El abogado que defendió al librero octogenario de Ciudad Real Pepe Lomas, condenado por matar al ladrón que entró a robar a su casa, ha puesto en marcha una campaña de microfinanciación para pagar la indemnización de 52.000 euros y las costas e intereses que debe abonar a la familia del fallecido.
Se trata de una colecta a través de la plataforma GoFundMe debido a que "Lomas no puede asumir por sí solo el importe".
Como informó EL ESPAÑOL – EL DIGITAL CLM, tras ser declarado culpable del asesinato y condenado a seis años y tres meses de cárcel, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) rebajó la condena el pasado mes de octubre a nueve meses y cuatro días. Asimismo, la indemnización pasó de 150.000 a 52.000 euros más las costas del procedimiento.
El tribunal reconoció que Lomas "actuó defendiéndose ante una entrada ilegítima y delictiva en su propiedad, aunque la defensa que esgrimió, efectuando dos disparos a la víctima, fue desproporcionada". Además, reconoció que padecía un trastorno mental que afectó su percepción de la amenaza.
Según el abogado, el librero "vive con una pensión mínima y no tiene recursos para afrontar la indemnización impuesta". Y sufre "un trastorno delirante paranoide que le hace vivir con miedo constante, creyendo que todavía intentan hacerle daño".
Como ha advertido, si no recauda el dinero, tendría que poner en venta su casa. Hasta el momento, se han recaudado más de 1.700 euros.
Sucesión de los hechos
Los hechos por los que se juzgaron a Lomas tuvieron lugar en agosto de 2021, cuando el octogenario mató de dos disparos a un intruso que entró a su finca de La Atalaya de Ciudad Real.
La tragedia que marcaría de por vida a Lomas ocurrió alrededor de las 2 horas de la madrugada del 1 de agosto de 2021, festivo en Ciudad Real, cuando el acusado se despertó y salió a poner en funcionamiento el sistema de riego.
El acusado tenía en su habitación dos escopetas paralelas, un rifle, dos escopetas de cañón y diversa munición, todas ellas legales. Tras escuchar un ruido cogió una de ellas cargada con dos cartuchos, por el temor de que pudiera estar siendo víctima de un robo.
Al salir de la vivienda, observó a una persona que portaba en su mano una motosierra apagada que previamente había cogido con la intención de robarla. Por ello, Lomas se dirigió al lugar donde se encontraba esta persona y le disparó desde una corta distancia. El primero de los disparos le alcanzó la cara anterior de tórax, mientras el segundo impactó en la cara posterior. Acto seguido regresó a su habitación, volvió a cargar la escopeta e hizo un tercer disparo al aire.
Cabe recordar que Lomas, durante el juicio, llegó a sugerir que no mató a la víctima, asegurando que alguien puso el cadáver donde lo encontró la Policía. Un discurso en el que expresaba que todo formaba parte de una trama "orquestada desde hace 40 años" para echarlo de su casa.