India se convertirá en el país más poblado a mediados de 2023, superando a China.

India se convertirá en el país más poblado a mediados de 2023, superando a China. DivYakant Solanki EFE

Historias

La ONU desmonta los mitos de un mundo con más gente: "La reproducción no es el problema ni la solución"

En el informe 'Estado de la Población Mundial 2023' del Fondo de Población de Naciones Unidas se denuncia la presión ejercida sobre las mujeres. 

20 abril, 2023 16:12

El mundo está a reventar, la emigración está fuera de control, no hay nadie para cuidar a todos los ancianos, las mujeres necesitan dar a luz más, o menos”. Esta es una retórica que nos suena mucho y que incluso están suscribiendo algunos gobiernos del mundo. Pero el Informe sobre el Estado de la Población Mundial 2023 del Fondo de Población de Naciones Unidas (FPNU) recomienda no ceder ante este tipo de discursos.

"La reproducción humana no es ni el problema ni la solución. Cuando situamos la igualdad de género y los derechos en el centro de nuestras políticas demográficas, somos más fuertes, más resilientes y más capaces de lidiar con los retos derivados de la rápida evolución de las poblaciones", dice Natalia Kanem, directora ejecutiva del FPNU.

El documento recuerda que la población mundial alcanzó los 8.000 millones de personas a finales del año pasado y que la India superará este año por primera vez la población de China. Y desmonta algunos mitos sobre las posibles consecuencias de un mundo con más gente. 

[El país más poblado del mundo, ¿una bendición o una maldición?]

El FPNU aboga por medidas que generen un cambio de mentalidad de la gente, empoderen a la mujer y protejan sus derechos, en vez de optar por las políticas de control. Y para contribuir a ese cambio, el organismo de la ONU desmonta algunos mitos que giran en torno al debate demográfico. 

8.000 millones

El 15 de noviembre de 2022, la población mundial alcanzó la cifra histórica de 8.000 millones de personas. Y el FPNU ha suscrito unas pautas para evitar caer en los malentendidos sobre qué significa el aumento de la población y tirar por tierra a aquellas creencias catastrofistas de la población desbordante sobre el cambio climático.

Si bien esta cifra parece escalofriante, “lo cierto es que alcanzar los 8.000 millones es un signo de progreso humano. Significa que más recién nacidos sobreviven, que más niños van a la escuela, reciben atención sanitaria y llegan a la edad adulta. Las personas viven hoy casi 10 años más que en 1990”, explican desde el FPNU.

[Población récord en el planeta: el mundo llegará este noviembre a los 8.000 millones de habitantes]

Un estudio, encargado por el Club de Roma y publicado el pasado mes, prevé que si se mantienen las tendencias actuales, la población mundial alcanzará un máximo de 8.800 millones antes de mediados de siglo. Después, disminuirá rápidamente. Y este pico, según el estudio, podría manifestarse un poco antes si los gobiernos fomentan políticas efectivas de educación y aumentos salariales. 

Estas estimaciones tiran por tierra las de las Naciones Unidas. En 2050, se pasaría de los 8.000 millones actuales a los 9.700 millones en 2050. Y la población continuaría aumentando hasta alcanzar un techo de casi 10.400 millones de personas en la década de 1980. 

2,1 niños por mujer

Tener 2,1 hijos por mujer es el nivel de fecundidad de reemplazo, es decir, la tasa media necesaria para reemplazar una población a lo largo del tiempo. Algunos gobiernos se toman este dato al pie de la letra y ajustan sus políticas para conseguir esa tasa.

Esto, según el FPNU, es un error, puesto que no se tienen en cuenta otros factores que influyen en la demografía. "2,1 es la tasa de reemplazo media de los países con una mortalidad infantil y en la niñez muy baja y una proporción natural de sexos al nacer, no la de los países con una mortalidad más alta o una proporción de sexos sesgada", explica.

[¿Cuáles son los países más poblados del mundo?]

Además, explican, "tampoco tiene en cuenta los cambios en la edad de las mujeres en el momento del parto ni el impacto de la migración", aclaran. La falacia del aumento de los nacimientos no se sostiene porque si en la década de 1950, el número medio de hijos que tienen las mujeres en todo el mundo era de 5, ahora es de 2,3  —por encima de la tasa de reemplazo—. 

"La culpa es de las mujeres"

En algunos países, explica Kanem en un comunicado, "se pide limitar el tamaño de las familias, se prohíben los anticonceptivos en los hospitales públicos y se insta a las mujeres a abandonar sus carreras profesionales para ser madres". Pero ellas, añade Kanem, "también responden insistiendo en que no son meras fábricas de bebés".

Los últimos datos del FPNU revelan, en palabras de Kanem, "que el 44% —casi la mitad— de las mujeres no pueden ejercer su autonomía corporal, es decir, son incapaces de tomar decisiones sobre anticoncepción, atención sanitaria y si desean o no mantener relaciones sexuales y con quién". 

[La natalidad en España cae al nivel más bajo desde 1941]

Además, explica, en todo el mundo casi la mitad de los embarazados son no deseados. "Muchas mujeres querrían tener más hijos y no pueden", señala Kanem. Y esta situación es aún más grave en los países de ingresos medios y bajos: "sólo una cuarta parte puede cumplir sus aspiraciones personales de fertilidad". 

"Un mundo más contaminado"

El FPNU señala que la cabeza de turco de la crisis climática son, nuevamente, las mujeres. Se les responsabiliza de seguir trayendo niños al mundo que está hasta reventar. Pero, aclaran desde el organismo de la ONU, "son las que menos han contribuido al calentamiento global y los que más sufrirán sus efectos”.

"Esta falacia responsabiliza a las personas equivocadas. Los países con mayores tasas de fecundidad son los que menos contribuyen al calentamiento global y los que más sufren sus efectos. Sólo el 10% de la población mundial es responsable de la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero", señala Kanem.

[Cuáles son los países con mayor esperanza y calidad de vida]

Como solución al agravado cambio climático, se suele recetar la reducción deliberada de las tasas de fertilidad. Pero, señalan desde el FPNU, que reducir las tasas de fertilidad no solucionará la crisis climática. Para lograrlo, “necesitamos niveles sostenibles de consumo, reducir las desigualdades e invertir en fuentes de energía más limpias”, aclaran.