El término intersexual hace referencia a las variaciones en los órganos y las características sexuales, tanto a nivel anatómico como genético, que hacen que la persona tenga características femeninas y masculinas simultáneamente.

Estas variaciones pueden afectar a los cromosomas, a las hormonas, a los genitales y/o a los rasgos sexuales secundarios, como la distribución de musculatura y de grasa.

Además, las personas intersexuales son quienes nacen sin todos los rasgos físicos típicamente femeninos ni masculinos.

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En ocasiones, no tiene por qué manifestarse de forma externa sino que también puede darse sólo en los genes, por lo que no todas las personas intersexuales saben que lo son.

Hasta ahora, se definía el término como un conjunto de trastornos o bien de variaciones en el desarrollo sexual, pero actualmente se generaliza más la segunda acepción para ser lo menos estigmatizante posible. 

Anteriormente, se conocía a las personas intersexuales como hermafroditas, pero hoy en día este término se considera despectivo. No es exclusivo del ser humano, la presencia simultánea de órganos reproductivos masculinos y femeninos también se produce en algunas especies de animales y plantas.

Además, la ley de las antiguas sociedades establecían que los intersexuales debían ser considerados hombres o mujeres en función de los rasgos externos predominantes. En gran medida, esta concepción se ha mantenido hasta la actualidad.

Ahora, no es necesario tener que definirse por un género u otro ya que el término reúne a ambos géneros, ya sea por su genotipo o fenotipo, sin necesidad de pertenecer a un grupo u otro y en el que la persona pueda sentirse más cómoda sin necesidad de ser juzgado o etiquetado.

Tipos de intersexualidad

La intersexualidad puede tener un origen genético, es decir, alteraciones en los cromosomas, aunque recientemente universidades como la de México aseguran que pueda estar relacionado con la exposición de las madres a contaminantes ambientales que imitan a los estrógenos.

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Situaciones que han favorecido el incremento de casos de intersexualidad en la actualidad siendo estas variaciones también frecuentes en casos de fecundación in vitro debido, al parecer, a la fusión de los embriones implantados.

46, XX

La intersexualidad 46XX es en la cual los cromosomas de la persona se corresponden con los que son típicos en mujeres, pero sus genitales externos son propios de un varón.

La persona tiene útero, pero la exposición a niveles elevados de hormonas masculinas durante el desarrollo fetal, producida por varias causas posibles, hacen que el clítoris y los labios vaginales se desarrollen como un pene.

46, XY

Este tipo consiste en la presencia de cromosomas masculinos y genitales externos femeninos o ambiguos. En este tipo de intersexualidad el desarrollo normal del fenotipo masculino a partir de la inhibición de características femeninas no llega a completarse.

La causa más habitual de intersexualidad con subvirilización es el síndrome de insensibilidad a los andrógenos; en estos casos el organismo es resistente a las hormonas masculinas, necesarias para el desarrollo de las gónadas y el resto de caracteres sexuales del varón.

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Las malformaciones en los testículos y la producción deficitaria de testosterona también son causas frecuentes de intersexualidad 46, XY.

Gonadal

Este tipo de intersexualidad se produce cuando la persona tiene simultáneamente ovarios y testículos, sea de forma completa o incompleta.

Antiguamente se conocía a estas variaciones como “hermafroditismo verdadero”, frente a los términos “pseudohermafroditismo femenino” y “pseudohermafroditismo masculino” que se usaban para la intersexualidad XX y la XY, respectivamente.

En la intersexualidad gonadal verdadera los genitales externos pueden ser masculinos, femeninos o intermedios, y se pueden presentar cromosomas XX, XY o ambos a la vez.

En algunos casos, el ovario y el testículo se desarrollan juntos en un mismo órgano, formando un ovotestículo.

Compleja

Hablamos de intersexualidad compleja o indeterminada cuando el desarrollo sexual se encuentra alterado sin que exista incongruencia entre el genotipo y el fenotipo.

Entre otros aspectos pueden estar afectadas las hormonas sexuales o el número de cromosomas. En esta categoría se incluyen los casos en que hay dos cromosomas X (47, XXY o 47, XXX) y en los que sólo hay un cromosoma X (45, XO).

Por todo ello, hablar de las personas intersex, visibilizarlas y conocerlas permite eliminar el desconocimiento, la discriminación y las violencias.

Además, favorece el desarrollo de una identidad de género y una imagen corporal saludables, evitando el sufrimiento personal y el de sus familias.

Los cuerpos intersex son perfectos como el resto y por ello no deben ser intervenidos, salvo expreso consentimiento libre e informado de la persona, ya sea adulta, niña, niño o adolescente.