Los músicos no sólo están en el foco durante sus actuaciones, sino que se han convertido en los enemigos número uno en lo que respecta al cambio climático. Los más contaminantes en 2022, según un estudio reciente de Powerless, fueron los artistas de música electrónica. Y las bandas de rock clásico, las que menos. Sin embargo, sus emisiones continúan siendo considerables. La banda de rock que ha estado a la vanguardia de la transición ecológica de la música es Coldplay.

Antes del lanzamiento de su octavo álbum, en 2018, la banda de pop-rock británica reafirmó su preocupación por el medioambiente y se comprometió a planificar sus giras y conciertos teniendo en cuenta la huella medioambiental. Se tomaron una pausa y se limitaron a hacer escasos conciertos. Pero en octubre de 2021 anunciaron su vuelta a los escenarios.

Pero esta vez, se pusieron el objetivo de reducir sus emisiones de CO₂ al 50% en comparación con su gira mundial 2016-17 y utilizar energías renovables para sus espectáculos. Ante el aluvión de críticas por su decisión, en una entrevista con la cadena de televisión británica BBC, el vocalista Chris Martin respondió que "podríamos quedarnos en casa, y eso podría ser mejor, pero queremos hacer una gira y queremos conocer a la gente y conectar con ella". 

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Suelos cinéticos para aprovechar la energía creada por los aficionados durante el espectáculo; paneles solares en el suelo, el escenario y otros lugares; emplear fuentes de energía renovables para las baterías y la electricidad; o un escenario de materiales reutilizables y sostenibles. Estas son algunas medidas que la banda está implantando para conseguir su objetivo.

Y, además, para buscar solución al mayor dolor de cabeza de los artistas, el transporte, se ha tratado de minimizar la distancia recorrida en los vuelos y emplear el combustible aéreo más sostenible. “La banda volará principalmente en vuelos comerciales, pero inevitablemente habrá ocasiones en las que se necesiten vuelos chárter para la banda, la tripulación y el equipo”.

A la vanguardia del cambio

La banda ha querido transmitir su activismo medioambiental a los ‘coldplayers’. Lleva de gira internacional —Music of the Spheres Tour— desde mediados de marzo de 2022 y se espera que acaben en octubre de este año tocando su último concierto en Pasadena, Estados Unidos. Y en todos y cada uno de sus espectáculos han incentivado a sus fanes, a través de descuentos, a reducir sus emisiones.

A la hora de calcular el impacto ambiental de las giras, no sólo hay que tener en cuenta al grupo y al equipo, sino también a los fanes que viajan y que contribuyen a la huella de carbono de los espectáculos. Por eso, Coldplay se compromete a plantar un árbol por cada entrada vendida. Y a través de la app Coldplay (disponible en iOS y Android), aquellos que han querido medir su huella de carbono, pueden comprobar el volumen de emisiones de sus desplazamientos al lugar del concierto.

Y esto va más allá, las distintivas pulseras luminosas que se pueden ver en las muñecas de los 'coldplayers' durante los conciertos estarán hechas de materiales compostables y, cuando se pueda, se reciclarán. El confeti que lloverá sobre sus cabezas es biodegradable.

También se están tomando medidas para maximizar el uso del de agua, reducir los residuos y fomentar el reciclaje en cada concierto. Por ejemplo, los fanes podrán beber agua gratis en el espectáculo con vasos de aluminio reutilizables. Y se limita la venta de botellas de plástico de un solo uso.

"Somos muy conscientes de que el planeta se enfrenta a una crisis climática", con estas palabras la banda anunció su gira internacional a través de un comunicado en Twitter. Y explicó que “hemos pasado los dos últimos años consultando a expertos en medioambiente para hacer esta gira lo más sostenible posible”.

En lugar de cubrir todas sus acciones bajo el manto verde, admitieron que “no lo haremos todo bien, pero nos comprometemos a hacer todo lo que podamos y a compartir lo que aprendamos”. 

Giras 'verdes'

Muchos artistas de renombre, como Billie Eilish, Radiohead o Massive Attack han promocionado un nuevo enfoque ecológico de las giras: las giras verdes (green tours). Pero esta aproximación lleva décadas aplicándose. Neil Young y Bonnie Raitt están entre los pioneros. Y el grupo Maroon 5 lleva desde 2007 trabajando para que sus giras sean más sostenibles.

Las giras verdes se han terminado convirtiendo en un estándar. Y en los últimos años han florecido las iniciativas que ayudan o colaboran con los artistas a reducir su huella ecológica cuando se van de gira. La que más éxitos cosecha es la empresa estadounidense Reverb, que, según describe en su página web, se asocia “con músicos, festivales y salas para ecologizar sus conciertos e implicar a los aficionados en las actuaciones para que tomen medidas medioambientales y sociales”.

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Reverb se ha convertido en la empresa de giras verdes de referencia mundialmente. Están detrás de los conciertos y tours de superestrellas de la música de la talla de Harry Styles, Lorde, Shawn Mendes o Pink y con bandas como The Lumineers, Maroon 5 o Tame Impala.

Hay artistas de menor calibre que están remando hacia los espectáculos climáticamente neutros. Una iniciativa a la que se han adscrito muchos artistas independientes es The Green Rider. Creada por la Unión de Agencias de Música Independientes (UIMA), es un conjunto de recursos y una lista de requisitos que los promotores y organizadores deben cumplir para ser ecológicos. Es una guía para hacer giras verdes.