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Mientras gran parte de Castilla-La Mancha sufre temperaturas que superan los 40 grados en plena ola de calor, Molina de Aragón (Guadalajara) se consolida como un oasis veraniego. Este municipio, conocido por ser el más frío de la región y uno de los más fríos de España, ofrece un clima fresco incluso en los meses más calurosos del año.

A pesar de que el mercurio puede alcanzar los 34 o 35 grados durante el día, la diferencia con otras zonas más calurosas de la región se nota especialmente al caer la tarde. En Molina, las noches permiten dormir bien sin ventiladores ni aire acondicionado, con mínimas que rondan los 12 o 13 grados incluso durante los episodios de calor más intensos.

Además del alivio térmico, Molina de Aragón ofrece un entorno patrimonial y natural privilegiado. Su castillo domina la villa desde lo alto y las callejuelas del Casco Histórico invitan a pasear sin prisas.

El Puente Viejo, los restos de muralla, la judería o la morería son algunos de los puntos de interés que se descubren entre paseos frescos y silenciosos. Y a muy poca distancia, el Parque Natural del Alto Tajo despliega barrancos, hoces y bosques que permiten hacer rutas de senderismo o simplemente disfrutar de la naturaleza.

Plan de fin de semana

Para quienes quieran planificar una escapada de fin de semana, la localidad ofrece opciones cómodas y acogedoras. Una de las más recomendadas es la Casa Rural Tres Palacios, ubicada junto al río Gallo y perfectamente integrada en el núcleo urbano. Esta ubicación la convierte en un punto de partida ideal para explorar tanto el patrimonio de la villa como el entorno natural que la rodea.

La llegada el viernes por la tarde permite instalarse con calma y dar un primer paseo por el centro antes de cenar en alguno de los restaurantes del pueblo.

Molina de Aragón Turismo CLM

El sábado es perfecto para visitar el castillo a primera hora y realizar una ruta sencilla por el Alto Tajo, como el barranco de la Hoz o algún tramo del río. Tras un almuerzo de cocina tradicional, donde destacan platos como las migas o el cabrito al horno, la tarde se presta al descanso y a disfrutar de la tranquilidad del entorno.

El domingo puede dedicarse a una excursión a pueblos cercanos como Corduente o Checa, o simplemente a relajarse junto a algún rincón con sombra junto al río antes de volver a casa.

Destino con atractivo

En definitiva, Molina de Aragón se perfila como uno de los destinos más atractivos del interior peninsular para mitigar la ola de calor. No solo las temperaturas agradables, sino por su capacidad de ofrecer una experiencia distinta, sin agobios ni multitudes.