Una mujer ha confesado este martes haber abortado y ocultado el cuerpo de su bebé en el congelador de una vivienda en Alberche del Caudillo, una pequeña población de la provincia de Toledo.
La Guardia Civil ha verificado esta misma tarde que el cadáver hallado en el frigorífico se corresponde con la versión ofrecida por la madre, de unos 40 años, de nacionalidad española y con problemas de toxicomanía.
Alberche del Caudillo es una pedanía de unos 2.000 habitantes de Calera y Chozas y muy cercana a Talavera de la Reina. El hallazgo ha tenido lugar en una casa de la calle de la Esperanza, según fuentes consultadas, aunque no han trascendido las semanas del feto.
La Guardia Civil ha tenido conocimiento de la confesión a través de los Servicios Sociales, después de que la parturienta se lo haya contado a su madre, que ha dado la voz de alarma preocupada por lo que hubiera sucedido con el bebé.
Según las primeras informaciones, habría abortado a finales de agosto y metido el cuerpo en un congelador.
Investigación
Ahora, agentes de Policía Judicial y médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Toledo trabajan para confirmar que se trata de un bebé y si nació muerto o vivo.
Este caso recuerda al que sucedió el 18 de enero de 2024 en otra población toledana, Mocejón, a 100 kilómetros de Alberche del Caudillo. Allí, una madre dio a luz un feto de 37 semanas y su hijo menor lo tiró a un contenedor de basura situado a unos metros de su casa.
Ella negó en un principio que hubiera estado embarazada. Llegó al Hospital Universitario de Toledo porque había perdido mucha sangre y afirmó que era un sangrado por un dolor menstrual.
Sin embargo, la ginecóloga que la examinó determinó que se trataba de un aborto, pero del feto no había rastro. El chico aseguró luego que él lo había tirado al contenedor dentro de una bolsa.
