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En pleno corazón del Valle de Alcuadia, Chillón (Ciudad Real) se prepara cada mes de agosto para una de las celebraciones más singulares de Castilla-la Mancha: la fiesta de La Vaquilla, una tradición que ha sobrevivido más de cuatro siglos y que, año tras año, sigue latiendo con fuerza en el alma de su gente.

Al frente de esta efervescencia festiva está Manoli Escudero, alcaldesa del municipio, que nos abre las puertas a esta celebración ancestral, cargada de simbolismo, historia y comunidad.

"El origen de la fiesta está en la peste que asoló Chillón entre 1582 y 1583", cuenta Escudero. La Vaquilla, un armazón de madera revestido de tela, simula simbólicamente a la peste, recorriendo el pueblo como lo hizo la enfermedad siglos atrás.

La Vaquilla de Chillón, Fiesta de Interés Turístico Regional

El momento álgido llega con su "muerte" el 14 de agosto, cuando, con la intervención del patrón San Roque, se presenta la desaparición de la peste y la victoria de la vida sobre la enfermedad.

Con más de 400 años de historia, la fiesta ha sido recogida como de Interés Turístico Regional, aunque Chillón ya piensa en pasos más ambiciosos. "Tenemos la idea de comenzar los trámites para la declaración como Fiestas de Interés Turístico Nacional.

Visitas

El pueblo se triplica en estas fechas", afirma la alcaldesa, haciendo referencia a los centenares de chilloneros y visitantes que regresan y se suman a la celebración.

La llegada masiva de personas no es un reto menor. El Ayuntamiento de Chillón se coordina con la Delegación y el Ayuntamiento de Almadén para garantizar los suministros a todos los visitantes.

Personas en las fiestas de Chillón

Pero más allá de la logística, lo que más destaca Escudero es el sentido de comunidad de la localidad: "Para mí, el reflejo de la fiesta es la unidad. La unión de todo el pueblo es lo que da vida a esta tradición llena de historia".

Símbolo que estremece

La simbólica muerte de La Vaquilla es uno de los momentos más esperados, pero la regidora nos invita a mirar un poco antes: “Justo cuando sale la Vaquilla, con ese armazón de madera y el sonido del tambor… Ese ‘tan-tan’ nos transporta directamente a nuestras raíces. Es un sonido que se mete dentro”.

Programación La Vaquilla

La fiesta comienza la noche del miércoles 13 de agosto a las 21:30 horas, cuando tiene lugar la primera salida de la tradicional Vaquilla. Acompañada por la Hermandad de San Roque y al son del tambor, la figura simbólica de la peste recorre las calles del municipio, creando una atmósfera cargada de emoción, ruido y expectación.

El punto álgido llega al amanecer del jueves 14 de agosto, cuando a las 07:00 horas se repite el recorrido, esta vez con la Hermandad vestida con el atuendo tradicional del siglo XVI. El cortejo avanza por las calles y el conocido camino de las Viñas, en una representación que mezcla solemnidad y folclore popular.

Una hora después, a las 08:00 horas, tiene lugar uno de los actos más simbólicos: la simulación de la muerte de la Vaquilla. A continuación, la Hermandad de San Roque ofrece una exhibición folclórica al estilo del siglo XVI, un homenaje vivo a las raíces culturales del pueblo.

Cultura todo agosto

Desde el 1 de agosto comienza la Semana Cultural y la Semana Joven, con actividades que van desde rutas de senderismo y torneos de pádel hasta charlas sobre historia y tradiciones.

Entre ellas destaca el peculiar concurso de lanzamiento de hueso de aceituna, cuya marca a batir es de 20 metros y medio. “El premio, cómo no, es una garrafa de aceite de la tierra”, comenta Escudero entre risas.

Las nuevas generaciones no se quedan al margen. “Chillón es intergeneracional. Desde pequeños crecemos con la tradición”, señala la alcaldesa. Este año incluso se han organizado talleres específicos sobre el patrimonio local y la historia de la Vaquilla, integrando a niños y mayores.

Invitación abierta

Para quienes aún no han vivido la fiesta de La Vaquilla, Manoli Escudero lanza una invitación cargada de emoción y hospitalidad: “Invito a todo el mundo a venir y disfrutar de estas fiestas únicas. Aquí no solo abrimos las puertas del pueblo, sino también las del corazón”.

Con un calendario repleto de tradición, cultura, música y reencuentros, las fiestas de Chillón no son solo una cita festiva, sino una experiencia que deja huella.

Una oportunidad para ver cómo un pueblo entero se une bajo el compás del tan-tan del tambor, celebrando su historia y proyectando sus raíces al futuro.