La primavera acaba de comenzar y durante esta época del año los espacios naturales de Castilla-La Mancha se presentan como la mejor opción para desconectar del ruido y el ritmo de vida ajetreado. Tranquilidad y postales inmejorables que permiten disfrutar en familia o con amigos de una escapada en la que apreciar con detenimiento los sonidos de la naturaleza y respirar aire puro. 

Castilla-La Mancha es una comunidad autónoma que puede ofrecer a sus vecinos y visitantes más de 589.000 hectáreas de espacios naturales protegidos, entre los que destacan los parques nacionales de Cabañeros y de las Tablas de Daimiel y siete parques naturales.

En cada uno de ellos, los centros de interpretación se alzan como el mejor punto de partida para conocer y entender la historia y la idiosincrasia del destino, bien de forma libre -cuidando y respetando siempre el entorno- o guiada por los profesiones de las numerosas empresas de turismo activo y ecoturismo que ofrecen todo tipo de rutas, actividades, etc. con las máximas garantías de seguridad.

Te proponemos a continuación siete parajes castellano-manchegos ideales para visitar en primavera, cuando las temperaturas comienzan a ser agradables para hacer senderismo y los colores vivos tiñen el paisaje.

Valle de Alcudia y Sierra Madrona 

La entrada natural al parque, que es de acceso libre, está en Puertollano (Ciudad Real) por la N-420. Quienes se acerquen hasta allí no quedarán indiferentes gracias a sus bosques mediterráneos, entre los que se encuentran árboles centenarios y milenarios, la riqueza paisajística de sus parajes y las más de 160 especies de aves que lo habitan -pese a no tener humedales-.

Formaciones volcánicas, microrreservas de murciélagos, la encina milenaria bajo cuya copa podrían refugiarse un millar de ovejas y el roble llamado "el Abuelo" harán las delicias de los amantes de la naturaleza, que quedarán boquiabiertos si, con un poco de suerte, sobrevuela sobre ellos el águila imperial ibérica, el buitre negro y la cigüeña negra. En esos mismos terrenos camina el lince ibérico, el lobo y la cabra ibérica.

Sierra Norte de Guadalajara

La Sierra Norte de Guadalajara, también conocida como "Sierra de Ayllón", ocupa el cuadrante noroccidental de la provincia, abarcando 35 términos municipales. En ella se ubican tres espacios naturales protegidos: el Hayedo de Tejera Negra, el Pico del Lobo Cebollera y la Reserva Fluvial del río Pelagallinas.

El área incluye paisajes de montaña únicos en Castilla-La Mancha por sus características excepcionales y su elevada naturalidad. Las edificaciones y construcciones, en general, reflejan la geología del territorio sobre el que se asientan. Un ejemplo es la utilización de pizarras y cuarcitas en la denominada "arquitectura negra", elemento del patrimonio cultural de prioritaria conservación.

Serranía de Cuenca

La Serranía de Cuenca constituye una extensa unidad natural de primer nivel mundial en cuanto a naturaleza salvaje y recursos naturales, con un excelente grado de conservación. La protección de este espacio reconoce la importancia de sus masas forestales, especialmente pinares, su diversidad florística, geológica, geomorfológica y faunística. Su situación en el núcleo montañoso más meridional del Sistema Ibérico le confiere un elevado valor biogeográfico.

 

El relieve de la zona está dominado por altas parameras o "muelas" sobre las que se pueden apreciar los efectos del modelado kárstico, destacando las hoces y cañones, así como lapiaces y relieves ruiniformes denominados localmente tormagales o ciudades encantadas, con excelentes representaciones como la Ciudad Encantada de Valdecabras y Los Callejones de Las Majadas.

Calares del Mundo y de la Sima

En el sur de la provincia de Albacete, las vistosas formaciones kársticas del Parque Natural de los Calares del Mundo y la Sima, entre las Sierras de Alcaraz y Segura, ofrecen a los visitantes paisajes, fauna y flora con senderos para todo tipo de niveles: desde los más sencillos hasta los más exigentes para acceder a las cumbres más altas. Todo ello en un lugar donde el buitre leonado se ha asentado con zonas de cría en varias buitreras y en el que, con suerte, se puede avistar una especie de rapaz muy amenazada, el quebrantahuesos.

Respecto a los puntos de interés, en el área se han explorado 85 cavidades subterráneas, destacando la cueva de los Chorros, considerada la más importante del sur peninsular con más de 50 kilómetros de galerías. Esta se abre en un gran paredón vertical que cierra en semicírculo el valle y es aquí donde nace el río Mundo, formando una espectacular caída de más de 80 metros y pequeñas pozas de agua llamadas calderetas.

Lagunas de Ruidera

El Parque Natural de las Lagunas de Ruidera constituye, junto con Plividje en Croacia, la mejor representación de lagos formados por la acumulación de carbonato cálcico. Las aguas caídas sobre el Campo de Montiel se infiltran en el acuífero 24, que tiene su rebosadero natural en esta zona, dando lugar al nacimiento del Guadiana Alto o Río Pinilla. Estas aguas, a lo largo de miles de años de precipitación, han formado impresionantes barreras que dan lugar a espectaculares cascadas entre una laguna y otra.

Este espacio natural protegido se localiza entre las provincias de Albacete y Ciudad Real y está constituido por las siguientes lagunas: Laguna Blanca, Laguna Conceja, Laguna Tomilla, Laguna Tinaja, Laguna de San Pedro, Laguna Redondilla, Laguna Lengua, Laguna Salvadora, Laguna Santos Morcillo, Laguna Batana, Laguna Colgada, Laguna del Rey, Laguna Cueva Morenilla, Laguna Coladilla y Laguna Cenagosa.

Alto tajo 

El Parque Natural del Alto Tajo se encuentra a caballo entre el sureste de la provincia de Guadalajara y el noreste de la provincia de Cuenca. La red hidrográfica ha configurado el paisaje tal y como se ve en la actualidad. Destacan los cañones y hoces fluviales, así como formas singulares de ladera, como cuchillos, agujas y monolitos sobre rocas calizas y areniscas rojas. Todo ello conforma la red de cañones y hoces continua más extensa de Castilla-La Mancha. 

El excelente grado de conservación del parque permite disfrutar, entre sus pinares y bosques de ribera, de aves rapaces, micromamíferos, reptiles, nueve clases de anfibios y siete especies autóctonas de peces. Además, se trata de uno de los últimos refugios para especies amenazadas de gran valor, como el águila perdicera.

Barranco del Río Dulce

El Barranco del Río Dulce se extiende por los términos municipales de Sigüenza, Mandayona, Saúca, Torremocha del Campo, Mirabueno y Algora, en la provincia de Guadalajara. Allí desarrolló buena parte de su actividad Félix Rodríguez de la Fuente, como se explica en el Centro de Interpretación ubicado en Mandayona, donde también hay cámaras para la observación directa de nidos de buitres leonados.

Ideal para hacer rutas de senderismo y ciclismo, impresiona por el gran cañón excavado por el río, formando ciudades encantadas, lapiaces, cuevas, simas, torcas, dolinas o edificios tobáceos que se pueden observar con toda claridad en el meandro abandonado de La Cabrera. Los bosques que cubren el parque se componen fundamentalmente de encina y de quejigo, y entre los roquedos de las paredes del barranco se pueden avistar buitres leonados, águilas reales, halcones peregrinos y chovas pequirrojas. 

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