Barcelona
Los partidos soberanistas han dado este lunes el primer paso hacia la separación de Cataluña del resto de España. Los 72 diputados de Junts pel Sí (JxS) y la CUP han aprobado la propuesta de inicio del proceso independentista en la que proclaman el inicio de la "desconexión" así como la desobediencia al Tribunal Constitucional y demás instituciones estatales. En un pleno extraordinario en el que se ha evidenciado la división que impera en la Cámara catalana, los grupos se han cruzado acusaciones de todo tipo para justificar su apoyo o rechazo a la propuesta rupturista.
Tanto el líder de JxS, Raül Romeva, como la número dos de la CUP, Anna Gabriel, han proclamado la insubordinación del Parlamento catalán a la justicia española, en lo que supone un paso más en el desafío de los partidos soberanistas a las autoridades del Estado. Romeva ha asegurado que "no habrá tribunal que pueda parar" el plan soberanista. "Si no será hoy, será mañana. Y si no somos nosotros, serán otros", ha afirmado. "Este país ya hace tiempo que ha dicho alto y claro que hace falta ir a por todas". Gabriel, que ha iniciado su comparecencia recordando el papel de las "personas anónimas" que han hecho posible el pleno de este lunes, también ha incidido en la misma idea: "Anunciamos la apertura de un proceso constituyente no subordinado, la desconexión democrática con el Estado español".
Los parlamentarios independentistas han basado la defensa de su propuesta en dos argumentos principales. El primero es que la demanda soberanista tiene el apoyo de la mayoría de catalanes. "Las elecciones del 27S fueron excepcionales y los resultados, se miren como se miren, muestran una voluntad clara del pueblo de Cataluña", ha afirmado Romeva. El segundo motivo esgrimido por los soberanistas es que la independencia es la única manera de garantizar ciertos derechos para los catalanes. "No hay ninguna otra opción, la independencia va de garantizar derechos y de que la gente viva mejor", ha asegurado Romeva, que se estrenaba como parlamentario. "Queremos un inviernos sin frío ni oscuridad, sin ley mordaza ni ley Wert", ha defendido Gabriel. La moción que se ha votado este lunes prevé iniciar en el plazo de 30 días la "tramitación de las leyes del proceso constituyente, seguridad social y hacienda pública". JxS y la CUP han hecho hincapié en repetidas ocasiones en el "carácter social" que presenta su propuesta ante las acusaciones de la oposición de estar olvidando los "problemas reales" de los catalanes.
Los partidos constitucionalistas han alegado la falta de legitimidad que tiene el bloque soberanista para llevar a cabo una declaración de este tipo. Incluso Joan Coscubiela, de CSP, ha empleado este argumento. "Los resultados del 27-S no dan legitimidad para empezar la creación de un Estado", ha defendido Coscubiela, cuya formación ha propuesto una resolución alternativa. "La única salida es un referéndum pactado", ha zanjado. Tanto el PSC como C's han recordado a los independentistas las palabras de Antonio Baños (CUP) del mismo 27S, en las que reconoció que el plebiscito se había perdido.

Relación entre corrupción e independencia

Otro de los aspectos que también ha resonado en la cámara ha sido el de la corrupción de CDC. Tanto el PP como C's han cargado duramente contra Artur Mas y su partido, a los que ha acusado de tapar sus problemas judiciales con el proceso soberanista. La líder de C's, Inés Arrimadas, ha ido más allá y ha asegurado que Mas quiere una Cataluña independiente para así no tener que responder ante los tribunales españoles. "Qué casualidad que el partido del 3%, de las 15 sedes embargadas, del caso Pujol sea el que quiere la independenncia", ha zanjado Arrimadas. "Esto es una operación de salvación personal y colectiva de Artur Mas y CDC", ha espetado Albiol, que ha recordado los orígenes españoles de su padre. Gabriel le ha afeado este comentario y le ha respondido que los que quieren la independencia son precisamente los hijos de los españoles que vinieron a trabajar a Cataluña hace décadas. "¡No hable en su nombre!", le ha espetado con evidente vehemencia al líder del PP.

Inés Arrimadas durante su intervención en el Parlament Efe

Tanto Albiol como Arrimadas han dirigido parte de sus reproches a la falta de Gobierno en Cataluña y al olvido que, según ellos, están abocados los ciudadanos catalanes por culpa del proceso soberanista. "Mientras ustedes dedican su tiempo a romper Cataluña y a crear estructuras de Estado, 600.000 catalanes salen a buscar trabajo", ha afirmado Albiol. "No les preocupa no poder hacer frente al pago de los fármacos, las guarderías y las becas comedor", ha zanjado.
El líder del PSC, Miquel Iceta, ha presentado un discurso más conciliador basado en los problemas que comportará para Cataluña la resolución soberanista. "¿Han pensado en las consecuencias de lo que se vota hoy?", ha preguntado. "Más que acercanos a la independencia, se pone en peligro el autogobierrno de Cataluña", ha afirmado Iceta. El líder socialista, que ha reconocido el "problema de encaje de Cataluña en España" ha recordado a los parlamentarios que la aprobación de la resolución rupturista dificultará las negociaciones tanto con el Gobierno actual como con el futuro Ejecutivo que salga después de las próximas elecciones. 
Una vez se ha procedido a las votaciones, los diputados han aprovechado para hacer algunas acciones de cara a la galería. Los diputados del PP han levantado banderas españolas y catalanas. Los de CSP han mostrado un papel en el que ponía la palabra "referéndum".
La cámara catalana ha iniciado este lunes el primero de dos debates determinantes para el futuro del proceso soberanista. Después de la aprobación de la resolución rupturista, los parlamentarios participarán a partir de las 5 de la tarde en el debate de investidura, en el que Mas argumentará los motivos por los que cree que debe ser el futuro president.

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