El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, se suma al mensaje tranquilizador que quiere transmitir el Ejecutivo. Con Rajoy a la cabeza, el Gobierno llama a la calma y asegura de forma insistente que no dudará en utilizar los mecanismos legales para las leyes democráticas. Si ayer el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, hablaba de "sublevación" en Cataluña, este martes su homólogo de Interior retomaba el discurso de la firmeza y la legalidad. Durante una entrevista en la Cadena Ser, ha reconocido que el Gobierno tiene previsto "planes de contingencia" ante una eventual sedición o desacato a las leyes en Cataluña, pero "todos con proporcionalidad", y ha llegado a decir que no enviará a la Guardia Civil a "desfilar por la Diagonal".

"Que nadie se alarme, porque no estamos pensando, como seguramente los independentistas desearían, enviar a la Guardia Civil a desfilar por la Diagonal". Y ha añadido: "No somos tan tontos como creen". El titular de Interior ha señalado que hay que ser prudentes, con fortaleza y firmeza, pero también "inteligentes y astutos" y saber que hay que exigir el cumplimiento de la ley como algo "innegociable e inexcusable".

Una respuesta proporcionada

Ha insistido en que la respuesta debe ser proporcionada, lo que significa procurar que se restablezca el orden jurídico violado "sin aparatosidad". "Simplemente -ha explicado-, bajo el principio de oportunidad y proporcionalidad, utilizando los recursos jurídicos que sean precisos y, si fueran recursos operativos, los necesarios para acompañar la exigencia el cumplimiento de la ley".

El Gobierno tiene "perfectamente analizados" los distintos escenarios y actuará con un "escrupuloso respeto" a la legalidad. No obstante, se ha mostrado convencido de que el orden jurídico se restablecerá, aunque ha reconocido que "es una hora crítica para Cataluña y para España".



En este sentido, ha señalado que espera que no haya que llegar a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que permitiría suspender la autonomía de Cataluña, porque "eso sería malo para todos". "Antes de llegar al 155, está el Tribunal Constitucional", ha recalcado y ha añadido en que hay que restablecer el orden y el respeto a la ley y, una vez restablecido, se puede hablar.

Rajoy, un ejemplo de "prudencia y fortaleza"

Fernández Díaz ha defendido durante la entrevista que la respuesta gradual y proporcional de Rajoy frente al desafío independentista debe interpretarse como una muestra de "prudencia y fortaleza". "La fuerza tranquila", ha dicho el ministro y ha advertido de que quienes hablan de debilidad están "tensando la cuerda".

Ha destacado que la ronda de contactos iniciada por Rajoy es buena en sí misma para que "una parte muy significativa de España" esté en la misma línea en una estrategia de defensa del orden constitucional y de la unidad.



En su opinión, "no procede" una reunión similar con Artur Mas, porque el presidente de la Generalitat en funciones está en "una carrera enloquecida hacia el precipicio" y "es muy difícil dialogar con una persona así". "Si con una llamada se pudiera arreglar el problema, no tenga ninguna duda de que el señor Rajoy le hubiera llamado 40 veces", ha respondido el ministro.



Tampoco ha compartido que una reforma de la Constitución pueda ser la solución, porque los independentistas pretender que se reconozca el derecho de autodeterminación.

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