Una compleja investigación de la Guardia Civil que se ha prolongado durante 14 meses ha permitido finalmente la detención de un hombre de 38 años y nacionalidad española, con numerosos antecedentes policiales, como presunto autor del incendio de Valdepeñas de la Sierra, en la provincia de Guadalajara, uno de los peores registrados el pasado año en Castilla-La Mancha.
La detención se ha producido en la localidad toledana de Talavera de la Reina, donde finalmente se pudo ubicar al sospechoso y fue localizado y detenido por la Guardia Civil. El presunto autor del incendio tenía numerosos antecedentes por delitos contra el patrimonio y en el momento de su detención constaba una requisitoria para su ingreso en prisión por un Juzgado de la Comunidad de Madrid.
Además de agentes del Seprona de la Comandancia de Guadalajara, en la investigación han participado la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente y el Cuerpo de Agentes Medioambientales de Guadalajara. El dispositivo de investigación se ha prolongado a lo largo de 14 meses y ha requerido de la utilización de medios tecnológicos y un amplio despliegue de agentes de varias unidades.
El incendio, como se sabe, fue comunicado el 19 de julio de 2022 a las 14 horas, en una zona forestal de Valdepeñas de la Sierra, cerca del río Jarama. Su extinción se prolongó durante seis días después de un intenso trabajo de los efectivos de la lucha contra el fuego, que no pudieron evitar el terrible balance del suceso: un total de 3.010 hectáreas calcinadas, numerosos daños en propiedades privadas, el corte de numerosas vías de comunicación y la evacuación de las localidades de Tortuero, Puebla de Valles, Vereda y la propia Valdepeñas de la Sierra. El fuego afectó al Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara.
Incendio intencionado
Desde el primer momento, la Patrulla del Seprona de Brihuega, perteneciente a la Comandancia de la Guardia Civil de Guadalajara, apoyados por la Brigada de Investigación de Incendios del Cuerpo de Agentes Medioambientales y demás componentes de la UPRONA, dirigieron sus actuaciones hacia la hipotésis de un incendio intencionado.
El supuesto autor, según apuntaban desde el principio las investigaciones, podría residir en las inmediaciones del lugar donde se inició el mismo o tener alguna vinculación con este, teniendo en cuenta tambien, los diferentes incendios ocurridos en la zona en los años anteriores.
Según avanzaba la investigación, los indicios manejados por los agentes apuntaban a una persona que había residido en las inmediaciones pero que había abandonado el lugar en los primeros días del incendio. Esta persona, que utilizaba todos los medios disponibles para esconder su identidad y su domicilio, fue situada por los agentes en algunas localidades de la provincias de Madrid y de Toledo en los meses siguientes al incendio. Y finalmente fue detenido en Talavera.