Imagine que un día va paseando por el parque o el monte y, de pronto, escucha a un pájaro cantar. ¿Será un gorrión? ¿Un mirlo? ¿O tal vez una de esas cotorras que invaden algunos municipios españoles? La mayoría de la gente se queda con la duda, pero una app desarrollada por la Universidad de Cornell, podría resolver sus incógnitas.
Se trata de Merlin Bird ID, que se ha consolidado ya como una de las herramientas digitales más completas para identificar aves. Ideada por el Laboratorio de Ornitología de la universidad estadounidense, la aplicación combina la más avanzada tecnología con una extensa base de datos global sobre avifauna.
Su objetivo es claro: facilitar el reconocimiento de especies tanto a observadores experimentados como a recién iniciados en el mundo de la ornitología.
Desde su lanzamiento, allá en 2014, Merlin se ha posicionado como una de las favoritas de los ornitólogos. Su éxito, dicen desde la Universidad de Cornell, se explica por la conjunción de tres factores fundamentales: la sencillez de uso, la potencia de sus funciones y el respaldo científico de una comunidad internacional de expertos y aficionados.
Y es que la app está diseñada para responder a las necesidades reales del usuario en el campo, en entornos urbanos o en expediciones de investigación.
Tres preguntas
Una de las claves del sistema de Merlin es su asistente de identificación, una herramienta que simplifica el proceso de reconocimiento de especies.
El usuario solo necesita responder tres preguntas básicas sobre el ave observada: el tamaño aproximado, los colores predominantes y el comportamiento o entorno en el que la divisó. Con esta información, la aplicación genera una lista de especies probables que se ajustan a las descripciones proporcionadas.
Un carbonero montano.
Además, la interfaz intuitiva y el sistema de aprendizaje automático permiten que la app refine sus sugerencias con el uso continuo, lo que favorece el desarrollo de habilidades de observación y el descubrimiento de nuevas especies.
Voz y foto
Pero realmente lo más destacado y revolucionario de Merlin sería su función Audio ID. Esta permite identificar aves a través de sus cantos y llamados.
La aplicación graba los sonidos del entorno y ofrece sugerencias en tiempo real sobre las especies que están emitiendo los sonidos detectados.
El sistema no solo analiza las frecuencias y patrones del canto, sino que compara los registros obtenidos con una extensa base de datos de grabaciones verificadas.
Asimismo, otra de las funciones de la aplicación se llama Foto ID y permite identificar aves a partir de una imagen. El usuario puede tomar una fotografía directamente desde la app o seleccionar una ya existente en su galería. Lo que hace Merlin es analizarla y ofrecer una lista de posibles coincidencias con especies registradas en su base de datos.
Estas dos herramientas pueden usarse sin conexión a internet, lo que favorece su uso en bosques o zonas remotas. Actualmente, esta función cubre especies de América del Norte, Europa, partes de América Central, América del Sur e India.
Datos locales
En su página web, el Laboratorio de Ornitología de Cornell explica que Merlin está integrada con la plataforma eBird. De esta manera, se amplían las capacidades de identificación de especies de la aplicación.
Y es que, dicen, gracias a esta conexión, los usuarios pueden generar listas personalizadas de las aves que pueden observarse con más frecuencia en una ubicación y momento determinados.
Toda esta base de datos, además, estaría alimentada por la comunidad científica y cientos de observadores aficionados, lo que, indican sus desarrolladores, crea una red global de intercambio de información.
