La ilusión de haber encontrado un alojamiento ideal para disfrutar de las vacaciones de verano se tornaba de la noche a la mañana en pesadilla para las víctimas de dos jóvenes toledanas, de tan dolo 20 y 26 años, que están siendo investigadas por la Guardia Civil como supuestas autoras de al menos cuatro delitos de estafa.

Según los investigadores, han logrado de 6.120 euros engañando a sus víctimas (de las provincias de Toledo, Albacete, Madrid y Valencia) suplantando anuncios reales de pisos turísticos publicados en portales inmobiliarios. Posteriormente, extraían el dinero estafado en cajeros de Villaluenga de la Sagra, localidad toledana en la que residía al menos una de las implicadas.

El Equipo de Investigación de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil de la Compañía de Illescas inició la investigación a finales del pasado mes de junio, cuando un vecino denunció en el cuartel de la localidad de La Sagra toledana que había sido víctima de un fraude al pagar 3.100 euros en concepto de reserva de un piso turístico a través de un portal inmobiliario. Así, los agentes llegaron hasta una vecina de Villaluenga de la Sagra, titular de la cuenta bancaria donde acababan las transferencias de dinero.

Al mismo tiempo que se abría esta investigación, la Guardia Civil de Illescas recibía más denuncias de diferentes lugares del territorio nacional que identificaban como presuntas autoras a la persona anterior y a una conocida de la misma, que de igual modo había recibido en su cuenta bancaria las transferencias emitidas para alquilar una vivienda.

Fotos reales, alquileres falsos

Según el relato de la Guardia Civil, el modus operandi de ambas consistía en publicitar anuncios de alquiler de viviendas turísticas publicados conocidos portales inmobiliarios. Para ello, utilizaban fotografías y descripciones reales obtenidas de Internet.

Después contactaban con los interesados, cerraban el contrato de alquiler por teléfono o correo electrónico, induciéndoles a realizar el trámite de forma externa al portal web con la excusa de no pagar comisiones y ofrecerles un abaratamiento del precio del alquiler.

Una vez realizaban el pago, los perjudicados recibían falsas confirmaciones de reserva mediante correo electrónico gracias a la suplantación del sitio oficial del portal inmobiliario. Era en ese momento cuando las falsas arrendadoras cortaban toda comunicación con el interesado y se quedaban con su dinero.

Las investigaciones continúan abiertas y no se descartan nuevas imputaciones debido a la cantidad de perjudicados que pudieran existir.