Si Pedro Sánchez llega a un acuerdo de gobierno con Pablo Iglesias tendrá que mirar por fuerza lo que sucede en Aragón. Allí, el Ejecutivo del PSOE que preside Javier Lambán está condicionado sobremanera por el pacto que alcanzó con la formación dirigida por Pablo Echenique. El Consejo Ciudadano autonómico tiene de facto la última palabra sobre algunas de las decisiones más trascendentales que toma Lambán. El último ejemplo está sucediendo estos días. El Gobierno aragonés se ha visto obligado a incrementar el gasto en los Presupuestos por la presión ejercida por Podemos.

Al igual de lo que podría suceder con Pedro Sánchez a nivel nacional, Lambán llegó a la presidencia del Gobierno aragonés merced a un acuerdo programático con Podemos. La diferencia es que, al contrario que ha hecho Pablo Iglesias con su propuesta, Echenique y sus compañeros no pidieron entrar en el Ejecutivo regional. A pesar de ese matiz, lo cierto es que el PSOE tuvo que apoyarse en los diputados de la formación emergente (y también en los de Izquierda Unida y la Chunta Aragonesista) para llegar al poder.

El caso más parecido

El escenario político de Aragón es similar a lo que ocurrió tras las autonómicas en Extremadura y Castilla-La Mancha, donde también los votos de Podemos fueron vitales para que Guillermo Fernández Vara y Emiliano García-Page, respectivamente, lograsen sustituir al PP en los gobiernos regionales. Sin embargo, el caso aragonés es especialmente significativo porque la aritmética parlamentaria es más parecida a la del Congreso y porque, además, en estos días se está viviendo una situación a la que podría enfrentarse Pedro Sánchez si finalmente llega a La Moncloa con el apoyo de Podemos.

El puzle político resultante de las elecciones autonómicas del pasado mayo es casi idéntico al que hay en el Congreso de los Diputados tras las generales del 20 de diciembre. Las cortes aragonesas están compuestas 67 escaños. Así, la mayoría absoluta es de 34. En los comicios el Partido Popular fue el más votado, pero con sus 21 parlamentarios quedó lejos de poder gobernar. El PSOE logró 18 diputados; Podemos, 14; el PAR (Partido Aragonés), 6: Ciudadanos, 5; Chunta Aragonesista, 2; e Izquierda Unida, 1. Un complejo mapa político que necesitaba del acuerdo entre varias formaciones. Finalmente, el PSOE se quedó con el Ejecutivo pero tuvo que suscribir un acuerdo con Podemos en que se comprometía a cumplir un decálogo de medidas sociales. Incluso, se creó un Observatorio Ciudadano para vigilar que dicho pacto se cumpliera en todos los términos en que se firmó.

Una ayuda social, a debate

La principal ley que tiene que sacar adelante todo gobierno es la de los presupuestos. En el caso de Aragón, en el Gobierno presidido por Lambán están sudando tinta china para aprobar las cuentas públicas de 2016. Y su gran escollo está siendo el conjunto de demandas de Podemos. En primer lugar, el Ejecutivo presentó una propuesta de presupuestos que, en palabras del presidente autonómico, reflejaba “literalmente” el pacto que permitió su investidura.

En cambio, en el partido morado consideraron que el PSOE se había quedado corto en su previsión de gasto público. Y empezaron a reclamar, primero por la vía de las enmiendas y después por la de las exigencias públicas, una serie de modificaciones. La principal era un incremento del Ingreso Aragonés de Inserción (IAE), que es una ayuda pública que reciben más de siete mil familias de la comunidad que están en riesgo de exclusión social.

El Consejo Ciudadano

El pasado domingo, el Consejo Ciudadano de Podemos en Aragón decidió por unanimidad que solo apoyaría los presupuestos del Ejecutivo del PSOE si aumentaba la cuantía de dicha ayuda social. El Gobierno de Lambán proponía dejarla en 441 euros mensuales para cada familia. Podemos reclamó aumentar dicha cantidad hasta los 655 euros del salario mínimo interprofesional. Ante la tesitura de no lograr sacar adelante sus presupuestos, los socialistas se apresuraron en presentar una oferta para incrementar dicha cantidad, aunque solo en dos casos: para las familias de tres o más miembros y para las familias con dos miembros que vivan de alquiler.

Está previsto que este jueves se vote la aprobación de la ley de Presupuestos en el Parlamento aragonés. El Consejo Ciudadano de Aragón se reunía este martes en Zaragoza para ver si sus diputados respaldaban o no la última propuesta del PSOE. Y los socialistas miraban de reojo esta reunión porque de su resultado dependían sus cuentas públicas y, por ende, su futuro político. Una situación de dependencia respecto a Podemos que puede repetirse, si prosperan las negociaciones, en toda España. Así, Aragón es ahora mismo un espejo en el que tienen que mirarse Pedro Sánchez y sus compañeros de filas.

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