Un jurado popular está juzgando en la Audiencia Provincial de Guadalajara a un trabajador de Correos en la localidad guadalajareña de El Casar por, presuntamente, apropiarse de cerca de 30.000 euros tras acceder a las tarjetas de débito o crédito y el pin que enviaba el Banco Santander por carta a los clientes antes de que llegaran a estos, hechos por los que el Ministerio Fiscal ha solicita para él la pena de cinco años de prisión por infidelidad en la custodia de documentos y por un delito continuado de estafa informática.

El escrito de acusación del Ministerio Fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, señala que los hechos se enmarcan entre junio de 2016 y abril de 2017, momento en que el acusado era cartero en la zona de El Casar (Guadalajara) y en el que, tras apoderarse de las tarjetas de crédito o débito que diversos clientes, remitidas por la entidad por carta, comenzó la retirada de dinero desde distintos cajeros automáticos situados en Guadalajara, Madrid y Valencia.

Según el escrito de acusación, el investigado, una vez que se hacía con las tarjetas, se apoderaba después del número secreto o pin de las mismas, que llegaba también por correo con un margen de varios días.

Cuando se hacía con la tarjeta y el PIN asociado y obtenido "ilegítimamente" y "sin consentimiento de su titular", según el escrito del Ministerio Fiscal, el acusado, "con el propósito de aprovecharse y beneficiarse a costa de lo ajeno", se dirigía a distintos cajeros automáticos e iba sacando dinero de los diferentes clientes en cantidades muy variadas y "de forma no consentida".

Petición de la Fiscalía

La Fiscalía también pide para J.C.M. la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, 30 meses de multa a razón de una cuota diaria de 10 euros y la responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago de otros quince meses de prisión, así como nueve años de inhabilitación especial para empleo o cargo público.

Además, en concepto de responsabilidad civil, el acusado tendría que indemnizar a la entidad Banco de Santander en la cantidad de 29.400,75 euros, que es la cantidad que la entidad ya ha devuelto a los clientes afectados y que habrá de ser incrementada con el interés legal, mientras que en calidad de responsable civil subsidiario responderá Correos.

El cartero lo niega

Precisamente, a preguntas del ministerio público durante el juicio que ha arrancado este viernes, el acusado ha negado los hechos y ha afirmado: "Nunca me he quedado con una carta en la que detectara una tarjeta".



Ha indicado también que, por culpa de esta acusación, lo han pasado "muy mal" y ha apostillado: "Me han ofrecido negociar para no entrar en prisión, pero tengo muy claro que no me voy a declarar culpable de una cosa que no he hecho, y si tengo que entrar en prisión, entraré".



Durante su declaración ha confesado tener mala relación con la que era su jefa porque ésta "no cumplía el horario que tenemos y, cuando algún compañero terminaba, se iba a su casa en lugar de quedarse a ayudar al resto como pasaba en cualquier otra oficina de Correos", ha argumentado, y ha asegurado que su enemistad llegaba a tal extremo que ve posible que ella mintiera para inculparle.



A preguntas del fiscal sobre qué explicación encuentra a estos hechos si él no fue el culpable, F.J.C.M. ha manifestado tener sospechas de otros dos compañeros que veranean o tienen segunda residencia en localidades donde se sustrajo dinero en el cajero.