez sabe que no se le dan bien los debates. Ni la decisión sobre en cuál participar ni finalmente enfrentarse al duelo a varias bandas.

En la campaña de abril, el líder del PSOE impuso uno solo, en Atresmedia y a cinco, con Santiago Abascal, el líder de Vox. La Junta Electoral y su propio partido frustraron sus planes en un momento cardíaco para el equipo de campaña socialista. Fue, quizás, el único error considerable de su estrategia, ya que se dio la imagen de que Sánchez daba oxígeno a la extrema derecha en beneficio propio y además ninguneaba a la televisión pública. Finalmente, la Junta Electoral y sus rivales le obligaron a participar en dos citas dos días consecutivos, uno en RTVE y otro en Atresmedia, pero a cuatro, ya que Vox no era entonces una fuerza parlamentaria de ámbito nacional con la suficiente representación. 

El PSOE tiene claro que, entre Pablo Iglesias y Sánchez, en los últimos dos debates el ganador fue el líder de Unidas Podemos. Fue más hábil, logró ser eficaz ofreciendo una imagen de moderación y el secretario general del PSOE, asediado por todas partes, no fue capaz de brillar en casi ningún momento. En Ferraz atribuyen a los debates que Iglesias no cosechase un peor resultado el 28 de abril y creen que a Unidas Podemos se le dan bien las campañas. 

El sueño de debatir con Abascal

Sánchez cumplirá, por fin, su sueño de debatir con Abascal. En abril, buena parte de la campaña del PSOE basculaba en torno a la amenaza de la extrema derecha, pero ahora Vox está en buena parte de las instituciones, apoya Gobiernos de PP y Ciudadanos y no da tanto miedo. En cualquier caso, el debate servirá para que el jefe del Ejecutivo pueda polarizar con lo que él considera "las tres derechas" y advertir del peligro de no otorgar al PSOE una mayoría suficiente. 

Los demás partidos aceptaron este jueves la imposición de Sánchez a regañadientes. "Aceptamos un debate a cinco en el que participará Pablo Casado. Ese debate debería celebrarse tras conocer los datos del paro, a partir del 5 de noviembre, para que los españoles puedan verlo conociendo el balance en esta materia de Sánchez. Solicitamos un cara a cara entre Casado y el candidato socialista", explicó el Comité de Campaña del PP en un comunicado. 

No a un cara a cara

Pero Sánchez no quiere un cara a cara con Casado, ya que (volviendo al manual de campaña), el líder del PP tiene más posibilidades de aprovecharlo mejor. Además, Casado ha demostrado en el Congreso ser un buen orador, ser capaz de hablar sin ningún papel y resistir bien a las provocaciones de las bancadas rivales. Sería un hueso duro de roer para Sánchez que, sólo con aceptar la invitación, estaría legitimando a Casado como alternativa al PSOE. Y, precisamente, los socialistas defienden que no hay ni puede haber ninguna alternativa a su candidato. 

Podemos consideró "lamentable" que Sánchez sólo haya aceptado participar en un debate. "¡Qué pena!", dijo el secretario general de Unidas Podemos en el Congreso de lo Diputados, Txema Guijarro, en declaraciones a los periodistas. En abril fueron dos, por lo que los morados lo consideran un retroceso. 

La audiencia quiere debates

"La audiencia de aquellos debates demostró que los ciudadanos quieren que haya debates. Desde Podemos siempre defenderemos la celebración de debates electorales, y hacemos un llamamiento al resto de partidos que como mínimo se celebren dos durante esta campaña".

Por su parte, Ciudadanos y Vox se han mostrado dispuestos a participar en el debate a cinco, pero recuerdan que ellos también defienden que haya más de uno. "Ciudadanos siempre participa en los debates. Nuestra propuesta fue la celebración de dos", aseguraron fuentes de Ciudadanos. 

Problema con RTVE

La decisión de Sánchez sobre el debate no gustó en RTVE. "Si finalmente se realiza un solo debate, éste debe ser con los medios de Televisión Española, Radio Nacional y RTVE.es, los canales públicos que pertenecen a toda la ciudadanía y el lugar por excelencia para el contraste público de ideas y proyectos", se puede leer en un comunicado del Consejo de Informativos de este jueves.

"RTVE debe ser el principal medio de referencia informativa, en consonancia con la apuesta que hacen los principales países europeos por los medios públicos. Sin olvidar que realizar el debate de candidatos en RTVE permitirá también que los españoles residentes en el extranjero puedan acceder gratuitamente a este relevante debate" sigue. Sánchez ya optó por un medio privado en abril y fue arrastrado a la pública por sus rivales. Ahora, prefiere un terreno "neutral" a RTVE, algo que puede parecer chocante para los socialistas que defienden la casa como un medio de todos los ciudadanos por excelencia.

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