Castilla-La Mancha ha alcanzado los 722 casos de gripe por cada 100.000 habitantes, un guarismo que supera los 701 que muestra la estadística nacional y que apunta a que el pico de contagios se alcanzará en un plazo de dos semanas.
Así lo ha confirmado el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, en referencia a los resultados que ha arrojado el Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SiVIRA), que recoge los casos atendidos por Infección Respiratoria Aguda (IRA) en Atención Primaria y los casos hospitalizados por Infección Respiratoria Aguda Grave (IRAG) en hospitales correspondiente a la semana del 1 al 7 de diciembre.
El consejero, preguntado en Toledo por si existe algún plan previsto para Navidad, ha recordado que como todos los años, su departamento pone en marcha un plan de invierno.
En todo caso, ha recordado que la gripe se ha adelantado cuatro semanas respecto al año anterior y aunque la región está "por encima de la media nacional" en cuanto al número de casos, aún no se ha llegado a la incidencia máxima.
Respecto a la incidencia hospitalaria, el titular de Sanidad ha explicado que, aproximadamente, hay un 5 % más de ocupación de camas que el año pasado en estas fechas, un 10 % más de atenciones en urgencias y también un 10 % más de personas mayores de 80 años atendidas.
En cualquier caso, ha incidido en que "la curva ha comenzado a subir cuatro semanas antes", por lo que la previsión es que el pico máximo se alcance en un plazo de dos semanas y a partir de ahí "empiece a bajar".
