“Ni de broma, ni de broma”. Esa fue la respuesta que dio Diego Torres a la amiga de Juan Carlos I, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, cuando ésta le propuso crear una sociedad con el único objetivo de ocultar dinero. Esta es la versión que ha ofrecido el ex socio de Iñaki Urdangarin en el Instituto Noos durante su interrogatorio en el juicio por el 'caso Noos'.

Corinna propuso a Nóos crear una sociedad en Londres para ocultar cobros

Según ha narrado, Corinna, representante de la fundación Laureus, les mandó un correo electrónico para aconsejarles crear una "estructura financiera especial" para cobrar fondos "y que nadie se entere en España que se cobra ese dinero". Según ha explicado a preguntas del fiscal Pedro Horrach, ese correo se envió con copia al rey Juan Carlos I y al jefe de la Casa Real. "Y Nóos dijo que ni en broma, ni en broma. Que crear una sociedad en Londres cuya única finalidad era cobrar, ni en broma", ha insistido.

Con esta afirmación, Torres está sosteniendo que la Casa Real era cómplice de una propuesta par cometer un delito fiscal aunque no llegó a ocurrir porque él se negó. Esta afirmación va más allá de intentar usar al Rey y la gente de su mayor confianza para defender su inocencia. Hasta ahora, había mantenido que todas sus actividades eran legales y prueba de ello es que estaban supervisadas por la propia Casa Real.

Sin embargo, Torres ha ido más allá al intentar involucrar al Rey en la complicidad de Corinna para que Urdangarin ocultase dinero en Londres y de esta manera no tener que declarar a la Hacienda Pública los beneficios.

Su cuñado, el cerebro

El acusado, que se enfrenta a 16 años y medio de cárcel de petición fiscal, se ha desvinculado de la estructura societaria internacional montada, con sociedades radicadas en Belice y cuentas en Luxemburgo, y ha insistido en que el cerebro de esta parte era su cuñado, Miguel Tejeiro, que no se encuentra acusado en el juicio.

“Jamás he pensado que no podía estar bien hecho”, ha indicado. A su juicio, él tenía plena confianza en Tejeiro porque era el experto en esos asuntos. Pero es más, siempre creyó que todo era correcto y legal porque se hizo bajo la supervisión de la Casa Real, concretamente del asesor José Manuel Moreno Romero, el Conde de Fontao.

La cobertura y apoyo que tenían era absoluta. Hasta tal punto de que incluso les pusieron a un alto cargo de Hacienda para que una vez al año visara todas sus cuentas y confirmara que todo era correcto. De esta manera, Torres intenta demostrar que todo lo que hizo fue con el visto bueno de Juan Carlos I y su gente y, por tanto, eximirse de cualquier responsabilidad. "Ahí están las facturas de las comidas ente Tejeiro y Romero que lo demuestran", ha añadido.

Y por eso ha dicho que “es mentira que la infanta fuera un escudo fiscal” como dijo el juez de Palma José Castro al imputarla, para evitar que Hacienda les inspeccionara. Era mentira porque la propia Hacienda les visaba.

El fiscal se centra en el blanqueo

El fiscal Pedro Horrach quiso iniciar el interrogatorio a Torres con la parte que le afecta del blanqueo de capitales. De esa manera, evitaba que se centrara el foco en la parte más polémica de la causa, la Casa Real, y si ésta intermedió para que el Instituto Noos obtuviera contratos públicos sin pasar por los concursos pertinentes y por un precio más elevado del necesario.

Sin embargo, Horrach no ha podido evitar que el ex socio de Urdangarin mencionara al Rey y a la Casa Real. Él ha negado haber creado una estructura societaria internacional para mover dinero de unas sociedades a otras y ocultar el dinero al fisco español. Sin embargo, en su intento por desvincularse de cualquier relación con esta parte de la trama, Torres ha incurrido en varias contradicciones.

Continuas contradicciones

Primero, ha insistido en todo momento que el cerebro del entramado internacional del Grupo Nóos era su cuñado Miguel Tejeiro, quien no se encuentra acusado en la causa. Él desconocía cómo montó la sociedad De Goes LTD ni Blosson Hill, radicada en Belice y de la cual el propio Torres es apoderado. También fue Tejeiro quien ordenaba las transferencias de estas sociedades a una cuenta suya en Luxemburgo. Sin embargo, en un momento de su declaración ha cometido un error: “Tejeiro es quien nos llevó al notario… quien iría con quien fuese al notario para crearlo” (respecto de De Goes LTD).

También ha negado por activa y por pasiva conocer al gestor de su cuenta en Luxemburgo, Sergio de Miguel. Sólo le vio alguna vez en el despacho de Miguel Tejeiro, a pesar de que el fiscal Pedro Horrach le ha mostrado correos electrónicos enviados al gestor quedando en su propio despacho. Al principio de la declaración desconocía quien era Sergio Miguel, nunca había hablado con él.

Pero después, pasada una hora, ha cometido otro lapsus. Mientras explicaba que fue él quien ordenó el cambio de su cuenta del Credit Agricole al Credit Suisse, reconoció que era Sergio Miguel quien le convenció que se cambiara de banco porque el gestor se iba a trabajar al otro. “El director de mi cuenta era el que interactuaba conmigo y me dice que se cambia de banco entonces yo decido seguirle. Era Sergio… bueno este del que hablais”, señala.