Las lluvias torrenciales anegan los escombros de Gaza. Según los últimos datos de Naciones Unidas, al menos 13 personas han muerto en la Franja desde el jueves 11 de diciembre a causa de la tormenta Byron.
De ellas, tres son niños muertos por hipotermia. El resto, como consecuencia del derrumbe de los escasos edificios de por sí devastados que quedan en la zona.
Tal y como informa EFE, el recuento conjunto de las morgues de los hospitales, los servicios de ambulancias y el de emergencias de la Defensa Civil gazatí registraron a la mayoría de fallecidos (11) este mismo viernes 12. Los fallecidos en la noche del jueves serían un bebé de ocho meses y otra persona que aún no ha sido identificada.
Esto, indica a la prensa en Ginebra Rik Peeperkorn, jefe de la operación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Palestina, "pone de relieve las amenazas a la vida que enfrentan familias que no tienen un lugar seguro adonde ir".
Porque, como ya se ha explicado en ENCLAVE ODS, las condiciones invernales de la Franja, combinadas con la falta de agua, saneamiento, lugares para resguardarse y suministros médicos básicos, colocan a la población palestina en una frágil situación al borde del colapso.
Peeperkorn recuerda, además, que esta conjunción de factores provocará "un aumento de las infecciones respiratorias agudas, incluida la gripe, así como de hepatitis y enfermedades diarreicas, con un riesgo mayor para los niños, mayores y enfermos crónicos".
Pues, como explica Mercè Rocaspana, coordinadora médica de la Unidad de Emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF), a ENCLAVE ODS, las condiciones de vida en Gaza son "infrahumanas", hasta el punto en que cada persona dispone de una sola manta para combatir el frío, que ya está completamente mojada e inservible.
El invierno en Gaza
El pasado 2 de diciembre, durante una presentación a medios, Ruth Conde, enfermera pediátrica de MSF que acaba de volver de su tercera rotación en la Franja, explicaba cómo era la época invernal estos apenas 365 km² convertidos en escombro por Israel: "El invierno en Gaza es frío, lluvioso y duro. Y casi toda la población vive en tiendas de campaña que se inundan cada vez que llueve".
Las agencias humanitarias denuncian al respecto que no están consiguiendo introducir en Gaza las tiendas de la ONU destinadas a situaciones de crisis como esta, pues el Ejecutivo de Netanyahu ha denominado como prohibidos los materiales con los que se fabrican.
Palestinos se resguardan de la lluvia en tiendas de campaña en el campamento de Nuseirat.
Esta situación tan sólo se agravará con el paso de los días y con la lluvia, pues, como recuerda Conde, "el año pasado hubo epidemias de enfermedades respiratorias y decenas de miles de casos de diarrea. Solo entre abril y octubre de este año registraron más de 24.000 casos de diarrea en niños menores de cinco años".
Ahora, el hacinamiento es aún peor. Como también lo es la "contaminación de las aguas y las heridas no tratadas adecuadamente".
Oleaje en el infierno
El temporal que azota ahora mismo Gaza se desató este miércoles 10 de diciembre y ha provocado la inundación de tiendas de campaña y alrededores de los campamentos de Ciudad de Gaza (norte) y de otras partes la Franja.
Asimismo, como alerta Peeperkorn, miles de familias se refugian en zonas costeras bajas o llenas de escombros, sin drenaje ni barreras de protección. "Solo a lo largo de la costa de Khan Younis (sur de Gaza), más de 4.000 personas viven en zonas de alto riesgo".
De ellas, más de mil están "directamente expuestas a las líneas de impacto de las olas, así que su evacuación con el apoyo de Naciones Unidas es una prioridad", recalca.
Como recuerda Peeperkorn, actualmente la mitad de los hospitales (18 de 36) así como el 43% de los centros de atención primaria de salud (84 de 195) funcionan de forma parcial. El resto, remarcan desde MSF, están completamente destruidos.
A esto, anota el jefe de Operaciones de la OMS en el territorio, se suma "una grave escasez" de medicamentos y suministros médicos esenciales para el tratamiento de enfermedades cardíacas, cirugía ortopédica, cuidados intensivos, cirugía quimioterapia y servicios de salud mental y atención a madres y niños.
Incluso, como reivindican Conde y Rocaspana, escasea la crema para la piel de los bebés, que contiene glicerina, uno de los ingredientes prohibidos por Israel.
