Daniel Basteiro Daniel Ramírez

Una palabra flotaba en el solemne salón de Pasos Perdidos del Congreso de los Diputados en la mañana de este jueves. El Gobierno, el Senado y la propia Cámara Baja presentaban los actos por el 40 años de la Constitución para reivindicar la "concordia" y la "reconciliación", según dijo Ana Pastor, presidenta del Congreso, o que desde la Carta Magna España podrá "alcanzar nuevos y grandes consensos pero siempre que seamos capaces de dialogar", en palabras de Pedro Sánchez. 

"Cataluña" sobrevolaba el acto sin ser nunca mencionada y acaparaba todas las indirectas. Pero en los corrillos, en esas conversaciones informales con los periodistas, lo que había entre las fuerzas constitucionalistas era todo menos consenso y acuerdo. 

El protagonismo lo acaparó la propuesta de Pastor de invitar a Quim Torra, president de la Generalitat, a un debate en el Congreso para presentar su propuesta para Cataluña, la misma que a diario rechazan de plano los principales grupos de la cámara. Todo en una semana en la que Torra pronunció un discurso con renovadas amenazas contra el Estado en el que aseguró que no aceptará una sentencia que no absuelva a los líderes independentistas procesados en el Tribunal Supremo. 

La iniciativa personal de Pastor ha generado más de una decena de versiones contradictorias en cada partido sobre si la consultó con el Gobierno, los grupos parlamentarios o su propia formación política.

Las informaciones emitidas por el propio equipo de Pastor este miércoles en las que se mostraba dispuesta a invitar a Torra incluso aunque no hubiese votación al final fueron otro de los motivos de controversia. El lehendakari Juan José Ibarretxe trajo su plan para Euskadi al Congreso, que votó en contra. Carles Puigdemont se negó a acudir tras ser invitado precisamente para no ver cómo una mayoría de la cámara rechazaba sus propuestas. ¿Estaba Pastor ofreciendo a Torra el Congreso a modo de teatro en el que representar una obra sin someterse al veredicto de los representantes de la soberanía popilar?

La presencia de Torra en el hemiciclo y con qué formato es, en estos momentos, toda una incógnita en pleno lío sobre la conveniencia de que acuda, con qué condiciones y para qué tipo de debate. 

Los pasos atrás de Pastor

Pastor dio varios pasos atrás este jueves para tratar de sofocar el incendio provocado. En su partido han asegurado desde el lunes que la iniciativa es suya propia y que no la consultó con Pablo Casado, el presidente del PP, antes de soltarla en un desayuno informativo este lunes. Lo mismo aseguraban las fuentes del entorno de Pastor hasta este mismo miércoles. Pero el jueves, la versión era otra. "Hablé antes, durante y después de mis declaraciones, como hoy por la mañana también", dijo Pastor sobre Casado en términos generales. Pastor ya no asegura estar dispuesta a un debate sin votación, como explicaban fuentes de su entorno el miércoles, sino que lo deja abierto y sujeto al Reglamento y los órganos de la cámara.

En el PP se considera que todo diálogo con Torra es una "farsa" e "imposible" porque los independentistas son "insaciables", según dijo Alicia Sánchez Camacho, portavoz popular en la comisión de Política Territorial, este miércoles. El partido de Pablo Casado apuesta por una gran firmeza contra el independentismo, en directa competencia con Ciudadanos por colocar sus mensajes, y ha criticado las negociaciones del Gobierno y la Generalitat así como todo ofrecimiento de un altavoz a Torra para que siga desafiando al Estado. 

Las versiones del Gobierno

El Gobierno, tal y como ha informado este periódico, defendía hasta este mismo miércoles que Pastor no había informado al Ejecutivo de su iniciativa. "El Gobierno se enteró cuando lo anunció Pastor". Es decir, por la prensa. 

Este jueves, las versiones eran otras y no coincidentes. Un asesor del presidente explicó que Pastor siempre consulta ese tipo de iniciativas "con miembros del Gobierno y con los grupos parlamentarios", y recordó que el PSOE impulsó antes de la moción de censura una comisión en el Congreso en la que la posibilidad se ha evocado en varias ocasiones. 

Otro alto cargo de Moncloa explicaba que la prioridad del Gobierno es que Torra inicie un debate entre catalanes en el Parlament de Cataluña antes de ir al Congreso a presentar el resultado de ese debate. 

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