Carles Puigdemont sigue deshojando la margarita a 24 horas de que se cumpla el primer plazo del requerimiento del Gobierno al que tiene que responder. El presidente de la Generalitat participa este domingo en los actos de homenaje a Lluís Companys en el 77 aniversario de su fusilamiento. Y lo hace entre presiones contrapuestas. Unos le reclama que declare ya la independencia adelantándose a la aplicación del artículo 155. Otros le ruegan que recule.

El presidente de la Generalitat no ha aclarado que hará mañana y ha prolongado así la incertidumbre sobre cuál será su respuesta a Rajoy. "Reiterar nuestro compromiso con la paz, el civismo, la serenidad, y también la firmeza y la democracia, como inspiradores de las decisiones que hemos de tomar", ha dicho en su discurso ante la tumba de su antecesor, Lluís Companys, de cuyo fusilamiento se cumplen este domingo 77 años. 

Puigdemont ha hecho una ofrenda floral tras ser recibido por algunas personas al grito de 'President' y ha afirmado que "en estas horas difíciles y a la vez esperanzadas que vive Cataluña" hay que responder con valores cívicos y democráticos a las críticas, entre las que ha lamentado especialmente la acusación de adoctrinamiento políticos en los colegios catalanes.

Son días frenéticos en Cataluña, sí, pero sobre todo para Puigdemont, que tiene toda la presión sobre sus hombros. Después de la ofrenda cada formación o entidad separatista se ha ido a continuar la celebración por su cuenta. Algo tradicional, sí, pero que también es una prueba más o acaso una metáfora al menos de esa división existente.

Como ya ha ido contando este diario, un sector del PDeCAT encabezado por Artur Mas, algunos consejeros del Gobernador y diputados en Madrid apuestan por la tesis de que Puigdemont recule y no haga efectiva la DUI. Es una idea reforzada por el empresariado catalán, que tiene claro que una declaración así sería nefasta.

Frente a esto, la mayoría del bloque separatista quiere que Puigdemont responda al Ejecutivo de Mariano Rajoy declarando la independencia de Cataluña. Esta opinión es compartida por la mayor parte del PDeCAT, sus socios de ERC, la CUP y las entidades Òmniun y ANC.

EL 'CANT DELS OCELLS' EN RECUERDO A COMPANYS

En el homenaje, Puigdemont ha estado acompañado de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. La ofrenda foral ha tenido lugar en el Fossar de Santa Eulàlia del Castillo de Montjuïc de Barcelona.

Puigdemont ha acudido a ese lugar acompañado del resto de miembros del Govern, mientras que además de Colau han participado en este acto los tenientes de alcalde de Barcelona Jaume Asens y Gerardo Pisarello, entre otras autoridades.

Acompañados por Mossos vestidos con el uniforme de gala, durante el acto se ha interpretado el Cant dels Ocells en recuerdo a Companys, que tiene allí un monolito para honrar su memoria.

También en ese lugar, aunque de madrugada, diversas delegaciones de partidos independentistas han rendido homenaje a Companys.

La coordinadora del PDeCAT, Marta Pascal, ha liderado la delegación de esa formación, y durante el acto ha defendido que la apuesta de su partido por el independentismo busca "la libertad del país para ofrecer a los catalanes un futuro mejor, más justo y más libre".

Por su parte, el presidente del grupo de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Alfred Bosch, ha liderado la delegación republicana, que en esta ocasión ha sustituido las tradicionales antorchas con las que suelen acudir a ese lugar por claveles.

Bosch ha asegurado que "la estrategia del Estado contra la figura de Lluís Companys es la misma que utilizan ahora para intentar derrotarnos como pueblo".

Tras pasar por este lugar, diferentes partidos e instituciones catalanas participan a esta hora en diversos homenajes, en este caso por separado, en el Fossar de la Pedrera, el lugar del cementerio de Montjuïc donde está enterrado Companys.

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