Casi la mitad de las comunidades autónomas comenzará el año que viene sin Presupuestos porque el panorama político se ha complicado ante la proximidad de las elecciones autonómicas de mayo por la complicada relación entre los partidos que han sido socios de gobierno. Es el caso de las comunidades gobernadas por socialistas, donde algunos barones ya se han negado a pactar con Podemos.

El aragonés Javier Lambán y Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha son dos de los barones socialistas que prorrogarán sus cuentas. Los dos concluirán una legislatura en la que han tenido muchas dificultades con Podemos para lograr sacar adelante los presupuestos anuales, varias veces fuera de plazo, y no parece que en víspera de elecciones vayan a encontrar más facilidades.

En el caso del presidente aragonés no ha llegado si quiera a presentar el proyecto ante las Cortes de Aragón: Podemos le ha señalado unas condiciones mínimas para sentarse a hablar y el presidente dice que no negocia con líneas rojas.

Además, tanto Lambán como Page han cerrado también filas hacia los partidos separatistas como socios para sacar los PGE. Y han adoptado una postura crítica hacia el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, por apoyarse en ellos.

En plena celebración del Consejo de Ministros del 21-D, Lambán adviritió a Sánchez de que no va a admitir "transacciones" con el separatismo, al que hay que combatir por la vía política, judicial y cultural.

Preguntando en el Pleno de las Cortes de Aragón a varias preguntas sobre la situación en Cataluña Lambán precisó que el problema del separatismo catalán se viene arrastrando "desde hace años" porque los sucesivos Gobiernos de España se han "replegado" de este territorio. E insistió en que no admitirá "ningún tipo de bilateralidad" más allá de la que fije la Constitución Española.

También Page ha llegado a afirmar en las últimas semanas que "los presupuestos son muy poca cosa para venderse al nacionalismo o al independentismo" y que, si no salen adelante, es "verosímil" que haya elecciones generales en otoño del próximo año.

"Acumular dos presupuestos fracasados es incomprensible", señala y considera que "si el secesionismo acepta unos presupuestos estaría legitimando las instituciones del Estado, pero si se ponen duros, el Estado no puede mercadear con la soberanía nacional".

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