El 31,9 % de los adolescentes de Castilla-La Mancha tienen miopía, un dato que sitúa a la comunidad como la segunda con mayor incidencia entre este segmento de edad, solo por detrás de Andalucía. Además, se sitúa más de dos puntos por encima de la media nacional, fijada en el 29,6 %.

Así lo detalla el estudio 'El estado de la salud visual de los adolescentes en España' de la Asociación Visión y Vida, impulsado por la Fundación Mapfre y Correos Exprés. Con el informe se han llevado a cabo un total de 4.420 revisiones visuales entre septiembre y octubre de este año. Además, se ha tenido en cuenta la evolución miópica de 763 adolescentes de 12 a 18 años entre 2017 y 2022.

Según el presidente de Visión y Vida, Salvador Alsina, la miopía "magna" puede derivar en "ceguera, desprendimientos de retina u otras enfermedades graves". Una afección "cada vez más fuerte" que achaca a los hábitos de vida actual por el uso de pantallas, poco tiempo de ocio en el exterior y uso del móvil a oscuras antes de dormir.

Resto de España

Según el estudio, en España el promedio de adolescentes que creen que ven mal o podrían ver mejor ronda el 55,4 %, mientras el 36,2 % necesita gafas o lentillas y el 29,6 % es miope. Por comunidades, el informe se centra en Cataluña, Murcia, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía, Galicia, Aragón y Madrid, debido a la alta representatividad en la muestra.

En cuanto a la miopía, Andalucía está por encima de la media nacional, con el 32,2 %; seguida de la citada Castilla-La Mancha, con el 31,9 %; Comunidad Valenciana, con el 31,6 %; y Cataluña, con el 30 %.

Sin pantallas antes de los 7

El informe concluye ofreciendo una lista de motivos por los que los menores no deberían usar pantallas antes de los 7 años. En concreto, indica que "mirar una pantalla requiere mucho esfuerzo de convergencia que es contraproducente para un sistema visual inmaduro".

Además, "la visión prolongada de pantallas hace que el cerebro asuma que su mundo visual es plano", por lo que los optometristas expresan que su uso abusivo y la falta de ocio al aire libre son factores que favorecen la miopía.

"La exigencia de la pantalla muy cerca de la cara limita los movimientos oculares y reduce la frecuencia de parpadeo, lo que provoca falta de hidratación ocular, irritación visual y molestias", sentencian.