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En pleno corazón de la Sierra Madrona, en la provincia de Ciudad Real, se esconde un pueblo fantasma al que se accede atravesando un antiguo túnel ferroviario de algo más de un kilómetro de longitud que solo permite el paso de un vehículo. Además, el visitante cuando llega, debe activar un semáforo manual.

Se trata de Minas del Horcajo, una pedanía de Almodóvar del Campo, donde actualmente solamente residen entre siete y diez vecinos. En su época de bonanza económica, el municipio llegó a contar con casi 2.000 habitantes.

La riqueza de esta localidad se encuentra bajo el suelo, su yacimiento de galena argentífero con alto contenido en plata se convirtió en la segunda cantera más importante del Valle de Alcudia a finales del siglo XIX.

Túnel de acceso a Minas de Horcajo. Turismo Ciudad Real

Esta mina de más de 600 metros de profundidad se convirtió en un gran reclamo para una gran población que aterrizó en Minas del Horcajo para ganarse la vida con estos metales preciosos. Tal fue la prosperidad, que el pueblo llegó a contar con hospital, teatro, escuela y hasta una estación de ferrocarril con conexión Puertollano-Conquista.

Sin embargo, la caída de los precios del plomo en los mercados internacionales y el notable ascenso de los coste de extracción de agua sumergieron a esta localidad minera en una crisis lenta y devastadora a principios del siglo pasado.

El cierre definitivo del yacimiento en 1963 provocó un éxodo imparable de habitantes hacia zonas industriales como Puertollano, Madrid o la zona de levante. El cierre de la línea de tren en 1970 fue la sentencia de muerte.

Más allá de las ruinas y de los recuerdos, destaca la iglesia de San Juan Bautista que resucita el espíritu comunitario cada 23 de junio con la procesión en honor al santo. Otros puntos de interés son los icónicos castilletes mineros, el monumento a los Niños Pérdidos y la "fábrica de la luz".

Iglesia de San Juan Bautista de Minas de Horcajo. Turismo Ciudad Real

Hoy, los apenas diez vecinos de Minas del Horcajo hacen vida en los únicos inmuebles bien conservados cerca del túnel de acceso, cumpliendo una función casi de guardianes de este lugar cuya riqueza y población se esfumaron de repente.