Este jueves, María Marcos Salvador (Villafáfila, Zamora. 1961) trabajó hasta por la noche en la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), donde era la jefa del departamento. En esa unidad, "muy operativa", según explica por teléfono, se encargaba de liderar investigaciones al servicio de la Comisaría General de Policía Judicial sobre los delitos que copan las páginas de sucesos: robos y atracos, homicidios, secuestros y extorsiones, dopaje y hasta contra la propiedad intelectual. 

Su vida cambió radicalmente este viernes, cuando el Consejo de Ministros decidió nombrarla directora del Departamento de Seguridad de la Moncloa. A partir de ahora, la seguridad de Pedro Sánchez depende directamente de ella. En España y en el extranjero. También la de la vicepresidenta, Carmen Calvo, la familia del presidente y los recintos del complejo presidencial. 

Por primera vez una mujer accede a ese cargo. "Se ha roto otro techo de cristal", asegura. Y ocurre bajo el Gobierno con más ministras de la democracia y de los que más proporción de mujeres integra en sus primeros niveles en el mundo. 

"La situación está cambiando"

Marcos viene de una responsabilidad muy intensa luchando contra los delitos más oscuros. Ahora pasará a dedicarse a la prevención. "Es un reto profesional por lo que significa y es otro ámbito", explica. Pero ella ya está acostumbrada a las labores de protección y recuerda especialmente los años que se pasó en Seguridad Ciudadana en Barcelona, donde ha residido muchos años. 

Durante su ya larga trayectoria acumula varias distinciones. En 2014, la UDEV fue galardonada por la Europol como la mejor unidad europea de investigación de delitos contra la propiedad intelectual. En ese año también fue la primera mujer en asumir la Jefatura Provincial de la Policía en Castilla y León y la segunda en el conjunto de España, según informa la Moncloa. 

Que las mujeres dejen de ser la noticia

Marcos es consciente de que su cargo puede servir para visibilizar la normalidad de las mujeres en altas responsabilidades policiales, que hasta ahora sigue siendo noticia porque a algunos puestos, como al suyo, nunca había llegado una antes.

"La situación está cambiando y la prueba es que me acaban de nombrar, pero somos ya unas cuantas mujeres. Ahora mismo, somos siete las que tenemos el rango más alto de la policía, el de comisaria principal, y hay una veintena de comisarias". La cifra dista mucho de ser paritaria, ya que por esas siete hay unos noventa hombres.

"Queda trabajo, pero tengamos en cuenta que las mujeres empezamos como inspectoras en la Policía en el año 1979. Los hombres han estado los 200 años de antigüedad de la Policía", recuerda con una sonrisa. "Cuando ingresamos en aquel momento no podíamos entrar todas las que queríamos sino que había plazas restringidas, aun pasando las mismas pruebas que los hombres", lamenta.

El cuerpo está formado muy mayoritariamente por hombres, pero Marcos cree que es sólo una cuestión de tiempo. "¿Hay naturalezas masculinas en determinados trabajos?", se pregunta de forma retórica. "Mientras haya gente que crea que esto es una profesión más masculina que femenina, será difícil avanzar. Es una profesión para gente a la que le gusta. Hombre, mujer, alto o bajo, de cualquier parte de España".

Agresión a Rajoy o aviones oficiales

Marcos va a tener mucho trabajo. De ella depende diseñar estrategias de seguridad propias, planificar las necesidades de cada acto público del presidente y encargarse de que el palacio de la Moncloa sea un oasis a prueba de sabotajes o atentados. 

Protegerá a Sánchez, a su familia, que vive en la Moncloa, y a la vicepresidenta del Gobierno en coordinación con el Ministerio del Interior. 

En los 100 primeros días de mandato de este Gobierno, la seguridad ya ha sido fuente de controversia. Sánchez viajó a Benicassim (Castellón) en un avión oficial con una agenda pública muy reducida y protocolaria que culminó con una noche en el Festival Internacional de Benicassim (FIB), un acto eminentemente personal. La polémica se originó cuando el presidente tuvo que justificar su agenda bajo sospechas de que, en realidad, había utilizado recursos públicos para un viaje diseñado con la actividad privada como plato fuerte. Entonces, él aseguró que es precisamente el departamento de Seguridad de la Moncloa el que recomienda hacer esos desplazamientos en avión. 

Marcos no se pronuncia al respecto y asegura tener plena confianza en los "magníficos profesionales" del complejo y los responsables que le precedieron. "Si tomaron esa decisión, no me cabe ninguna duda de que estuvo fundada", según ella. Del mismo modo, Marcos todavía no sabe si cambiará algo en los protocolos que, en el pasado, no pudieron evitar que un joven golpeara a Mariano Rajoy en un paseo por Pontevedra. La madre de la seguridad es la prevención y para garantizarla hace falta información caso a caso.

"Acabo de llegar", se excusa. Aún no le ha dado tiempo ni de conocer a sus nuevos compañeros. "Anoche todavía estaba trabajando con mis queridos compañeros de la UDEV en varias investigaciones en el complejo de Canillas", en Madrid, cuenta. 

Pero en su primer día de trabajo ya ha tomado la decisión de hablar de un asunto que le interesa: la visibilidad para las generaciones de mujeres más jóvenes. "Las mujeres pueden desempeñar cualquier profesión que les agrade. No hay profesiones de chicos y chicas sino para quien le guste. Lo importante es hacerlo lo mejor posible sabiendo que ninguna profesión te va a quitar nada. Yo sigo haciendo una vida normal, con mis amigas y amigos, mi marido o mi hija. Llevo una vida como cualquier otra persona. Mi vida profesional no me ha quitado nada sino que me ha enriquecido mucho como persona". Ahora, protegerá al presidente. 

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