Son cincuenta metros en los que se escurre la historia de una desaparición, en un pueblo de Badajoz (Hornachos) que un año después todavía se pregunta qué ha sido de Francisca Cadenas Márquez. La mujer, de 59 años, casada y madre de tres hijos, salió de casa a despedir a unos amigos y nunca regresó. "Vuelvo enseguida", dijo a su familia antes de desaparecer con sus mallas deportivas, su camiseta rosa de manga corta y zapatillas. Desde entonces, batidas vecinales, registros en pozos, interrogatorios y un amplio dispositivo policial coordinado por la Guardia Civil. Esfuerzos, en definitiva, que ahora permanecen ocultos bajo el secreto de sumario decretado recientemente, pero que aún no han conducido a grandes avances en la investigación: nadie tiene ninguna certeza sobre el paradero de Francis.

Batida vecinal para encontrar a Francisca Cadenas del 20 de mayo de 2017

*Labores de rastreo pocos días después de la desaparición.

"Será un día muy, muy duro cargado de emociones y sentimientos encontrados, toca volver a recordar todo de nuevo", sostiene su hijo, José Antonio Meneses. En su horizonte se dibuja este 9 de mayo, fecha en la que se celebrará, a las 21.00 y en la plaza de España de Hornachos, una concentración para recordar la figura de Francis; para pedir, también, un mayor despliegue policial en su búsqueda.

Los asistentes al acto rememorarán lo que ocurrió hace exactamente un año, el 9 de mayo de 2017. "Pensar que ese día no sucedió, que el tiempo se paró... Pero no es así, sucedió y es una realidad con la que tenemos que vivir y sobrevivir", apunta el hijo de Francis, José Antonio, en la convocatoria que ha movido a través de redes sociales.

Los últimos pasos de Francis

Vayamos, pues, a esa jornada de hace un año en la localidad pacense de Hornachos Poco más de 3.600 habitantes. Francisca Cadenas, a la que amigos y familiares conocen como Francis, cuidaba en su vivienda de una niña de 3 años. La mujer, de 59 años, es ama de casa. Está casada con Diego Meneses, de 62 años, un agricultor entregado a su trabajo, y entre ambos han criado a sus tres hijos. Volcaba su existencia en el cuidado de su madre.

Francis iba vestida con ropa deportiva: mallas oscuras, camiseta rosa de manga corta y zapatillas. La niña de la que cuidaba era hija de un matrimonio amigo de la familia -un agente de la Guardia Civil y su mujer-. Éstos últimos llegaron ya de noche a recoger a la pequeña. Sobre las 23.00 se marcharon hacia su coche, estacionado a unos 50 metros de distancia.

"Vuelvo enseguida", apuntó Francis a sus hijos y a su marido, y acompañó al matrimonio hasta el vehículo. Se fue sin llaves, cartera, ni medicinas. Tras despedirse de ellos, tomó la calle que llevaba hasta su casa. Nunca llegó a destino.

Quién en la familia Meneses Cadena podía imaginar que aquella noche desencadenaría en meses de "melancolía, de nostalgia, de supervivencia pura y dura, de altibajos, de una montaña rusa llamada desaparición", como lo resume el propio José Antonio, hijo de Francis.

Búsquedas y rastreos

Desde entonces, la búsqueda ha sido frenética. La familia de Francis interpuso una denuncia por la desaparición ante la Guardia Civil, que asumió la investigación a través de su comandancia de Badajoz. "Nunca me imaginaría que el pueblo se iba a volcar de esa manera", sostiene José Antonio Meneses.

Francisca Cadenas desapareció en el municipio pacense de Hornachos.

Se refiere al despliegue desinteresado de cientos de personas, que rastrearon hasta el último rincón de Hornachos y sus inmediaciones. Jornadas de esperanza contenida, de aguardar una noticia positiva frente a la incertidumbre.

Eran tiempos de otras desapariciones que coparon los medios. Diana Quer llevaba casi un año fuera de radar. También se había perdido el rastro de Manuela Chavero no muy lejos de Hornachos, en el municipio pacense de Monesterio -aún hoy no hay noticias de qué fue de ella-.

La localidad en la que la familia Meneses Cadena tiene asentadas sus raíces vivió un terremoto. La Guardia Civil ha buscado por tierra y aire. Los agentes buscaron el pasado mes de abril en decenas de pozos y lugares de difícil acceso, sin éxito.

Dos vías de investigación

El recorrido de los investigadores ha conducido a través de diferentes caminos. En un primer momento se sospechó que Francis pudo haber sido asaltada por error, confundiéndola con otra mujer que tenía un ex marido violento. La falta de indicios empujó a los agentes a aparcar esa opción.

Más tarde se encontraron con otra figura, un individuo que se encontró con Francis en esos 50 metros de regreso a su casa. Se llama Carlos y es un temporero dominicano de 33 años con algunos tropiezos con la Justicia, tal y como refleja un reportaje publicado en Interviú.

El hombre en cuestión se topó aquella noche con Francis. "Después de cruzarme con la mujer, estuve tomando una copa en un  bar, quienes estaban allí lo han confirmado a la Guardia Civil", sostiene Carlos en el artículo. Javier, hijo de la mujer desaparecida, confirmó este extremo ante los agentes: un amigo suyo estuvo con Carlos en el local señalado.

Así, se extinguió esta vía de la investigación.

"Que busque la UCO"

Cartel alertando de la desaparición de Francisca Cadenas.

En declaraciones recientes a EFE, José Antonio Meneses pidió más medios para esclarecer la desaparición, con la incorporación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, y que su caso "no caiga en el olvido". También contó cómo la semana pasada sufrieron el golpe de la muerte de su abuela -madre de Francisca Cadenas-, de cuyo cuidado se hacía cargo Francisca hasta su desaparición, y a la que tuvieron que ingresar en una residencia ante la imposibilidad de poderse hacer cargo de ella.

Pese a que desde instancias oficiales se asegura que se trabaja incansablemente en el caso, José Antonio Meneses lamentó -detalla la agencia EFE- que no es suficiente e insiste en que si desde el primer momento hubiera habido más intensidad en la investigación "el caso estaría resuelto": "La desaparición se produjo en 50 metros, en un margen de diez minutos, blanco y en botella".

Cincuenta metros en los que se le pierde el rastro. Cincuenta metros que se han convertido en obsesión para familia de la desaparecida y para los investigadores. El caso se encuentra bajo secreto de sumario desde hace un mes -motivo que hizo pensar que las pesquisas habían avanzado de forma significativa-, pero la familia Meneses Cadena ya cumple un año sin Francis, con un sinfín de incertidumbres en una mano y escasas certezas en la otra.

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